Austria recibe con bebidas calientes y mantas a miles de refugiados exhaustos

Miles de refugiados están llegando desde primera hora de la mañana a Austria. Se desplazan a pie, en coche y en autobuses fletados por el gobierno de Hungría después de que Berlin y Viena anunciasen que abrirán sus fronteras y permitirán su entrada. A su llegada a territorio austriaco, los desplazados por la crisis de Oriente Medio, exhaustos, son recibidos por voluntarios con bebidas calientes, mantas y piezas de fruta.

Las autoridades austriacas también han improvisado centros de acogida con camas y comida y han movilizado a sus cuerpos de seguridad. Cientos de policías intentan explicar el proceso para solicitar el estatus de refugiado a los recién llegados, la mayoría procedentes de Siria. Se estima que hoy llegarán unos 10.000 procedentes de Hungría. Al menos esa es la estimación que hizo Hans Peter Doskozil, jefe de la policía del estado federado fronterizo de Burgenland, donde desde primera hora de la madrugada ya habían llegado unas 3.000 personas a bordo de autobuses especiales enviados por el Gobierno húngaro.

La decisión de abrir las puertas a los refugiados fue anunciada hoy por el canciller federal de Austria, el socialdemócrata Werner Faymann, tras haber hablado con su homólogo húngaro, Viktor Orbán, y con la canciller alemana, la democristiana Angela Merkel. Faymann lo justificó "por la situación de necesidad en la frontera húngara".

"Al mismo tiempo esperamos de Hungría la disponibilidad a resolver los problemas que persisten de acuerdo con el reparto justo de refugiados y el mecanismo para emergencia a los que aspira la Comisión Europea, y a los que contribuimos hoy", señaló.

El jefe del gobierno austríaco aludió así a la negativa del gobierno de Orbán a aceptar cuotas obligatorias en un reparto de refugiados en toda la Unión Europea, un rechazo que comparte con los gobiernos de la República Checa, Eslovaquia y Polonia.

Mientras, en la frontera austro-húngara se espera la llegada de miles de refugiados en las próximas horas, pues hacia la una de la madrugada de este sábado estaban partiendo en autobuses desde la estación de trenes Keleti de Budapest y desde un punto de la autopista húngara M1, aproximadamente a 27 kilómetros de la capital.

En la frontera austro-húngara se espera la llegada de miles de refugiados, pues esta madrugada estaban partiendo en autobuses

Allí habían parado para descansar los más de mil de refugiados que habían partido de Keleti hacia el mediodía para intentar llegar a pie a la frontera occidental de Hungría, después de haber pasado días esperando en Budapest para poder salir hacia Alemania en un tren.

Por la noche, el gobierno húngaro anunció que ponía a disposición unos cien autobuses para trasladarlos hasta la frontera, una decisión que había sido aprobada poco antes por el Parlamento. Budapest había exigido al gobierno austríaco que diera a conocer su postura hacia la llegada de la ola migratoria.

Estiman recibir hoy unos 10.000 refugiados

A primera hora de la mañana se esperaba en Viena la llegada de un primer tren procedente de Nickelsdorf, en la frontera austro-húngara, desde donde los refugiados se podrán trasladar a otros países europeos, sobre todo a Alemania.

Un segundo tren salió a las 08.40 hora local desde Nickelsdorf, con unos 400 refugiados a bordo y destino a la estación oeste de Viena (Westbahnhof), como pudo constatar Efe.

Según explicó Doskozil en misma estación, la policía austríaca fue advertida a las 23.00 hora local de ayer (21.00 GMT) por sus colegas húngaros de la llegada de los autobuses con refugiados de Oriente Medio. Sin embargo, el jefe regional de policía no dejó de entrever críticas contra las autoridades ante la falta de cooperación. "Una buena cooperación policial entre dos países es otra cosa", dijo Doskozil, al explicar que dispone de información sobre unos 120 autobuses que se encuentran en la autopista húngara M1 de camino a la frontera.

Hoy, desde las 03.00 hora local, van llegando estos transportes hasta la frontera, que los refugiados cruzan a pie para ser recibidas por las autoridades austríacas. La Cruza Roja local se ha instalado en el lugar con capacidad para atender a unas 5.000 personas, explicó a Efe Walter Grashofer, unos de los coordinadores del esfuerzo humanitario.

Asam, un joven sirio, explicó que en Hungría la policía lo maltrató, a pesar de tener un billete de tren de Budapest a Múnich

Los refugiados, en su mayoría hombres jóvenes, reciben agua, té caliente, mantas para taparse, pan y chocolate. Además, los equipos de la Cruz Roja atienden a muchos refugiados que sufren de resfriados, dolores en los pies, ampollas y otras dolencias, como diabetes, explicó Grashofer. Mientras, muchos refugiados, aunque visiblemente cansados, se muestran en su mayoría felices por haber llegado hasta Austria.

Denuncia de maltrato

Asam, un joven sirio, explicó que en Hungría la policía lo maltrató, a pesar de tener un billete de tren de Budapest a Múnich. "Quiero ir hasta Noruega, ya que mi hermana vive allí. El viaje ha sido muy largo, un mes, en Serbia nos trataron bien, pero Hungría fue terrible", aseguró el joven en inglés.

Ante la escalada de la crisis migratoria en Hungría, con miles de refugiados varados en varios puntos del país, los gobiernos de Alemania y Austria accedieron anoche a recibir a estas personas.