ING se une a las rebajas de los depósitos y recorta sus ofertas a 6 y 12 meses

Una firma más que se suma a la ola dominante dentro del sector bancario por la que las principales entidades están acometiendo recortes en sus imposiciones a plazo fijo. En esta ocasión ha sido el turno para uno de los principales jugadores dentro de este ámbito como es el banco holandés ING Direct. La entidad ha recortado la rentabilidad de sus depósitos a seis y doce meses, contratables desde 10.000 euros cada uno.

En el caso del depósito a un año, la entidad ha rebajado su interés del 1,20% al 1,10% TAE. Agosto es el tercer mes consecutivo en el que la entidad ha pasado la tijera a este producto, recortando en cada ocasión 0,1 puntos porcentuales su rendimiento. Este depósito remuneraba al 1,50% desde principios de año y hasta el pasado mes de mayo.

En cuanto al depósito a seis meses que ofrece la entidad naranja, la rebaja también se traduce en 0,1 puntos porcentuales, desde el 1% al 0,90% TAE. No obstante, el principal reclamo comercial en este segmento de productos para el banco es su depósito a tres meses que sigue remunerando al 2%. Se trata de una oferta de bienvenida para nuevos clientes que después de dicho plazo pasa a depositarse en una Cuenta Naranja, denominación que recibe la cuenta remunerada de la entidad.

En los últimos días, no obstante, ING Direct ha comunicado a sus clientes una reducción del rendimiento de su Cuenta Naranja y Cuenta Negocios, cuyo interés pasará a partir del próximo 1 de septiembre del 1% al 0,7%. Estos movimientos se enmarcan dentro de un proceso generalizado de rebaja de las rentabilidades de los productos de ahorro de las principales entidades bancarias españolas, que apuestan por otras alternativas como los fondos de inversión. Prueba de ello es que en los últimos días firmas como Banco Santander, BBVA, CaixaBank o Bankinter también han pasado la tijera por su catálogo comercial.

Al auge de los fondos de inversión se unen dos factores más que abocan a una pérdida de brillo obligada para los depósitos bancarios. Por un lado, las medidas expansivas adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE), que sitúan los tipos de interés en mínimos históricos del 0,15% desde el pasado 5 de junio. Por otro lado, el impuesto sobre los depósitos anunciado por el Gobierno a principios de julio también repercute de forma indirecta sobre los ahorradores. La recaudación (cercana a los 450 millones de euros) incide en las entidades bancarias, que tienen que rendir cuentas con Hacienda sobre el saldo vivo en estos productos y, a la postre, en el cliente final que estaba abocado a asumir una nueva temporada de rebajas en estos productos.