El gobierno americano construirá una red nacional de cargadores eléctricos
EEUU invertirá 7.500 millones de dólares para producir e instalar cargadores para vehículos eléctricos en todo su territorio. Según Biden, no pueden dejar que China gane esta carrera
7.500 millones de dólares. Eso es lo que el presidente de los Estados Unidos quiere gastarse en crear una red nacional de cargadores públicos para coches eléctricos. Según Joe Biden, China les está ganando la carrera de los vehículos eléctricos y EEUU no puede quedarse detrás.
“Ahora mismo, China está liderando esta carrera. No hay que darle vueltas. Es un hecho”, declaró el presidente norteamericano hace un par de meses en un discurso en la fábrica de Ford en Dearborn, Michigan.
Otra carrera con China
Efectivamente es así. De hecho, China les está ganando la carrera en la electrificación de todo el país, desde las fuentes de energía (ahora mismo producen el 56% de toda la energía eólica del planeta, por ejemplo) hasta el número de coches, trenes (37.900 kilómetros de alta velocidad, la red más grande del planeta) y autobuses eléctricos (421.000 vehículos).
La Casa Blanca apuntó en una nota de prensa que la venta de coches eléctricos en Estados Unidos es sólo un tercio de las ventas chinas. La fabricación e instalación de una red masiva de recarga en Estados Unidos es parte de un nuevo programa de un billón de dólares para mejorar las infraestructuras — de un billón de dólares, si lo aprueba el senado americano — que recuerda al exitoso New Deal, del presidente Franklin D. Roosevelt.
La necesidad de infraestructura eléctrica
La lógica del gobierno Biden es que, para que el coche eléctrico triunfe en el país de las autopistas y los coches de cilindrada extrema, debe haber una infraestructura seria que apoye a la industria automovilística.
Según la Casa Blanca, ésta será la primera inversión en infraestructura pública para la industria de los vehículos eléctricos, que consideran estratégica para el futuro del país.
Según el blog especializado Teslarati, estas estaciones de carga se instalarán a lo largo de autopistas con alta densidad de tráfico, ciudades y pueblos, tanto en zonas residenciales como en comerciales. También apunta a que centrarán gran parte de sus esfuerzos en comunidades rurales.
El gobierno americano gastará 2.500 millones de dólares más en autobuses eléctricos. China también está muy por delante de EEUU y cualquier otro país del mundo, invirtiendo más que nadie en términos absolutos y relativos. La previsión es que, para 2030, el 80% de la flota de autobuses China sea totalmente eléctrica. Otros 2.500 millones irán para ferries con cero emisiones, imaginamos que de pila de hidrógeno.
El empuje de los grupos automovilísticos americanos
Los grandes grupos automovilísticos que operan en Estados Unidos no se están quedando atrás en la apuesta por el eléctrico.
Dejando aparte a la pequeña Tesla — con sus problemas de fabricación, múltiples retrasos y éxito de ventas — General Motors está poniendo toda la potencia de su maquinaria industrial al servicio del coche eléctrico: planean tener 30 nuevos modelos 100% eléctricos antes de 2025. Diez años después, el plan es no producir más coches de combustión.
Ford afirma que el 40% de todas sus ventas serán de coches eléctricos para 2030, mientras que Toyota, Nissan, BMW, Mercedes y Audi/Volkswagen están invirtiendo grandes cantidades para llegar a objetivos similares.
7.500 millones de dólares. Eso es lo que el presidente de los Estados Unidos quiere gastarse en crear una red nacional de cargadores públicos para coches eléctricos. Según Joe Biden, China les está ganando la carrera de los vehículos eléctricos y EEUU no puede quedarse detrás.