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El futuro de la bolsa ya no es lo que era y por eso ahora toca reducir riesgo
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HORIZONTES DE INVERSIÓN

El futuro de la bolsa ya no es lo que era y por eso ahora toca reducir riesgo

En los últimos años, los inversores han recibido muchas recompensas por tomar riesgos imprudentes, pero en los mercados implacables es más difícil recuperarse de los errores

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Las acciones estadounidenses han perdido más de un 7% y el mercado de bonos ha bajado casi un 9% en lo que va de año. Muchos inversores parecen sentir que tienen que asumir más riesgos para conseguir las rentabilidades de antes.

Pero en realidad deberían asumir menos riesgos. Cuando los mercados no perdonan, es más difícil recuperarse de los errores. Durante la última década, como poco, casi todos los activos se han disparado: las acciones, los bonos, los bienes raíces, las criptomonedas... A menudo, se obtienen recompensas por asumir riesgos imprudentes y, aunque los resultados sean negativos, la subida de los mercados ayuda a recuperarse rápidamente de los errores cometidos. Pero eso no durará para siempre.

Una encuesta mundial a casi 300 inversores profesionales realizada por Bank of America Global Research reveló en marzo que el porcentaje de gestores de fondos con una exposición superior a la media a las acciones estadounidenses subió 27 puntos porcentuales desde febrero. Esto ha sucedido incluso cuando muchos de ellos dicen que sus tenencias de efectivo han aumentado.

Además, los gestores de fondos se mueren incluso más de lo habitual por invertir, ya que el 42% afirma que su horizonte de inversión es de tres meses o menos, frente al 26% del mes anterior. Tampoco parece que los inversores particulares estén optando por ser más comedidos.

Foto: Foto: Reuters/Andrew Kelly Opinión

Las 'alternativas' como el capital privado, la deuda privada, los fondos de cobertura y los bienes inmuebles no cotizados se han puesto tan de moda que los inversores los compran a pesar de tener que renunciar a la flexibilidad y a las comisiones bajas para ello.

Una de las formas más populares de invertir en alternativas es a través de fondos cerrados sin cotización, carteras de activos alternativos que se registran en la Comisión de Valores y Bolsa, pero que no cotizan en bolsa.

Por lo general, los inversores no pueden sacar su dinero a diario, como ocurre con los fondos de inversión tradicionales o los fondos cotizados. Solo pueden vender en momentos predeterminados, a menudo cuatro veces al año, a veces solo dos, o incluso solo cuando el gestor del fondo decida permitirlo.

Aguantar durante años podría ayudar a los gestores a obtener ganancias; pero mientras tanto les permite cosechar comisiones nada despreciables. Los gastos de gestión suelen superar el 1,5% anual. Según Patrick Newcomb, director de Fuse Research Network en Needham, Massachusetts, estos fondos gestionaron un total de 93.700 millones de dólares en 2021, frente a los 54.000 millones de 2018.

Los altos rendimientos recientes te hacen sentir rico, lo que naturalmente te lleva a extrapolar más ganancias

Los días de gloria para estrategias como estas probablemente hayan tocado a su fin, según indica Antti Ilmanen, un estratega de inversión en AQR Capital Management en Greenwich, Connecticut. Es el autor del nuevo libro 'Investing Amid Low Expected Returns' (invertir en un entorno de expectativas de rentabilidad bajas).

El libro no es lectura ligera; está lleno de sutilezas y complejidades. Pero su mensaje es claro y sencillo: Ilmanen sostiene que, con muchos activos todavía cerca de los máximos históricos, es probable que los rendimientos futuros sean más bajos en todos los ámbitos, tanto para las inversiones cotizadas como para las no cotizadas.

Sí, lo sé: muchos comentaristas del mercado llevan años diciendo eso. Y los mercados siguieron subiendo de todos modos. Entonces, ¿es esto solo más negativismo?

No lo es. Los altos rendimientos recientes te hacen sentir rico, lo que naturalmente te lleva a extrapolar más ganancias. Pero solo las estás tomando prestadas del futuro. Cuanto mejor valoradas estén tus participaciones, menor será su rentabilidad en el futuro.

Para entender por qué, imaginemos que eres dueño de un bono hipotético. Para simplificar las cosas al máximo, imaginemos un bono sencillo de 1.000 dólares que devuelve un 3% anual durante 10 años.

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Si pagas 1.000 dólares por él, el interés anual de 30 dólares de este bono te daría un rendimiento del 3%. Sin embargo, si pagas 1.200 dólares por un bono con las mismas condiciones, sus 30 dólares de interés te reportarán un 2,5%.

Cuanto mayor sea el precio que pagues, menor será el rendimiento del bono; no hay forma de evitarlo.

A diferencia de un bono, el flujo de ingresos futuros de una acción puede crecer. Sin embargo, si no cumple las expectativas, se aplica el mismo principio general, sin ninguna garantía de recuperar la inversión original al final.

Para juzgar en general cómo de caras están las acciones, Ilmanen utiliza una versión modificada de una medida desarrollada por el economista de la Universidad de Yale Robert Shiller. Los cálculos de Ilmanen indican que las acciones estadounidenses podrían rendir menos del 3% anual, después de la inflación, durante los próximos cinco años o más, una de las estimaciones más bajas de su historia. Aunque no se pueden utilizar estos datos para saber exactamente cuándo están sobrevaloradas las acciones, según Ilmanen, "el mensaje es que debemos tomarnos en serio la posibilidad de que los rendimientos esperados sean bajos".

¿Qué pueden hacer los inversores? Algunas sugerencias son obvias.

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Ahorrar más y gastar menos (en especial en comisiones de gestión de inversiones).

Evitar la búsqueda de activos no líquidos, algunos de los cuales, como los valores privados, ya no son tan baratos en relación con las acciones que cotizan en bolsa, según la investigación de Ilmanen.

Mirar fuera de Estados Unidos, donde las acciones son considerablemente más baratas.

Sobre todo, evitar las grandes apuestas como estrategia para recuperarse. Las participaciones más arriesgadas, como las acciones y los bonos no cotizados, han parecido seguras durante los mercados alcistas de la última década, pero podrían ofrecer "malos rendimientos en tiempos malos" que no son tan fugaces como a principios de 2020, según sostiene Ilmanen.

"Si obtenemos rendimientos crecientes [a medida que suben los tipos de interés], se pondrán en duda más valoraciones", explica. "Si se asume menos riesgo ahora, en vez de más, será más fácil lidiar con las situaciones de peso cuando nos tengamos que enfrentar a ellas".

*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'.

Las acciones estadounidenses han perdido más de un 7% y el mercado de bonos ha bajado casi un 9% en lo que va de año. Muchos inversores parecen sentir que tienen que asumir más riesgos para conseguir las rentabilidades de antes.

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