¿Están los talleres listos para la reparación de coches eléctricos y baterías de alta tensión?

El proceso de electrificación del parque automovilístico prosigue su calendario, aunque a diferentes ritmos según la región del mundo o el país del que hablemos, y Porsche por ejemplo se ha fijado como objetivo que la mitad de todos sus vehículos nuevos vendidos en 2025 sean ya de mecánica electrificada, o que para 2030 la proporción sea superior al 80%, de modo que la firma alemana está adoptando un enfoque integral sobre este tipo de vehículos, dotados de baterías de alta tensión.

Y es que la transición de los motores de combustión a los eléctricos está cambiando el actual sistema de servicio, por lo que, siguiendo con el ejemplo del exclusivo fabricante germano, Porsche Posventa está preparando de manera sistemática a sus concesionarios con su 'Iniciativa Road-to-X', que entre otras medidas incluye algunas destinadas a aumentar la fidelidad en el servicio e impulsar la productividad de los talleres. La importancia del cambio es resumido por Daniel Schukraft, vicepresidente de Posventa y Atención al Cliente de Porsche, quien comentaba recientemente: ''Nuestros concesionarios son la cara que presentamos al cliente y los embajadores de nuestra marca en primera línea. Por esto estamos trabajando intensamente en un plan de acción para que nuestra organización de concesionarios esté lo mejor preparada posible para la era de la electromovilidad''.

Así, Porsche cuenta con un programa de tratamiento de las baterías de alta tensión mediante el cual contribuyen a la sostenibilidad y a la conservación de los recursos. Los equipos de desarrollo también se aseguran de que las baterías sean lo más sencillas posible, para que puedan ser mantenidas y, eventualmente, reparadas en los Centros Porsche cualificados durante su ciclo de vida. Por ejemplo, en las distintas versiones del Taycan, que es 100% eléctrico, se instalan entre 28 o 33 módulos, en función de la capacidad de la batería; y se puede abrir la carcasa de la batería para sustituir los módulos de celdas y otros componentes de manera sencilla y más económica para los clientes.

''La capacidad total de la batería la determina la celda más débil: si una pierde capacidad, limita la autonomía. Podemos detectar una celda defectuosa en el taller con una herramienta de diagnóstico; y si los voltajes no coinciden, ya sabemos qué módulo hay que reemplazar antes de iniciar la reparación'', explica Christian Brügger, que trabaja en Ingeniería de Productos Eléctricos en Posventa de Porsche. Con el fin de satisfacer el interés de sus clientes por la capacidad y el estado de la batería de alto voltaje, Porsche se ha esforzado en permitir el análisis del Taycan en talleres que utilizan equipos de diagnóstico de la marca. Los detalles del proceso de lectura se enviaron a los Centros Porsche a comienzos de marzo, lo que les permitió ver los datos de forma independiente y enviárselos a cada cliente. Sin embargo, Porsche también tiene previsto ofrecer una aplicación que permitirá a los propios clientes conocer el estado en que se encuentra su vehículo.

Otra vida para celdas inservibles

Los módulos que ya no sirven para alimentar un vehículo, pero que aún son funcionales, se pueden utilizar para instalaciones estacionarias. Como parte de su estrategia de segunda vida, Porsche está trabajando en un proyecto piloto que permitirá reutilizar las baterías de alta tensión: se desmontan hasta el nivel del módulo y se utilizan en esas instalaciones. Sumado a esto, y en colaboración con el Grupo Volkswagen y otros socios industriales, Porsche ha ido introduciendo mejoras continuas en sus actuales sistemas de reciclaje, que aumentan la proporción de materias primas en un proceso circular, así como la reutilización de estos mismos materiales en nuevas baterías.

También se ha desarrollado un concepto integral para el mantenimiento de los vehículos Porsche totalmente eléctricos. Y es que un eléctrico, en este caso el Taycan, tiene unas operaciones de servicio y eventuales reparaciones muy diferentes a las de los vehículos con motor de combustión. Por ejemplo, su intervalo de servicio es de dos años o 30.000 kilómetros. Tampoco son ya necesarias operaciones como la sustitución de bujías o los cambios de aceite, lo que significa hasta un 30% menos de trabajo de mantenimiento. Además, la cadena cinemática eléctrica, que incluye la batería de alta tensión, no requiere de ningún tipo de mantenimiento. Sin embargo, para los trabajos de reparación en vehículos eléctricos se necesita una formación experta y herramientas especializadas, que los Centros Porsche deben obtener antes de poder llevarlos a cabo.

El concepto de mantenimiento en un vehículo eléctrico comprende, por tanto, varias etapas. La base de las mismas son las instalaciones de servicio de alta tensión en un Centro Porsche. Para los lugares donde no haya uno de estos al que acceder, el fabricante alemán está creando centros para varias regiones que puedan realizar la reparación de modelos de alta tensión, aparte de los Centros Porsche. Así, los vehículos se trasladan desde el Centro Porsche hasta el taller especializado en trabajos de alta tensión, donde se reparan antes de ser devueltos al taller de origen. Si no es posible transportar el vehículo a un centro especializado, se recurre a un técnico de reparación ambulante, que se trasladará hasta donde se encuentre el vehículo.

Para afrontar la reparación, en el caso de Porsche se han definido tres niveles de cualificación: electricistas cualificados, que tienen una formación básica que les permite realizar operaciones sencillas como cambiar los neumáticos o las escobillas del limpiaparabrisas; técnicos de alta tensión, capacitados para realizar operaciones en vehículos que han sido desconectados del suministro de corriente, y que están familiarizados con la clasificación y el almacenamiento de las baterías de litio, por lo que pueden retirar o embalar baterías; y los expertos en alta tensión, que tienen el nivel más alto de cualificación del Centro Porsche, siendo los únicos autorizados para realizar trabajos en el interior de las baterías y, si tuvieran fallos de aislamiento, manipularlas, prepararlas y embalarlas para su transporte.

Por el momento Porsche ha desarrollado un programa específico de formación, centrado en las dos funciones más especializadas, que incluye aprendizaje a través de la web, material didáctico y sesiones presenciales. Actualmente solo forman a estos expertos de manera centralizada en los Centros Porsche, pero a lo largo de este año quieren descentralizarlo y, para ello, están planeando establecer ocho centros de formación repartidos por todo el mundo.