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La Marina israelí se suma al bombardeo de Gaza
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ISRAEL PREPARA UNA "EXTENSIÓN DE LAS OPERACIONES" MILITARES SOBRE LA FRANJA

La Marina israelí se suma al bombardeo de Gaza

Los misiles israelíes anuncian que sólo el tiempo separa a Gaza de una nueva incursión israelí. En la madrugada de este sábado, la Marina de Israel

Foto: La Marina israelí se suma al bombardeo de Gaza
La Marina israelí se suma al bombardeo de Gaza

Los misiles israelíes anuncian que sólo el tiempo separa a Gaza de una nueva incursión israelí. En la madrugada de este sábado, la Marina de Israel atacó varios objetivos situados en Ciudad de Gaza, la capital de la Franja, según confirmó el Ejército del país a primera hora del domingo. BBC informa de que Israel destruyó también el edificio que alberga las oficinas de los medios de comunicación extranjeros, hiriendo a seis periodistas. 

La escalada de acciones militares emprendidas por Tel Aviv en el marco de la operación Pilar de Defensa salta así al plano marítimo después de que el Ejército redoblase los bombardeos por aire esta semana -sólo en la madrugada del sábado cayeron cerca de 200 misiles sobre la estrecha parcela palestina-. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció este domingo que la operación Pilar de Defensa en la Franja de Gaza seguirá adelante y que el Ejército se está preparando con vistas a una "importante extensión de las operaciones" en caso de necesidad.

Mientras, los 75.000 reservistas convocados por Tel Aviv esperan la orden del Gobierno para actuar. El Ejército israelí ha declarado los alrededores de la Franja de Gaza, en suelo israelí, como territorio militar y ha cortado todas las carreteras, según informo Efe. El despliegue es mucho mayor que el de la operación Plomo Fundido de 2008, ya que cerca de 10.000 soldados fueron suficientes para entrar entonces en Gaza.

Las declaraciones tampoco dejan lugar a dudas. El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, quien representa la línea más dura del Ejecutivo hebreo, aseguró este sábado que su país está decidido a cumplir los propósitos para los que comenzó esta operación. “No nos detendremos a medio camino”, declaró. Entre esos objetivos estaría la destrucción de la infraestructura para el lanzamiento de cohetes que llegan desde Gaza.

Según el Ejército israelí, desde que comenzó la ofensiva cerca de 400 misiles han caído sobre su territorio. Algunos de ellos ya no son los artefactos caseros que lanzaban hace años las milicias palestinas, sino artillería potente capaz de recorrer decenas de kilómetros. Este mismo sábado un dron israelí derribó varios misiles que se dirigían a Tel Aviv, que ya había sido golpeada en los días anteriores.

La situación no deja indiferente a nadie. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, indicó este domingo que su país "apoya totalmente el derecho de Israel de defenderse de los misiles" disparados por las milicias palestinas desde Gaza, aunque añadió que es "preferible" que la crisis concluya sin un incremento de la actividad militar terrestre. "No hay país en la tierra que tolere que una lluvia de misiles caiga sobre sus ciudadanos desde fuera de sus fronteras", añadió el presidente estadounidense en una conferencia de prensa conjunta con la primera ministra tailandesa.

En las últimas horas las milicias palestinas han intensificado sus lanzamientos contra blancos israelíes, después de una noche en la que la Fuerza Aérea israelí castigó duramente la franja con más de 70 bombardeos. El ataque israelí más contundente tuvo como objetivo el cuartel general de Hamás. No murió ninguno más de sus dirigentes, pero los muros de cemento quedaron hechos pedazos. Israel advirtió así a Hamás de que se acabó el tiempo, aunque el mensaje llegó incluso a sus aliados. El día antes el primer ministro egipcio, Hisham Qandil, celebraba allí mismo una rueda de prensa junto a los líderes de la facción palestina en la que clamaba por un alto el fuego permanente.

Nuevos aliados

Sólo el emir de Catar se atrevió hace varias semanas a pisar la Franja de Gaza, que no había recibido la visita de ningún mandatario extranjero desde que Hamás asumió el poder en 2007. Si el viernes Egipto envió allí una delegación diplomática, este sábado fue el turno de Túnez. El ministro de Exteriores tunecino, Rafiq Abdel Salam, insistió en que “lo que se le ha permitido hacer a Israel en Gaza en el pasado ya no se le va permitir, a causa de los cambios en el mundo árabe”.

Estas declaraciones son un calco de las pronunciadas el día anterior por el presidente egipcio, Mohamed Morsi. Como en Egipto, los islamistas también se impusieron en las urnas en Túnez, tras la revolución que acabó con una dictadura militar. Hasta el momento el islam político, que avanza en el mundo árabe a través de los nuevos sistemas democráticos, mantiene una línea moderada, partidaria de no alterar el statu quo. Pero el impulso de estos gobiernos aísla todavía más en la zona a Israel, que sólo cuenta como firme aliado a Estados Unidos.

El Gobierno egipcio actúa como bisagra -entre su ideología propalestina y sus décadas de alianza con Estados Unidos e Israel- que tampoco está dispuesto a romper, sobre todo debido a las circunstancias económicas. Egipto asume su papel de mediador y hasta el momento ha condenado duramente los ataques, pero no ha cometido ningún exabrupto. Más bien al contrario, Mohamed Morsi ha puesto en marcha una incesante maquinaria diplomática para tratar por todos los medios frenar la ofensiva israelí. 

"Tenemos indicios de que puede haber un alto en fuego entre ambas partes pronto, aunque de momento tampoco contamos con garantías", aseguró anoche el presidente egipcio en una rueda de prensa junto al primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, de visita en El Cairo. El líder otomano, quien había asegurado horas antes en la Universidad de El Cairo que "Israel deberá pagar por la matanza de inocentes" en Gaza, le otorgó a Egipto la confianza de otra de las grandes potencias regionales. 

Las autoridades egipcias también recibieron al líder de Hamás, Jaled Meshal, y Morsi mantuvo otra reunión con el emir de Catar, Hamad Bin Jalifa, quien últimamente incrementa su influencia en la zona. Al apoyo de todos ellos se unió el de la Liga Árabe, que mantuvo anoche una cumbre de urgencia bajo la recomendación de El Cairo. Los ministros árabes no llegaron a grandes conclusiones, aunque sí decidieron continuar enviando delegaciones a Gaza en solidaridad con los palestinos y aconsejaron a los países miembros de la Liga Árabe a revisar sus relaciones con Israel. 

Mohamed Morsi enarbola la bandera del mundo musulmán contra los ataques israelíes. Bajo el conflicto latente con Irán, Israel lanza un arriesgado órdago en medio un contexto cada vez más hostil. Pero a la vez mide a estos nuevos actores, que tendrán que enfrentarse al fantasma israelí antes de lo que esperaban.

Los misiles israelíes anuncian que sólo el tiempo separa a Gaza de una nueva incursión israelí. En la madrugada de este sábado, la Marina de Israel atacó varios objetivos situados en Ciudad de Gaza, la capital de la Franja, según confirmó el Ejército del país a primera hora del domingo. BBC informa de que Israel destruyó también el edificio que alberga las oficinas de los medios de comunicación extranjeros, hiriendo a seis periodistas.