Los sindicatos han sacado a la calle a miles de jubilados para pedir una subida de las pensiones mayor que el 0,25% que impuso el Gobierno desde 2014 para hacer más sostenible el sistema.

Como era de esperar, la oposición se ha apuntado al carro con propuestas a cual más demagógica: nuevos impuestos, pagar pensiones con deuda, etcétera. Y el PP ha sufrido un ataque de pánico que le ha hecho subirse a ese carro: va a dar un regalo fiscal a los jubilados de más edad. Y es que ocho millones de pensionistas son muchos votos.