Nuevo 308, un antes y un después para la marca francesa Peugeot

El próximo 10 de octubre se inicia la venta en el mercado español del nuevo Peugeot 308, un coche que salvo el nombre y su integración en el segmento de los vehículos compactos guarda pocas analogías con su antecesor. Es un vehículo muy bien equipado, con un comportamiento en carretera excelente y cuya estética recuerda en algunos aspectos al Volkswagen Golf, su gran rival.

La marca francesa ha preparado a conciencia su nueva estrategia dentro del segmento compacto y este nuevo 308 es un buen cóctel que combina una plataforma más ligera, una gama de motores eficientes y un equipamiento muy completo, con elementos muy innovadores en su segmento.

También su estética es nueva y ahora proporciona un aspecto más parecido al de su gran rival, el Golf. Tiene unas formas parecidas, ofrece una longitud más corta y también es más ancho, pero sobre todo es más bajo que su antecesor. Y con ello proporciona un aspecto mucho más dinámico que el modelo al que sustituye.

Su interior sorprende y es que nada más ver su habitáculo lo que más llama la atención es su buena calidad de terminación y el hecho de tener en el centro de la consola una pantalla que aglutina casi todos los sistemas del vehículo. Esto es, radio, climatización y navegador como aspectos más destacados. Y esto permite que en su consola no haya casi ningún botón, lo que proporciona un aspecto de mayor serenidad a sus ocupantes.

Pero hay muchas cosas que llaman la atención en el 308 junto a la gran calidad de terminación. Los materiales empleados en todo el cuadro de instrumentos, y esto es también aplicable a los asientos, es muy bueno. La calidad percibida del nuevo 308 no tiene ni punto de comparación con la de su antecesor. Y otro aspecto en el que el nuevo 308 es una referencia es en su equipamiento de seguridad. Radar frontal, controlde crucero adaptativo, alerta de riesgo de choque, alerta de cambio de carril y frenado de urgencia son los más destacables

Una vez sentados en el puesto de conducción hay dos aspectos especialmente llamativos. Por un lado la presencia de un volante muy pequeño, casi diría que exageradamente pequeño cuando se trata de verlo la primera vez en parado. Parece que uno no se va a hacer con el control del coche con un volante tan pequeño.

Pero la realidad es otra muy distinta, y desde el primer momento el coche se controla perfectamente con este mini-volante. Además, el tacto que proporciona es realmente magnífico. Es duro, al menos suficientemente duro como para que su conductor sepa en todo momento lo que está haciendo el coche. Pero al mismo tiempo ofrece la suficiente asistencia para que sea agradable conducir con él.

Y hay otro aspecto aún más llamativo. Hacen falta unos segundos para darse cuenta pero es realmente llamativo. El cuadro de instrumentos va situado por encima del volante, y por ello ofrece buena visibilidad, algo que sin duda se puede hacer gracias a que su volante es muy pequeño. Con ello, la posición de conducción es extraña, diferente, pero buena.

Pero cuando nos fijamos en el cuadro de instrumentos vemos un reloj a la izquierda para el velocímetro y otro a la derecha para el cuentavueltas. Hasta aquí nada especial, pero lo diferente es que el cuentavueltas funciona al revés que en todos los coches. Es decir, que gira en sentido contrario a las agujas del reloj. O dicho de otra forma, que el cero está abajo a la derecha y la aguja va subiendo en sentido contrario al reloj, llega a la parte superior en torno a las 3.500 vueltas y baja hacia el centro del cuadro en la zona de las 5.000 e incluso las 6.000 rpm.

El cuadro de instrumentos, con esta importante salvedad, resulta muy fácil de controlar, y en el centro tenemos una pantalla con información del navegador, del kilometraje y de todos los datos adicionales disponibles. Un cuadro que yo diría que es muy distinto, pero también muy bueno.

Hablemos ya de su comportamiento. El coche transmite una sensación de aplomo realmente buena y supone una notable mejora con respecto a su antecesor. Si el viejo era más inestable, más movido, más juguetón, o en una palabra menos preciso, en el nuevo hay una sensación de aplomo muy destacable. Parece que es difícil sacar al coche de la carretera, por más que se intente.

Su mayor distancia entre ejes juega a su favor, pero sobre todo lo hace el hecho de ser más bajo y de contar con 140 kilos menos de peso, lo que reduce drásticamente las inercias y permite la máxima precisión en su comportamiento.

La postura de conducción, es como les decía antes, muy buena. El asiento permite todos los reglajes para encontrar la posición idónea, aunque al principio cuesta encontrarla por el tamaño de su volante. Lo que menos me ha gustado del coche es el manejo de la palanca de cambios. Los desplazamientos de la palanca son bastante largos, y además esta operación no resulta muy fácil. El respaldo del asiento obstaculiza la maniobra del cambio hacia la 2ª o la 4ª marchas.

