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Seat invirtió en formación 17 veces la media española en 2018
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ADAPTAR LAS PLANTILLAS A LOS NUEVOS TRABAJOS

Seat invirtió en formación 17 veces la media española en 2018

Según su presidente, Luca de Meo, uno de cada cuatro coches vendidos por Seat en 2025 será eléctrico.

Foto: Luca de Meo durante su intervención sobre innovación y tendencias de la industria en Madrid.
Luca de Meo durante su intervención sobre innovación y tendencias de la industria en Madrid.

Los límites impuestos por la Unión Europea para las emisiones de los vehículos harán que las ventas de coches eléctricos se disparen en los próximos años. Según explicó Luca de Meo, presidente de Seat, la marca española deberá vender en el año 2025 un 25% de sus coches con cero emisiones, coches eléctricos puros, para conseguir cumplir con los objetivos impuestos por la UE.

El sector del automóvil está cambiando muy rápido como consecuencia de la llegada de nuevas tecnologías, del coche eléctrico y autónomo, entre otras, y es tarea de los fabricantes conseguir hacer coches adaptados a las nuevas normas y a las necesidades de los conductores. Pero hay que conseguir hacer vehículos accesibles para los clientes. Ese es el gran reto al que se enfrenta la industria del automóvil, que en el caso de España supone el 10 % del PIB en estos momentos.

De momento, Seat no ofrece ningún modelo eléctrico en su gama y su apuesta por energías alternativas se centra ahora en los modelos de gas natural comprimido. Sin embargo, la marca tiene previsto lanzar en 2020 dos modelos eléctricos y completar su oferta con otros vehículos híbridos enchufables entre los que sin duda el nuevo León será el abanderado.

Seat no ofrece ningún modelo eléctrico en su gama y su apuesta por energías alternativas se centra ahora en los modelos de gas natural comprimido

Durante la jornada 'El Ágora" organizada por 'El Economista', De Meo destacó que se ha creado un debate absurdo en torno a los motores de combustión. Los actuales, los que cumplen con la normativa Euro 6, contribuyen a reducir los niveles de contaminación y a rejuvenecer la edad media del parque automovilístico. Sin duda, este es uno de los problemas clave de la automoción en España, con una media de 12 años de antigüedad y creciendo.

En este sentido, De Meo dijo que el 80 % del impacto de la contaminación provocada por el automóvil proviene de los vehículos con más de diez años. "El problema está ahí, y las proyecciones nos dicen que el parque automovilístico español está envejeciendo cada vez más en lugar de rejuvenecerse".

Dentro de su exposición sobre innovación y tendencias de la industria, De Meo hizo mención a la importancia de la formación para los trabajadores del sector de automoción y la necesidad de ir adaptando el trabajo de los operarios a las nuevas tecnologías que exige el automóvil del futuro. En este sentido, destacó que en 10 años el 50 % de sus empleados trabajarán en puestos de trabajo distintos a los que ocupan ahora y que algunos de esos puestos ni siquiera existen a día de hoy. "Un coche eléctrico necesita menos mano de obra para su producción, pero requiere muchos más programadores en su desarrollo".

Por este motivo, Seat invirtió el año pasado casi 23 millones de euros en formación de sus trabajadores, el equivalente a 1.500 euros por empleado. Es una cifra que está 17 veces por encima de la media española de formación. Según las palabras del presidente de Seat, ayudar a sus empleados a reinventarse es clave.

La importancia de las baterías

Las baterías son un aspecto muy importante de cara al coche eléctrico. Según De Meo, Europa necesita capacidad de producción de baterías, un sector industrial dominado en la actualidad por países asiáticos como Japón, Corea del Sur y China. "Es un reto para la industria del automóvil, que va a empujar, pero tampoco puede hacer todo el trabajo". Y destacó que junto a las fábricas en las que se vayan a hacer coches eléctricos habrá que montar plantas de producción de baterías, porque son muy pesadas y delicadas de transportar y no se pueden trasladar lejos por problemas logísticos.

Las baterías de un coche eléctrico conllevan tres fases de trabajo muy diferenciados. Por un lado la producción de las celdas básicas, que es el primer paso. Este proceso requiere algunos materiales poco frecuentes, como litio o cobalto. Una segunda fase es el montaje de las baterías completas, el ensamblado de la celdas, que es una operación más sencilla y que tiene que hacerse cerca de la propia factoría.

Pero hay una tercera parte del trabajo de las baterías, igual de importante o más, que es el software que permite la mejor utilización de la batería, obtener el máximo rendimiento y mejorar su autonomía. Y ese último es un trabajo que hacen programadores e ingenieros y que solo requiere un ordenador para poder hacerlo, y el conocimiento específico necesario. Para ello, la formación es la clave para el futuro de la industria de automoción.

De Meo destacó el importante papel que Seat va a jugar en los próximos años en el desarrollo del coche eléctrico dentro del Grupo Volkswagen. La marca española está desarrollando una nueva plataforma para coches eléctricos del grupo, la MEB, pero adaptada a vehículos de cuatro metros. Es un desarrollo importante porque este tipo de coches, con modelos como el Seat Ibiza o el Volkswagen Polo, son vehículos que se adaptan perfectamente a una nueva movilidad eléctrica urbana e interurbana.

Los límites impuestos por la Unión Europea para las emisiones de los vehículos harán que las ventas de coches eléctricos se disparen en los próximos años. Según explicó Luca de Meo, presidente de Seat, la marca española deberá vender en el año 2025 un 25% de sus coches con cero emisiones, coches eléctricos puros, para conseguir cumplir con los objetivos impuestos por la UE.

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