El plan de reactivación económica da sus primeros frutos

Cuando pasan más de 200 días del mandado de Barack Obama como presidente de EEUU, el líder norteamericano sigue centrando toda su atención en impulsar un nuevo arranque en la economía nacional y mundial, así como en la reforma del sistema sanitario y el futuro del cambio climático, ejes centrales de su política social.

Obama ha heredado una situación catastrófica del anterior mandato de Bush: caída del PIB, aumento del paro, y un déficit presupuestario record. Por ello, lanzó un plan de estímulo fiscal de 780 mil millones de dólares para rescatar, especialmente, a los bancos y a la industria automotriz sin recurrir a nacionalizaciones. Los analistas creen que su plan de reactivación está dando sus primeros frutos especialmente en materia de créditos. De momento se están saneando grandes empresas a punto de quebrar, como General Motors (GM) y Chrysler.

El presidente ha declarado que estas reformas se está produciendo de una manera más lenta de lo esperado, por lo que la última medida del Gobierno de EEUU ha sido aprobar una partida de 2.000 millones de dólares para impulsar el programa “dinero por chatarra”, con el objetivo de estimular la industria automovilística. El programa ofrece entre 3.500 y 4.500 dólares para los consumidores que canjeen un vehículo viejo por uno más eficiente en el uso de combustible.

Además, a pesar de la brusca caída de los puestos de trabajo de los últimos meses, “ésta tasa es la mitad de lo que perdíamos a primeros de año”, aseguraba el mandatario a finales de esta semana en Virginia. Destacaba también, que su sistema financiero ya no está “al borde del colapso” y espera que la tasa de desempleo del país suba por encima del 10 por ciento.

En el plano internacional, Obama se ha reunido con líderes mundiales más representativos y ha participado en cumbres de alto nivel para lograr acuerdos en materia económica y comercial, aunque no se han se han tomado decisiones concretas. Por su parte, la Secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, calificó la última reunión con China, celebrada en la capital estadounidense, como un “éxito”. En dicho encuentro ambas potencias se comprometieron a trabajar juntas para la recuperación de la economía global del siglo XXI.

Otra prioridad de su Gobierno ha sido la reforma sanitaria, un problema que afecta a numerosas familias que no se pueden costear un seguro médico. Con un presupuesto inicial de de casi 630 mil millones de dólares, Obama pretende extender la cobertura sanitaria al 97% de los estadounidenses. El plan, complejo y costoso, se está negociando al mismo tiempo que están comenzando los ensayos con vacunas para la gripe A, que ya ha registrado más de 120 casos en 21 estados.

Lucha contra el calentamiento global

El último diálogo estratégico entre EEUU y China celebrado en Washington a finales de julio, culminó con un memorando firmado por Hillary Clinton y el consejero chino Dai Bingguo, en el que se comprometieron a intensificar su cooperación sobre el medio ambiente. Los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo prometieron acelerar la transición hacía una economía basada en un consumo reducido del carbón, aclaró Clinton en una rueda de prensa posterior a la reunión. Obama ya hizo un guiño a España casi un año antes, en Las Vegas, cuando citó a España como ejemplo en energías renovables y trnasporte.

El nuevo texto de Washington no define límites ni objetivos a lograr, por lo que se interpreta más como una especie de guía a seguir, especialmente de cara a la Conferencia de Copenhague que se celebrará en diciembre y que pretende impulsar el protocolo de Kioto. El líder norteamericano destacó la importancia de las energías renovables y citó a nuestro país como ejemplo en un discurso en Las Vegas pocos meses antes de las elecciones, en junio de 2008.