Es noticia
El dilema de las gasolineras: cargadores eléctricos, ¿sí o no?
  1. Mercados
  2. The Wall Street Journal
¿es una inversión rentable a corto plazo?

El dilema de las gasolineras: cargadores eléctricos, ¿sí o no?

Construirlos o no cuando los coches eléctricos siguen siendo poco comunes pero representan la tendencia del futuro

Foto: EC
EC
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Los propietarios de gasolineras estadounidenses se enfrentan a la decisión de si invierten o no en puntos de carga de vehículos eléctricos, una apuesta costosa que actualmente tiene poco sentido en términos financieros, pero puede ayudar a preparar sus negocios para el futuro.

Algunas estaciones de servicio, tiendas de artículos de consumo y paradas de camiones están incorporando cargadores para probar la tecnología y proteger su cuota de mercado para el largo plazo. Otros dicen que han hecho cálculos y han decidido que no pueden justificar el coste, dado el pequeño porcentaje de conductores de vehículos eléctricos (EV por sus siglas en inglés). Las unidades e instalaciones de carga suelen costar más de 100.000 dólares cada una, y pueden acarrear el gasto de levantar el asfalto para colocar las tuberías.

Fabricantes de coches, incluidos General Motors y Ford Motor, están expandiendo de forma agresiva su oferta de vehículos eléctricos, y, la semana pasada, el presidente Biden estableció un objetivo para aumentar las ventas de vehículos eléctricos, híbridos enchufables y con motor de hidrógeno en EEUU un 50% en 2030. Sin embargo, los EV solo representaron el 2% de las ventas nuevas en EEUU el año pasado, y el 3% en los últimos meses.

“No vemos un mercado en el que se pueda invertir”, declara A.J. Siccardi, presidente de Metroplex Energy

“No vemos un mercado en el que se pueda invertir”, declara A.J. Siccardi, presidente de Metroplex Energy, filial de suministro de combustible de RaceTrac Petroleum, que posee más de 750 gasolineras RaceTrac y RaceWay, sobre todo en el sureste de EEUU. “Aceptamos poner capital en riesgo. Lo importante es que tenemos que tener un interés comercial viable”, añade.

Metroplex lleva evaluando los cargadores de vehículos eléctricos cerca de dos años y le gustaría invertir, pero hasta ahora no ha encontrado un acuerdo que tenga sentido, dice Siccardi, indicando que los riesgos incluyen una posible competencia con los servicios públicos, algunos de los cuales tienen sus propios planes para construir estaciones de carga.

Foto: Una estación de carga de Tesla

Los minoristas dicen que son “agnósticos del combustible” y quieren vender cualquier cosa que quieran los consumidores, pero cuándo incorporar los cargadores es sujeto de debate en las compañías. La mayoría de conductores de EV pueden cargarlos en casa, mientras que lugares como centros comerciales están añadiendo cargadores que pueden alimentar una batería durante varias horas.

Las 150.000 tiendas de conveniencia de EEUU, de las que alrededor de 121.000 ofrecen combustible, se consideran los minoristas más plausibles para ofrecer una dosis potente de electricidad -conocida como carga rápida- para cargar una batería en media hora. Y seguramente puedan beneficiarse de vender ‘snacks’, cigarrillos y otros productos con márgenes superiores mientras los conductores esperan.

Grupos industriales que representan a tiendas de conveniencia, minoristas de carburantes, restaurantes y otros han presionado en las últimas semanas para encontrar disposiciones en el proyecto de ley de infraestructura de 1 billón de dólares para permitir la carga en áreas de descanso de las autopistas. Las zonas de descanso, que durante décadas han prohibido la actividad comercial, se consideran espacios donde las empresas de servicios públicos podrían construir cargadores.

“Los vamos a incorporar. Tal vez sea retroceder, pero entonces lo descubriremos”

Pilot opera más de 900 puntos minoristas y de repostaje en EEUU y Canadá. Su director general, Shameek Konar, dice que hasta el más popular de sus 58 cargadores se utiliza solamente cerca del 5% del tiempo, cuando necesitarían ser utilizados alrededor del 30% del tiempo para obtener un rendimiento. “El argumento económico actual para la inversión en cargadores de EV no existe”, declara, añadiendo que se necesitan políticas para fomentar la inversión pública y las alianzas público-privadas.

Las compañías que invierten en cargadores lo describen como un experimento. TXB Stores, cadena con sede en Austin que tiene 46 gasolineras en Texas y Oklahoma, abrirá su primera estación con puntos de carga este mes. “Los vamos a incorporar. Tal vez sea retroceder, pero entonces lo descubriremos”, cuenta el CEO Kevin Smartt que le dijo a su personal.

