¿Recuerdas el Countach destrozado de 'El Lobo de Wall Street'? Pues ahora vuelve a ser noticia

Hace diez años se estrenaba en los cines 'El Lobo de Wall Street', una película dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por Leonardo DiCaprio, junto a Margot Robbie, Jonah Hill y Matthew McConaughey. Su éxito fue tal que logró recaudar 406,9 millones de dólares (380 millones de euros al cambio actual), convirtiéndose en la cinta más taquillera de Scorsese, además de conseguir múltiples nominaciones a diferentes premios de la industria cinematográfica, entre ellas el Globo de Oro al Mejor Actor, que se llevó DiCaprio. Y el film presume, incluso, de una curiosa particularidad, ya que obtuvo un récord mundial Guinness al ser la película con mayor número de palabras malsonantes en la historia del cine.

Una de las escenas más recordadas de la película la protagonizan DiCaprio y un Lamborghini Countach, que conduce Jordan Berlfort, el personaje que interpreta DiCaprio, bajo la ingesta de drogas, siendo golpeado por otros coches durante varios kilómetros, aunque el protagonista pensase que todo iba de cine. Y, como si hubiese estado en una cápsula del tiempo, la unidad lleva diez años guardada, intacta, por así decirlo, tras el rodaje; ya que ninguno de los golpes que sufría en la película fue reparado. Ahora, Bonhams, la empresa británica especializada en subastas, ha vuelto a convertir en noticia a este peculiar coche porque lo sacará a subasta el próximo 25 de noviembre en Abu Dhabi, coincidiendo con la última carrera de la temporada de la Fórmula 1. Se estima que alcance un precio que ronde entre 1,5 y dos millones de dólares.

Además, quien tenga la fortuna de adquirir este cinematográfico Countach, recibirá uno de los cuatro trajes más emblemáticos de la película, con zapatos incluidos, dos sudaderas originales del equipo, dos DVD de la película, y una silla del director y una claqueta firmada por Scorsese, DiCaprio y Robbie. Además, Bonhams afirma que todos estas piezas están respaldadas por fotografias de la película, imágenes detrás de escena y cartas de autenticidad.

La verdad del rodaje

La propia Bonhams se ha encargado de desvelar los detalles del rodaje de la película. Y es que ahora ya conocemos si realmente el coche destrozado es un Countach real o estamos ante una réplica. Y la respuesta, seguramente, no gustará a los amantes del superdeportivo italiano, un icono para muchos aficionados en los años 80 del pasado siglo. Porque, en realidad, en 'El Lobo de Wall Street' se utilizaron dos Countach originales. El que protagonizará la subasta salió en pantalla durante tres minutos y 11 segundos, y se trata de una de las 658 unidades producidas con especificaciones estadounidenses por el 25 aniversario de la marca. De hecho, y es un dato para los más curiosos, Bonhams ha dado a conocer, incluso, el número de bastidor del coche (ZA9CAOSA6KLA12692), para demostrar que se trata de un Countach original.

Durante la filmación, la escena en la que el coche circula con la puerta abierta y choca con varios vehículos y objetos sucedió de verdad, golpeando incluso con un buzón. Pese a esta situación, el Countach no sufrió grandes daños. En ese momento, Scorsese ordenó utilizar un coche adicional y un camión para infligir más desperfectos en el Lamborghini y así lograr una apariencia más destrozada. De este modo, la imagen en la memoria del público del Countach golpeado fue fruto de los estragos reales, provocados al impactar contra coches y otros obstáculos, y del trabajo extra de Scorsese y todo su equipo.

No obstante, en la película hay escenas posteriores donde el Lamborghini aparece perfecto. Para ello, se alquiló un segundo Countach que tiene una presencia menor: en concreto, 16 segundos. Y, por si alguien desconfía de que fuese una unidad auténtica, su número de chasis es ZA9CA05A0KLA12722. Este segundo vehículo era un poco distinto al Countach accidentado, pues, entre otras diferencias, carecía de alerón trasero, tenía un volante blanco y negro, y su parachoques delantero era completamente diferente al del mercado europeo. Para evitar los gazapos, en estas breves tomas el equipo de la película tuvo que transferir el alerón trasero de un coche a otro para que los espectadores no notasen que se trataba de otro Lamborghini Countach.