Pero el coche es muy agradable de conducir, ofrece buena estabilidad y unos frenos más que suficientes. Además, transmite al conductor una precisión que pocos coches ofrecen. Y es algo muy de agradecer.

Hablemos de motores. La gama que hemos podido conducir en esta primera toma de contacto en Alsacia, en las proximidades de la planta de Sochaux en la que se fabrica el nuevo modelo, han sido el 1.6 HDi de 115 caballos, un motor excepcional por otra parte, y la variante más potente de gasolina con el motor turboalimentado de 155 caballos.

Si el primero resulta ideal para una conducción normal, en el segundo encontramos un comportamiento más deportivo en busca de unos límites del coche que están muy bien posicionados frente a su competencia.

La gama con la que se lanzará el nuevo 308 a partir del 10 de octubre está formada por tres motorizaciones de gasolina y otras dos de gasóleo. De las primeras el punto de partida es el 1.2 VTi de 82 caballos, y por encima el 1.6 THP de 125 caballos, mientras que como tope de gama se sitúa el mencionado 1.6 THP de 155 caballos. Y en diesel el acceso es el 1.6 HDi de 92 caballos mientras que el diesel más potente, de momento, es el 1.6 de 115 caballos.

Eso sí, la gama se ampliará unos meses más tarde de su lanzamiento, previsto para el 10 de octubre con tres interesantes opciones. Por un lado un propulsor de gasolina de tres cilindros y 1,2 litros con potencias de 110 y 130 caballos respectivamente, el último de ellos disponible tanto con un cambio manual como uno automático que ya cumplirá la normativa Euro 6.

La otra novedad viene con la nueva tecnología BlueHDi. En este caso son motores que emplean el aditivo AdBlue con el que se consigue una drástica reducción de los óxidos nitrosos, uno de los compuestos más contaminantes provocados por el automóvil. Los nuevos motores BlueHDI serán un 1.6 de 120 caballos y como tope de gama el 2.0 que eroga una potencia de 150 caballos. Este propulsor se ofrecerá con cambio manual o automático.

Lo mejor de esta gama de gasóleo es que reduce los óxidos nitrosos en un 90%, las partículas no quemadas, mediante el filtro de partículas, en un 99,9%, y además, por si todo esto fuera poco, también reduce el consumo con respecto a su antecesor. Estos nuevos motores, tanto en su variante de gasolina como de gasóleo, se ofrecerán la próxima primavera en el nuevo 308.

En cuanto a sus precios, son realmente competitivos. Y es que la versión de acceso, el 92 caballos con el acabado Access, cuesta 13.900 euros con el plan Pive y el descuento de lanzamiento incluidos. Y hablando de versiones de gasolina, el de 125 caballos con el acabado Active sube hasta los 17.400, mientras que el tope de gama, el Allure con el motor de 155 caballos, se sitúa en los 21.150 euros.

En cuanto a las variantes diesel, el punto de partida es el Access de 92 caballos, que cuesta 15.890. El acabado Action con motor de 92 caballos se sitúa en los 17.500 euros, mientras que la versión mejor equipada, el Action de 115 caballos, está en los 20.700 euros. Todos estos precios son con Plan PIVE y ayuda al lanzamiento de Peugeot ya incluidos.

Sin duda la marca Peugeot apuesta a tope de por su nuevo modelo, el 308, un vehículo con el que aspira a situarse en las primeras posiciones del segmento más competido, pero también el que más volumen tiene dentro del mercado del automóvil.

Por ello ha preparado una interesante campaña de lanzamiento. Por un lado a los 2.210 euros del Plan Pive se suman otros 1.000 euros más de ayuda al cliente. Con ello, se queda ese precio de partida de 13.900 euros. Además, en las versiones Active se añade de forma gratuita en el precio el navegador, mientras que en los acabados Allure se añade el techo eléctrico. Y también hay una oferta de 4 años de mantenimiento, con piezas y mano de obra, por un precio simbólico de 308 euros.

A esta presentación ha asistido el presidente de la filial española de la marca, Rafael Prieto, que al mismo tiempo es también presidente de la Asociación de Fabricantes de Automóviles y Camiones, ANFAC. Esto demuestra la importancia que para la marca francesa y para su filial española tiene este nuevo modelo.

Según Rafael Prieto, “el nuevo Peugeot 308 representa un antes y un después en la marca. Busca ser uno de los grandes en el segmento más grande del mercado. El objetivo que nos hemos planteado es el de alcanzar el podio en este segmento. Nuestras previsiones apuntan a las 16.000 unidades en el 2014, primer año completo del modelo”.