Cinco piezas de menos de 20 euros que pueden costar una avería de 8.000 en el coche

A lo largo de la vida de un coche pueden aparecer distintas averías, unas más dolorosas para el bolsillo que otras. Y en ocasiones, las dichosas y costosas reparaciones tienen como responsable una pequeña pieza que puede valer lo que mismo que una caña de cerveza o los 20 euros de un libro, por ejemplo. Porque si no se hace un adecuado mantenimiento, el fallo de componentes en apariencia de escaso valor pueden ocasionar averías mucho más graves.

Cinco piezas baratas... e importantes

El primer ejemplo de este tipo de piezas es la arandela del tapón del cárter. Con un coste de entre 50 céntimos y un euro, en cada cambio de aceite es necesario sustituirla. Sin embargo, si este reemplazo lo realiza un particular y no un profesional, o este no lo hace correctamente, puede derivar en un gran problema: desde aflojarse hasta partirse por completo, lo que supone la pérdida parcial o total del aceite. Y es que además del problema medioambiental y de seguridad por ir perdiendo el lubricante de nuestro vehículo, también corremos el riesgo de gripar el motor, una avería cuyo nombre ya asusta. Y el precio de su reparación lo confirma, pues puede alcanzar los 4.000 euros si se utilizan piezas de segunda mano; o los 8.000 si el propulsor es nuevo.

Y es que mantener una buena salud de nuestro motor es una tarea primordial en cualquier vehículo. Por ello, si se percibe una subida inusual de la temperatura del mismo es importante acudir con urgencia a un taller. En muchas ocasiones, el culpable es el sensor de la temperatura, con un coste de entre 15 y 20 euros. Sin embargo, si no se realiza el cambio de esa pieza, el propulsor seguirá trabajando a altas temperaturas, y tarde o temprano terminará rompiéndose.

Otro de los componentes a vigilar son las bujías. Con un coste medio de 10 a 20 euros por unidad, su mal funcionamiento no genera una avería aparatosa, pero en muchos casos sí es sinónimo de llamada a la grúa, ya que el vehículo es incapaz de continuar la marcha o da tirones constantes. En función del fabricante, se recomienda su cambio entre los 50.000 y los 90.000 kilómetros recorridos.

Uno de los elementos que más influencia tiene sobre el comportamiento del coche en carretera son los neumáticos. Es por ello que conviene prestar especial atención a una piececita que encontramos en todos ellos: las válvulas. Euromaster, que acaba de confeccionar este listado de los componentes baratos que más quebraderos pueden causar, asegura que siempre las sustituye en sus cambios de gomas, pero desafortunadamente no siempre es así en otros lugares. El deterioro de la válvula puede acabar provocando pérdidas de presión o, incluso, el reventón de la rueda y, por ende, un posible accidente. Su precio unitario no supera los 2,50 euros.

Por último, un elemento bastante olvidado, y al que muchos no prestan atención hasta que fallan, son los limpiaparabrisas. Además de ser un accesorio a revisar en la ITV, un mal estado de las escobillas supone una situación de riesgo extremo en condiciones de lluvia o nieve. Con un coste que arranca en los 15 euros, es vital cambiarlas si las gomas están agrietadas o se perciben los primeros síntomas de desgaste, como chirridos al deslizarse por la luna o líneas que deja sin limpiar al pasar por la misma.