Foto:

Al contrario que con los combustibles líquidos, que se compran y se marcan para la venta al consumidor, Smartt dice que tendrá que calcular el precio adecuado para vender electricidad. Puede que las tasas exigidas por breves picos de energía durante las cargas rápidas eleven la factura de servicios de la compañía de forma impredecible, señala.

“Estamos suponiendo totalmente qué tasa es y lo que costará cubrir nuestros costes totales”, declara Smartt. “Vamos a tener que considerarlo mes a mes y volver atrás y ver si estamos cerca”.

Las cargas en los picos de demanda son un desafío a resolver, declara Michael Farkas, director general del proveedor de equipos y redes de carga Blink Charging Co. Las empresas de servicios públicos deben construir infraestructura para suministrar electricidad a varios coches que estén utilizando la carga rápida a la vez; además, las cargas rápidas pueden deteriorar la instalación eléctrica más rápido que el consumo regular de electricidad.

"Los vehículos eléctricos tienen que ser asequibles, y no lo son”

Zahir Walji es dueño de y opera High Country Market Bistro y GastroPub en Round Rock, Texas, una gasolinera y tienda con un bar que ofrece vinos de degustación. Dice que añadir cargadores exigiría una reforma costosa o arrebatar plazas de aparcamiento a los clientes que entran y salen de la tienda. “Ni siquiera he tenido suficientes clientes que digan: ‘Oye, ¿alguna vez habías pensado en esto?’”, declara Walji.

Otros operadores del negocio también dudan sobre si sus clientes se pasarán al coche eléctrico pronto. Murphy USA; que tiene más de 1.650 ubicaciones, adquirió QuickChek en febrero, un acuerdo que incluía 157 tiendas en el noreste, algunas de las cuales tenían espacio para EV. Pero su última encuesta de consumidores mostró que la mayoría conducía un coche o camión de 12 años que costaba menos de 15.000 dólares.

Foto: EC.

"Los vehículos eléctricos tienen que ser asequibles, y no lo son”, declara el CEO de Murphy R. Andrew Clyde. “No soy un negador”, declara, reconociendo que los coches eléctricos están listos para crecer; pero ve un largo periodo de adopción y espacio suficiente para vender gasolina y diésel.

La electrificación de coches, camiones y autobuses supone una amenaza a largo plazo para todo el mercado del petróleo, según Pavel Molchanov, analista de energía en Raymond James. Pero con un bajo índice de adopción, las compañías estadounidenses sienten menos urgencia que sus homólogos europeos para invertir en cargadores.

La financiación pública es la única vía para resolver la escasez de cargadores en el centro del país y crear una red para aplacar a conductores de vehículos eléctricos que temen no encontrar una estación a tiempo para recargar, dice Molchanov.

“Si alguien tiene ingresos disponibles”, dice McQuirter, “puede ser la persona que puede permitirse un Tesla”

“Lo que de verdad nos lleva a establecer puntos es si hay grandes subvenciones disponibles, cuando más o menos los construimos gratis”, declara J.P. Fjeld-Hansen, vicepresidente de Trillium, filial de combustibles alternativos y renovables de Love’s Travel Stops & Country Stores, que tiene más de 560 establecimientos.

Sus cargadores de EV no tienen un gran uso, dice Fjeld-Hansen, pero la compañía los ve como parte de una estrategia de transición energética que incluye ofrecer gas natural comprimido, gas natural renovable, diésel o hidrógeno renovables a clientes que intentan alcanzar objetivos de sostenibilidad.

Algunos de los que han invertido dinero en cargadores dicen que lo ven como una forma de mantener a clientes adinerados que se están pasando al eléctrico. Lonnie McQuirter, propietario de la 36 Lyn Refuel Station en Mineápolis, instaló un cargador rápido en 2014, pensando en él como una forma de diferenciar su estación, junto con la oferta de comida local y orgánica.

“Si alguien tiene ingresos disponibles”, dice McQuirter, “puede ser la persona que puede permitirse un Tesla”.

*Contenido con licencia de ‘The Wall Street Journal’.

Los propietarios de gasolineras estadounidenses se enfrentan a la decisión de si invierten o no en puntos de carga de vehículos eléctricos, una apuesta costosa que actualmente tiene poco sentido en términos financieros, pero puede ayudar a preparar sus negocios para el futuro.

Tecnología