Así queda la gama del Mazda2, con dos coches diferentes... que comparten nombre

Con la introducción del nuevo Mazda2 Hybrid, la gama de acceso en la marca japonesa pasa a estar formada realmente por dos coches que se llaman igual, Mazda2, pero son totalmente distintos, pues continúa a la venta el Mazda2 convencional, que además acaba de protagonizar una actualización de cara a este 2022. Puede extrañar, pero es así: porque el nuevo Mazda2 Hybrid, que ya está en los concesionarios, es en realidad un Toyota Yaris Hybrid con los emblemas de Mazda, pues de hecho lo fabrica Toyota en su planta francesa de Valenciennes; mientras que el Mazda2 'a secas' es el fabricado por la propia Mazda en la factoría de Yamaguchi, en Japón.

Entre los dos existen algunas similitudes. Por ejemplo, que con independencia de cuál elijamos, la etiqueta que luciremos en nuestro parabrisas será la misma: la 'eco' de la DGT. Sin embargo, el Mazda2 Hybrid (Toyota Yaris) cuenta con una mecánica híbrida eléctrica autorrecargable HEV compuesta por un propulsor 1.5 de gasolina de tres cilindros con 93 caballos y un motor eléctrico añadido de 80 CV, lo que deriva en un total combinado de 116 CV de potencia, mientras que el Mazda2 e-Skyactiv G, que es el desarrollado por Mazda, cuenta con un motor de gasolina 1.5 de cuatro cilindros que genera 90 caballos, dotado en este caso de una tecnología de hibridación suave MHEV denominada M Hybrid, con un condensador de 22,5 voltios en lugar de la clásica batería auxiliar de 48 voltios que suelen utilizar este tipo de mecánicas.

Por tanto, aunque ambas tecnologías son muy distintas, y la de Toyota implica una mayor electrificación que la de Mazda, el resultado en cuanto a restricciones, lugares a los que podremos pasar y demás beneficios de llevar una etiqueta 'eco' en la luna delantera será el mismo en ambos. Y si una diferencia importante está en el rendimiento, pues el Mazda2 Hybrid 'by Toyota' totaliza 26 caballos más que el Mazda2 e-Skyactiv G 'by Mazda', otra reside en el tipo de transmisión, ya que el Mazda2 Hybrid (175 km/h de velocidad punta y aceleración de 0 a 100 km/h en 9,7 segundos) tiene cambio automático CVT, de variador continuo, y el Mazda2 de siempre (183 km/h de velocidad punta y aceleración de 0 a 100 km/h en 9,8 segundos) opta por una caja manual de seis velocidades.

Importante diferencia de consumo

Y aunque ambos obtengan la misma etiqueta ecológica, los consumos oficiales de uno y otro están bastante alejados, aunque los dos presuman de ahorradores. El Mazda2 Hybrid homologa un gasto combinado en ciclo WLTP de 3,8 l/100 km, y sus emisiones de CO2 son de 87 g/km, mientras que el Mazda2 e-Skyactiv G homologa 4,7 l/100 km y 107 g/km. El primero aún no hemos tenido oportunidad de probarlo, aunque la lógica apunta a una similitud absoluta con el Toyota Yaris Hybrid 120H, mientras que el Mazda2 'de Mazda' ha vuelto a pasar por nuestras manos días atrás, coincidiendo con su actualización. Y tras probarlo a fondo en una ruta con mucha autovía, carreteras de montaña y bastante movimiento entre pequeños pueblos obtuvimos una media de 5,2 l/100 km, a velocidades legales y practicando una conducción que no buscaba obtener la máxima eficiencia, lo que nos parece un gasto realmente comedido.

En términos de tamaño, los dos son vehículos urbanos, con unas medidas de 3.940 milímetros de largo, 1.745 de ancho y 1.500 de alto en el caso del Mazda2 Hybrid, mientras que el Mazda2 'de siempre' propone una carrocería ligeramente mayor, con 4.065 milímetros de largo, 1.695 de ancho y 1.495 de alto, y un volumen de maletero que alcanza los 255 litros. Curiosamente, algo menos que el Mazda2 Hybrid, que anuncia 286 litros, cifra que nos soprende un poco porque son 16 litros más que los homologados por Toyota en su Yaris Hybrid... que es el mismo coche.

¿Y las facturas? Aquí la comparación de los dos modelos de la gama Mazda2 no es posible todavía, pues el Mazda2 Hybrid aún no tiene precios en España, por lo que habrá que esperar para saber qué diferencia le separa de su 'hermano', el Mazda2 e-Skyactiv G, cuya gama 2022 arranca en 19.560 euros, sin ayudas ni descuentos. Aunque si nos acogemos a ellos, se puede obtener desde 16.160 euros.

Y es que este Mazda2 2022 no solo se mantiene en el mercado tras la llegada de su 'hermano-rival', sino que se ha renovado ligeramente. Por ejemplo, su motor estrena un nuevo sistema de regeneración de energía en fases de frenado y deceleración, lo que sumado a otros detalles modificados hace que el consumo se reduzca en torno a un 10-11%. También se añaden dos nuevos tonos para la carrocería (Platinum Quartz y Deep Crimson) y el nuevo nivel de acabado Homura, con llantas de 16 pulgadas (aunque la gama también cuenta con unas de 15) y la conectividad con Apple CarPlay y Android Auto para nuestro smartphone, disponible gracias al sistema Mazda Connect, de serie en toda la gama.

Además, durante nuestras dos tomas de contacto en la última semana (una por los alrededores de Barcelona y otra viajando ida y vuelta entre Madrid y Cantabria) hemos constatado con el Mazda2 que por sensaciones, tacto general y materiales puede mirar de tú a tú a vehículos del segmento prémium, impresión que solemos tener con muchos modelos de la firma nipona. Es un vehículo muy agradable y superior en dinámica a muchos de sus rivales, con una dirección muy directa, un recorrido y manejo del cambio realmente preciso y unos consumos más que correctos.

Como puntos negativos podríamos destacar el espacio de su maletero o unas plazas traseras justas si comparamos con utilitarios de su talla como Seat Ibiza, Volkswagen Polo, Skoda Fabia, Hyundai i20... Además, el Mazda2 2022 tampoco dispone de una pantalla táctil, pues el sistema de infoentretenimiento que preside el salpicadero se opera a través de una rueda de selección situada junto a la palanca del freno de mano, detalle algo anticuado para los tiempos que corren. Por último, las prestaciones también se nos antojan pobres para salir a carretera, ya que los larguísimos desarrollos del cambio apagan las reacciones del motor y obligan a reducir marchas para afrontar adelantamientos o superar mínimos repechos de autovía.