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Los tambores de guerra enmudecen
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OBAMA TRABAJA SOBRE LA PROPUESTA RUSA

Los tambores de guerra enmudecen

El ataque de castigo contra el régimen de Bachar al Asad por el uso de armas químicas contra la población civil parece cada día menos inminente

Foto: El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, saluda desde su limusina en Estocolmo. (EFE)
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, saluda desde su limusina en Estocolmo. (EFE)

El ataque de castigo contra el régimen de Bachar al Asad por el uso de armas químicas parece cada día menos inminente. Los presidentes de EEUU, Barack Obama, Francia, François Hollande, y el primer ministro británico, David Cameron, acordaron ayer trabajar estrechamente y mediante consultas con Rusia y China para analizar el plan ruso, que propone que Siria ceda el control de su arsenal químico a la comunidad internacional.

Ahora que Obama ha logrado poner en su contra a demócratas izquierdistas, republicanos y ciudadanía (apenas un 15% de estadounidenses apoyan una intervención), todo son buenas palabras. La Casa Blanca aseguró ayer que los tres dirigentes pretenden, junto con Rusia y China, "explorar seriamente la viabilidad de la propuesta rusa de colocar todas las armas químicas de Siria y materiales relacionados bajo control internacional pleno". El objetivo de esa transferencia del control sería "asegurar la destrucción realizable y verificable" de esas armas.

No obstante, no todo son buenas noticias. París señaló ayer que los rusos no están entusiasmados con la idea de una resolución de la ONU que obligue al desmantelamiento estricto de las armas químicas en manos de Al Asad y abra la posibilidad de sanciones si se incumple. Todo ello después de que el ministro francés de Exteriores presentase durante la mañana de ayer al Consejo de Seguridad un borrador de la resolución para poner bajo control internacional el arsenal químico sirio. EEUU y Reino Unido se sumaron poco después a esta iniciativa.

Siria, dispuesta a suscribir la convención sobre armas químicas

Soldados del ejército libre de siria en alepoSiria, por su parte, no pierde una sola oportunidad de evitar las represalias. Su ministro de Asuntos Exteriores, Walid Muallen, anunció ayer que Al Asad está dispuesto a suscribir la Convención Internacional para la Prohibición de Armas Químicas con el fin de renunciar a ese tipo de armamento.

"Estamos dispuestos a asumir todas nuestras obligaciones conforme a esa convención, incluida la entrega de datos sobre (la localización de) esas armas", dijo el responsable de la diplomacia siria, citado por la agencia rusa Interfax.

Poco antes de sus declaraciones, el presidente ruso, Vladímir Putin, instaba a Damasco a suscribir esa convención, en vigor desde 1997 y que ha sido firmada por 195 países, incluidos Estados Unidos, Rusia e Israel, aunque este último no la ha ratificado. "Estamos dispuestos a informar sobre su paradero, suspender la producción de armas químicas y también enseñar esas instalaciones a los representantes de Rusia, otros países y la ONU", aseguró Muallem, quien añadió que la decisión de Damasco de "adscribirse a la iniciativa rusa tiene como objetivo el fin de la posesión de todas las armas químicas".

El jefe del Pentágono: “No habrá ataque hasta mediados de octubre”

Enfrentamientos en alepoEl foco, ahora, está sobre una “solución pacífica” a la crisis, tal y como ayer informó este diario. Incluso el jefe del Pentágono, Chuck Hagel, aseguró ante el Comité de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes que el ataque de castigo, si lo hubiese, no se lanzaría probablemente hasta mediados de octubre.

Hagel fue interrogado ayer por los miembros del comité en una audiencia sobre los planes contra el régimen sirio por su supuesto uso de armas químicas en la que también participaron el secretario de Estado, John Kerry, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Martin Dempsey.

Varios congresistas expresaron su preocupación por las consecuencias sobre las Fuerzas Armadas de los recortes presupuestarios que han comenzado a aplicarse, precisamente en unos momentos en los que se plantea una nueva campaña militar. En su explicación sobre los recursos financieros para pagar una eventual intervención militar en Siria, Hagel admitió que, "de todos modos, si es que la hubiese, ocurrirá a mediados de octubre". El año fiscal de EEUU comienza el 1 de octubre y concluye el 30 de septiembre, de manera que los gastos se cargarían al presupuesto de 2014, aclaró.

El ataque de castigo contra el régimen de Bachar al Asad por el uso de armas químicas parece cada día menos inminente. Los presidentes de EEUU, Barack Obama, Francia, François Hollande, y el primer ministro británico, David Cameron, acordaron ayer trabajar estrechamente y mediante consultas con Rusia y China para analizar el plan ruso, que propone que Siria ceda el control de su arsenal químico a la comunidad internacional.

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