Macbor Rockster/Flat 125, dos variantes de una 'custom' al alcance de todos

Macbor es un fabricante español que inició su andadura como productor de motos infantiles, pero en 2017 dio un paso adelante y comenzó a fabricar auténticas motos de adulto, siendo precisamente la Macbor Rockster 125 el primer modelo de esta etapa. Macbor produce en China sobre una base de modelos en los que introduce una serie de modificaciones, y así ha completado una variada gama de modelos de diferentes estilos y cilindradas.

Ahora, en 2023, el fabricante español entra en una nueva fase, que es la elaboración de sus propios diseños en su sede barcelonesa, encargando directamente su producción en China, una etapa que arrancó precisamente durante el estallido de la pandemia y que se ha podido culminar ahora. Y ha querido Macbor que esta nueva etapa se inicie, precisamente, con la Rockster 125, que junto con la Montana XR1, serán los primeros diseños nacidos expresamente en Rubí (Barcelona). En el caso de la Rockster hay 22 componentes nuevos, matrices producidas en España que se envían al fabricante chino correspondiente para que inicie la producción en serie.

Es decir, que si en el pasado podíamos ver otra marca diferente con una enorme analogía con una Macbor Rockster, esto ya no va a suceder nunca más. Estos cambios, necesarios para afirmar la identidad de la marca, no han impedido que el espíritu Rockster se reafirme en este nuevo diseño, que mantiene sus formas estilizadas y atractivas y su facilidad de manejo como una de sus señas inconfundibles.

En esta ocasión, la Rockster se presenta en dos versiones. La convencional, que ya existía desde 2017, y la versión Flat. Ambas comparten el mismo motor de la primera versión, que es lo único que no cambia. Se trata de un monocilíndrico de cuatro tiempos SOHC de dos válvulas refrigerado por aire, con 124,7 cc de cilindrada y 10 CV de potencia a 8.500 rpm, y un par motor de 9 Nm a 6.500 rpm. Es un motor sencillo, fiable y efectivo, de bajo consumo, apto para la Euro 5 y la futura Euro 5+, que Macbor ha preferido mantener dado el buen resultado que le ha dado en su primera versión.

Mantiene chasis y suspensiones, pero el resto de la moto cambia por completo: conjunto depósito-asiento, manillar, llantas, escape... También la instrumentación, que es una esfera digital LCD con la información básica e imprescindible, o la iluminación, que ahora es full LED.

La estética es lo que diferencia a la Rockster de la versión Flat. La primera tiene manillar estilo cuernos de vaca, estribos con plataforma y respaldo para el pasajero. La Flat tiene manillar plano, estribos convencionales, pero adelantados como en la Rockster, y un asidero para el acompañante.

La Rockster 125 se presenta en dos colores, negro o rojo, y su PVP es de 2.699 euros. Por su parte, la Rockster Flat 125 tiene tres decoraciones, verde, negro y amarillo, y su PVP es de 2.799 euros. Durante algún tiempo convivirán con las últimas unidades de la primera versión, que se comercializa a un precio de 2.299 euros. Como opción, dispone de accesorios como alforjas y defensas.

En marcha

Aunque no seas un fanático del mundo custom, esta moto te entra por los ojos, por su acertado diseño, buenos acabados y una decoración realmente atractiva. Llaman la atención especialmente los acabados en verde y amarillo de la Rockster Flat, que son verdaderamente preciosos.

Es una moto sencilla y fácil de manejar. Primero porque su bajo asiento de 730 mm de altura hace que sea accesible a cualquier persona. Y, en segundo lugar, por su reducido peso: 130 kilos en la Rockster y 127 kilos en la Rockster Flat, lo que ayuda a manejarla con soltura.

No puedes esperar grandes prestaciones de una moto de sólo 10 CV de potencia, en la que prima la eficiencia y la fiabilidad. Hay que llevar el motor a un régimen alto para obtener una respuesta efectiva, pero a cambio no es ni demasiado ruidoso ni vibra en exceso, con lo que su uso resulta de lo más agradable. La postura de conducción es relajada, tanto con manillar alto como con el bajo, y hay un control de la moto absoluto, ofreciendo la clásica imagen de una moto custom.

Su motor estira hasta las 8.500 rpm, y en quinta velocidad permite situarse en torno a los 100 km/h, pero conviene no dejar caer el motor de vueltas para no perder capacidad de respuesta; así que hay que moverse con agilidad en esa caja de cambios de cinco velocidades, que tiene un accionamiento bastante suave. Por su comportamiento, se muestra ideal tanto para la ciudad como para las travesías interurbanas, en los anillos de circunvalación donde se rueda a un ritmo constante de 90-100 km/h. En carretera se mueve con agilidad, pero en las fuertes pendientes sale a reducir su escasa potencia.

La parte ciclo cumple, aunque la frenada, que se apoya en un sistema CBS, es mejorable. No obstante, como es una moto ligera y no muy veloz, sale airosa de cualquier apuro.

Macbor ha hecho una apuesta importante por un segmento de nicho, el de las custom 125, que hasta ahora tenía pocos actores en juego. Sin embargo, este segmento ha cobrado un súbito interés y el fabricante español tiene un producto para copar una buena porción de ese pastel.

Ficha técnica: Macbor Rockster/Flat 125

Motor: Monocilíndrico, SOHC, 2 válvulas, refrigerado por aire.

Cilindrada: 124,7 c.c.

Potencia máxima: 710 CV a 8.500 rpm.

Par máximo: 9 Nm a 6.500 rpm.

Distancia entre ejes: 1.435 mm.

Peso: 130/127 (Flat) kg.

Frenos: CBS de doble canal, un disco de 267 mm delante, un disco de 240 mm detrás.

Neumáticos: 100/90-18 delante y 130/90-15 detrás.

Depósito de combustible: 13,5 litros.