Ni 70.000 coches afectados, ni batería defectuosa: ¿Alerta de seguridad exagerada?

El sistema de alertas rápidas Safety Gate, dedicado a emitir avisos sobre productos peligrosos no alimentarios en los países de la Unión Europea, así como en Noruega, Islandia y Liechtenstein, advertía días atrás sobre un problema de seguridad que afecta a coches de Citroën, DS y Peugeot, lo que fue recogido en España por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), que el pasado martes emitía un comunicado donde alertaba de la "batería defectuosa en varios modelos", un problema que según los expertos de dicha organización "podría llegar a afectar a 70.000 coches en España". Según la OCU, los vehículos implicados serían cuatro: Citroën C5 Aircross (fabricados entre el 20/01/2021 y el 10/01/2023), el DS7 Crossback (fabricados entre el 19/02/2019 y el 22/11/2022), el Peugeot 3008 V2 (fabricados entre el 12/03/2019 y el 12/12/2022) y el Peugeot 508 V2 (fabricados entre el 10/07/2019 y el 25/01/2023).

Al habla con diversos responsables del grupo Stellantis, al que pertenecen todas las marcas, El Confidencial ha podido saber que habría un quinto modelo afectado, concretamente el Opel Grandland (fabricados entre el 02/07/2019 y el 27/01/2023), pero que el total de unidades llamadas a revisión se rebaja de las 70.000 estimadas por OCU a las 16.000 que, en realidad, estarían afectadas en nuestro país por el problema. Además, desde Stellantis se puntualiza que las baterías no son defectuosas, y que no será necesario cambiarlas ni intervenir directamente sobre ellas. Porque a pesar de que el comunicado de la OCU se refiere en su título a "baterías defectuosas", después explica que "una infiltración puede provocar la corrosión de las baterías, dando lugar a un riesgo de incendio en determinados vehículos fabricados entre 2019 y 2023".

Según las fuentes de Stellantis consultadas, el problema estaría en una chapa protectora de la batería, dotada de varios orificios de desagüe que, bajo determinadas condiciones, podrían acumular suciedad hasta obturarse, favoreciendo la acumulación de pequeñas cantidades de agua que, a largo plazo, podrían provocar la corrosión de esa zona e, incluso, de los soportes de la batería, lo que a su vez podría acabar afectando a este elemento y, en situaciones extremas, provocar un incendio. Al parecer, no se ha dado ningún caso, pero las cuatro marcas de Stellantis llevan tiempo poniéndose en contacto con los propietarios de esos 16.000 vehículos afectados por la campaña de recuperación; un proceso gratuito para el cliente y relativamente habitual en la mayoría de los fabricantes de automóviles.

En esta ocasión, al parecer, la operación de mantenimiento de seguridad lleva menos de media hora, pues consiste básicamente en ampliar el diámetro de los orificios mediante un taladro, tras lo cual se aplica una sustancia anticorrosiva en la zona intervenida. Y buena parte de los coches que deberán pasar la revisión ya han visitado el taller para esa pequeña modificación, como demuestra el ejemplo de Citroën, con unas 2.000 unidades afectadas en nuestro país, de las que un 40% ya habrían sido corregidas en las últimas semanas a través de su red oficial.

Aunque el fabricante suele ponerse en contacto con los propietarios del vehículo para concertar una cita, los usuarios que no hayan recibido ninguna comunicación de la marca o de la DGT, o que tengan dudas al respecto, pueden consultar en un servicio oficial de la marca o a través de la web del fabricante, que ofrece información sobre las posibles campañas de recuperación que afectan a nuestro coche, para lo cual solo tendremos que indicar el código VIN de nuestro vehículo.