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Boluda, un naviero en apuros
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EL 'ONASISS' VALENCIANO, NUEVO PRESIDENTE DEL REAL MADRID

Boluda, un naviero en apuros

Controla el negocio de los remolcadores en España casi en régimen de monopolio. Un equivalente a ser el dueño de todos los taxis que llegan y

Foto: Boluda, un naviero en apuros
Boluda, un naviero en apuros

Controla el negocio de los remolcadores en España casi en régimen de monopolio. Un equivalente a ser el dueño de todos los taxis que llegan y salen de Barajas, pero con los puertos marítimos de la Península. Quienes le conocen dicen que Vicente Boluda Fos, nuevo presidente del Real Madrid tras la dimisión forzada de Ramón Calderón, es una persona inteligente y ambiciosa. Aunque también hay críticos que le retratan como un gigante con pies de barro, al que su afán por crecer le ha llevado a cometer excesos muy peligrosos. En cualquier caso, ninguno será tan temerario probablemente como asumir las riendas del Club de Chamartín.

 

Abogado de 53 años, sus raíces tienen origen en los muelles del Puerto de Valencia. Quizá por eso, Vicente Boluda es por afinidad sentimental simpatizante del Levante antes que del Valencia, aunque tal vez por aquello de celebrar victorias es también socio del Real Madrid. Ahora, una carambola de episodios esperpénticos le ha servido en bandeja la presidencia del equipo blanco. Ayer viernes, este hijo y nieto de navieros culminó su desembarco por accidente al sillón presidencial del Santiago Bernabéu, un cargo cuya deriva puede que sea más complicada de corregir que el rumbo del mayor de sus 340 buques.

Residente en Valencia, donde tiene la base de operaciones Grupo Boluda, su incursión en las procelosas aguas del fútbol le habían convertido ya en un madrileño de adopción. Este naviero de cuna sabe a la perfección los vericuetos del mundo elitista capitalino, donde cuenta como anfitrión, amigo y confidente con Borja Prado Eulate, probablemente uno de los banqueros de negocios -ahora al servicio del italiano Mediobanca- mejor relacionados del mercado. Nos encontramos, a diferencia de Ramón Calderón, con un hombre que llega a la presidencia del Real Madrid con sobrada fortuna, lo que no impide que pueda utilizar los privilegios del palco del Bernabeu para rentabilizar el cargo.

Y no le vendrá mal si lo hace. Como a los constructores y ladrilleros, la actual crisis ha tocado la línea de flotación del negocio naviero en todos sus ámbitos. Tampoco Grupo Boluda ha quedado a salvo. Precisamente, el empresario valenciano ha conseguido refinanciar in extremis con Bancaja y CAM, las dos cajas levantinas, una deuda de 300 millones de euros que tenía contraída con Banco Santander tras la compra en 2007 de la naviera francesa Les Abeilles y de un astillero en Marsella. Una solución de urgencia en los minutos del descuento, como aseguran desde la capital del Turia, en la que ha jugado un papel destacado la Generalitat.

Amortizando el palco

Con fama de serio, Boluda ha sido capaz de hacer sus pinitos futbolísticos como vicepresidente del Real Madrid, a donde llegó precisamente de la mano de su amigo Ramón Calderón, a quien acompañó y avaló para las elecciones a la presidencia hace dos años y medio. Como asegura un viejo patrón con barco en Sagunto, más de algún ministro latinoamericano con poderes sobre su negociado ha disfrutado de asiento en el palco de Concha Espina, el mismo que Florentino Pérez llenó de galácticos del ladrillo, por cortesía del empresario valenciano. Ya se sabe, de algo hay que hablar mientras se espera a que el balón entre en la portería.

A Boluda, la gloria del Bernabeu no le llega de la mejor forma ni en el mejor momento, precisamente ahora que “las empresas navieras están peor que las inmobiliarias”. Como ha ocurrido con el ladrillo, el parón ha sido súbito, de manera que la regla de tres resultante es muy sencilla: si no hay comercio, no hay fletes (transporte marino) ni tampoco remolques que realizar, ni encargos para los astilleros. La actividad está bajo mínimos para todo el mundo, también para el grupo naviero valenciano, con presencia en tres continentes, que este 2008 habrá facturado casi 600 millones de euros.

Por poco que le sonría la suerte, Boluda será capaz de meter algún gol durante los próximos cinco meses, antes de las próximas elecciones a la presidencia. Ya los ha metido y en campos con césped mucho más irregular. En tiempos de vigencia del zaplanismo, el naviero fue elegido como empresario local para entrar en el capital de Aguas de Valencia y valencianizar una compañía controlada entonces por la francesa Bouygues. Hablamos de finales de los ‘90. Diez años después, en abril de 2008, Boluda hizo caja, como la inmobiliaria Lubasa, y cobró por su 11%, como buen valenciano, la bonita cantidad de 34 millones de euros.

De los astilleros al Bernabéu

Sin duda, una inversión rentable, como también lo fue la compra al viejo BSCH a precio de saldo del astillero de la Unión Naval de Levante (Sagunto). Esta adquisición permitió a Boluda entrar en el negocio de la reparación y construcción de buques de mediano tonelaje, yates de lujo y remolcadores, la base de su grupo, que cuenta también con intereses en el tráfico de cabotaje, el negocio de la estiba y el salvamento marítimo. No fue tan afortunado, sin embargo, en el proceso de privatización de Transmediterránea. Su potencial ascendente política sirvió para poco en la subasta y la compañía terminó en manos de Acciona.

Trabajador y disciplinado, Boluda también comparte caprichos como otros empresarios de posibles. Desde hace poco tiempo, por ejemplo, tiene bodega de vino propia, la riojana Hacienda Palaciana, y ahora que los precios de la vivienda están a la baja ha mandado construirse una casa como le corresponde en el corazón urbano de la capi. Nada comparable a su coronación como nuevo presidente del Real Madrid, que se convierte en la mas vistosa y reconocida de todas sus aficiones. Como verdadero personaje público, para consumo televisivo de las masas, el naviero valenciano acaba de nacer.

Controla el negocio de los remolcadores en España casi en régimen de monopolio. Un equivalente a ser el dueño de todos los taxis que llegan y salen de Barajas, pero con los puertos marítimos de la Península. Quienes le conocen dicen que Vicente Boluda Fos, nuevo presidente del Real Madrid tras la dimisión forzada de Ramón Calderón, es una persona inteligente y ambiciosa. Aunque también hay críticos que le retratan como un gigante con pies de barro, al que su afán por crecer le ha llevado a cometer excesos muy peligrosos. En cualquier caso, ninguno será tan temerario probablemente como asumir las riendas del Club de Chamartín.

Vicente Boluda