Algo pasa en Nueva Pescanova y el 'sospechoso' es Abanca
El mundo del dinero encierra claves de poder y de intereses que explican el sentido de muchas operaciones y desenlaces. Ibex Insider ofrece pistas para entender a sus protagonistas
Cuando todo parecía resuelto para el presente y futuro de Nueva Pescanova, tras un pasado fraudulento que a punto estuvo de llevarse por delante la emblemática compañía hace solo cinco años, un último escollo vuelve a cruzarse en su camino. Otra controvertida ampliación de capital por amortización de deuda, esta vez por importe de 500 millones, propuesta por Abanca, su primer accionista (80%) y a la vez máximo acreedor, se dirime en los juzgados de Pontevedra.
Estar sentado en los dos lados de la mesa ha hecho que el banco gallego controlado por Juan Carlos Escotet haya generado un nuevo conflicto con varios acreedores de la compañía, con Merrill Lynch a la cabeza, que se suma al proceso judicial que todavía colea con accionistas de la vieja Pescanova, cuya participación del 20% en la nueva se diluyó al 1,65% tras otra polémica ampliación de capital realizada en 2017, también por conversión de deuda, entonces de 137 millones.
El pasado mes de julio, Nueva Pescanova anunció un acuerdo de refinanciación que pasaba por capitalizar casi toda la deuda o una quita para los acreedores que siguieran en el pasivo. Y en caso contrario, Abanca amenaza de forma soterrada con llevar a concurso a la compañía si su plan no es aprobado por el juez de lo Mercantil antes del 31 de diciembre, además de convertirlo en condición necesaria para activar un plan de viabilidad con inversiones en los próximos cuatro años, 2021-24.
Como en cada conflicto, los números de Nueva Pescanova son interpretables al gusto: mientras para unos refinanciar es motivo justificado (este año, también cerrará en pérdidas), para otros genera caja (ebitda) suficiente para atender la deuda hasta el primer vencimiento (255 millones) de 2024. En cualquier caso, Abanca fijó las condiciones de la refinanciación, con cuatro de los cinco consejeros, condición que debería influir en el cálculo de las mayorías (el resto de acreedores está en contra).
Este nuevo sacrificio para los acreedores y también para los accionistas (efecto dilutivo) resulta “excesivo” a ojos de los afectados, que consideran innecesario este plan por la pérdida patrimonial que representa para todos, sobre todo si se tienen en cuenta las propias previsiones de crecimiento y rentabilidad de Nueva Pescanova, aunque el cumplimiento del anterior plan estratégico (bajo presidencia de Jacobo González Robatto) quedó bastante por debajo de lo previsto.
Sus competidores, facturando tres y cinco veces menos, son mucho más rentables, con beneficios superiores a los del gigante de Vigo
Ante este escenario, los acreedores opuestos al plan de Abanca defienden antes una liquidación o venta ordenada de Nueva Pescanova como única manera de capturar su parte de la compañía. De lo contrario, en caso de salir adelante la ampliación del banco gallego, todo el valor de una futura transacción, por venta parcial o total a un socio industrial o financiero, como ha dejado claro el equipo de Escotet, sería para ellos en su totalidad. Ese es el punto clave del pulso en liza.
Y mientras todo esto ocupa a Nueva Pescanova, sus competidores nacionales, Iberconsa y Profand (también viguesas), siguen demostrando el valor de su cadena de negocio, ya que facturando tres y cinco veces menos, respectivamente, son mucho más rentables, con beneficios superiores a los del gigante de Vigo, hasta el punto de atraer a inversores financieros en procesos competitivos ('platinum equity') o asociarse con Mercadona para ser su gran proveedor de pescados congelados.
Cuando todo parecía resuelto para el presente y futuro de Nueva Pescanova, tras un pasado fraudulento que a punto estuvo de llevarse por delante la emblemática compañía hace solo cinco años, un último escollo vuelve a cruzarse en su camino. Otra controvertida ampliación de capital por amortización de deuda, esta vez por importe de 500 millones, propuesta por Abanca, su primer accionista (80%) y a la vez máximo acreedor, se dirime en los juzgados de Pontevedra.