Un treintañero al frente de Andromeda, el fondo español más rentable de 2020

Las nuevas generaciones vienen pisando fuerte. Con la treintena casi recién estrenada, Flavio Muñoz ha conseguido coronarse como el gestor con el fondo español más rentable en 2020. Su nombre ya es conocido para los iniciados en el sector financiero, pero no lo es para el gran público. Tal vez por estar al frente de una firma independiente (Andromeda) que echó a rodar en 2015, cuando con solo 26 años y un par de ejercicios como analista en Bestinver se atrevió a montar su propio proyecto. Estamos ante un destacado integrante de la camada de nuevos nombres (Estebaranz, Gómez Bada, Quintana…) que, desde distintas estrategias, ha llegado para cuestionar el 'statu quo' del sector.

Su primer y único fondo asesorado es Andromeda Value Capital, que culmina este convulso año de coronavirus con una rentabilidad total del 38%, siendo así el mejor fondo español en su categoría (tecnología) y, por extensión, del mercado. Y lo que hace más especial este resultado es que, lejos de ser flor de un día, también es el mejor a tres años (23% anualizado) y casi incluso a cinco años (16% anualizado) desde su lanzamiento, además de batir su índice de referencia (S&P 500 con dividendos). También es cierto que hay otros fondos internacionales en esta categoría mucho mejores, pero cabe preguntarse por qué este joven de Albacete se subió a esta tendencia y otros afamados gestores españoles no.

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Igual que mucho nuevo talento del sector, la filosofía ‘value’ abanderada por Francisco García Paramés durante más de dos décadas desde Bestinver es una parte troncal de su aprendizaje y de su modo de entender el mundo de la inversión. De hecho, allí debutó como analista de bolsa internacional, sobre todo el mercado estadounidense, con foco en compañías IT (tecnologías de la información), mientras se cocía el polvorín que dio lugar a la marcha de Paramés, Guzmán y Bernad. Y en esa situación de cambio, sin esperar a medir su ‘feeling’ con las maneras de Beltrán de la Lastra, un imberbe como Flavio decidió probar suerte y montar su propia ‘startup’. Tenía edad y determinación para arriesgar.

Licenciado en Derecho y Empresariales por Icade (además de máster en Finanzas por el IEB), Muñoz juntó algo más de un millón de euros entre amigos y familiares para constituir un vehículo de inversión colectiva y hacer méritos durante un año ante la CNMV. Y así fue como cumpliendo con los pasos necesarios (100 partícipes) y adquiriendo el rodaje mínimo para su edad (un año), entró en la estela de Renta 4, entidad a la que estaba vinculado como cliente, y alcanzó su primer sueño: asesorar un fondo parido bajo sus tesis de inversión. Era el nacimiento de una estrella, Andromeda Value, y a su vez la puesta de largo de uno de los gestores independientes más prometedores. Hay cantera.

Nada explica por sí solo un resultado. Como coetáneo de la generación YouTube, el propio Muñoz incorpora a su perfil financiero otro de apasionado de las nuevas tecnologías, primero como usuario y luego elevado a la condición de analista. Sobre esa premisa, al trabajo de identificación de valor incorpora una capa de ‘field research’ de los productos de compañías donde invierte. Necesita ver, tocar y entender. Incluso hasta desmontar. Luego vienen los números, el ojo para entrar en una compañía al precio adecuado y para vender cuando demasiado dinero se mueve al calor de una moda. Esta dinámica hace que su cartera oscile con facilidad entre casi la plena inversión y porcentajes de liquidez superiores al 50%.

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A medida que el proyecto de Andromeda se ha ido consolidando (el fondo gestiona ahora 46 millones de euros), el equipo ha crecido. El primer empleado y ahora socio fue el granadino Juan de Dios Gómez, amigo y excompañero del colegio mayor de Flavio, que dejó KPMG para embarcarse en esta aventura en el verano de 2018. Justo un año después, llegó el segundo refuerzo, el técnico y analista de sistemas Antonio de las Fuentes, también procedente de Bestinver. Juntos comparten y discuten las decisiones de inversión (quórum de dos tercios) en la oficina compartida que utilizan en un edificio WeWork en la capital, algo muy ajustado a los códigos generacionales que representan por su forma de ser y de invertir.

Lejos de lo que pudiera pensarse, Flavio es extremadamente prudente. Tiene respeto a las consecuencias (entradas de dinero) que pueda provocar el éxito de Andromeda. Este año, les ha hecho caso más gente. Hay dinero caliente que se mueve al calor de expectativas de resultados a corto. En cualquier caso, el fundador de Andromeda no considera que el actual sector tecnológico viva una situación de burbuja como la de 2000, aunque es consciente del riesgo asociado al ciclo ‘tech’. Por eso, lejos de abrazar la filosofía de comprar y mantener, asociada a sectores más maduros, este treintañero mide constantemente el termómetro del 'momentum'. Es su guía para dar buenos retornos. Y ya va para cinco años.