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La crisis acaba con las huelgas: España vive en 2008 la menor conflictividad laboral de la democracia
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La crisis acaba con las huelgas: España vive en 2008 la menor conflictividad laboral de la democracia

A más crisis, menor conflictividad laboral. Al menos en este periodo histórico. Los últimos datos del Ministerio de Trabajo ponen de relieve que el número de

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La crisis acaba con las huelgas: España vive en 2008 la menor conflictividad laboral de la democracia

A más crisis, menor conflictividad laboral. Al menos en este periodo histórico. Los últimos datos del Ministerio de Trabajo ponen de relieve que el número de huelgas entre enero y agosto (últimos datos publicados de forma oficial) cayó un 18% respecto del mismo periodo de tiempo del año anterior.

En total, se registraron 438 huelgas que  fueron secundadas por 250.372 trabajadores. Se trata de la cifra más baja de la democracia, tanto en número de huelgas como de participantes. En los últimos diez años, de hecho, el número  de paros en las empresas por causas laborales ha oscilando entre un mínimo de 669 (en 2005) y un  máximo de 779 (en 2006), por lo que difícilmente se superarán esas cifras al acabar 2008. Mientras que en la década de los 80 y 90 y, sobre todo, en la segunda mitad de los 70 la conflictividad fue mayor.   

En cuanto al número de participantes en alguna huelga, los datos de Trabajo indican un descenso todavía mayor: del 36%, lo que refleja una fuerte caída de la litigiosidad laboral. En total, se perdieron 857.564 jornadas de trabajo, un 5% más que en igual periodo respecto del año anterior, algo que indica que hay menos huelgas, pero las que se celebran tiene una duración más larga, ya que el número de trabajadores implicados también ha bajado.

La conflictividad, en cualquier caso, se sitúa muy lejos de la registrada entre 1999 y 2002, que marca un hito desde las huelgas generales de los primeros años 90 contra la política económica del Gobierno de Felipe González. Fundamentalmente a raíz del 14-D, del que se acaban de cumplir 20 años.

En 1999, se contabilizaron 739 huelgas que afectaron a 1,12 millones de trabajadores; en el año 2000, el número de paros bajó a 727, pero la cifra de huelguistas se incrementó hasta los 2,06 millones; mientras que en 2001 algo más de 1,24 millones de trabajadores secundaron las huelgas convocadas en 729 empresas.  El año 2002 fue el de mayor conflictividad en cuanto al número de trabajadores, ya que por entonces los sindicatos mayoritarios convocaron una huelga general de cuatro horas contra el desmantelamiento de la negociación colectiva y el endurecimiento del cobro del desempleo que pretendía el Gobierno de José María Aznar, el llamado ‘decretazo’.

Según las cifras oficiales, aquella convocatoria se saldó con 4,52 millones de trabajadores en huelga, es decir, la cuarta parte de los llamados a secundarla (17,39  millones). Sin embargo, al tratarse de una convocatoria de carácter general las autoridades laborales registran únicamente un paro, como si hubiera celebrado en un solo centro de trabajo, aunque lógicamente el número de participantes se dispare.

 Regulaciones de empleo

La baja conflictividad laboral a lo largo de 2008 coincide en el tiempo con un repunte importante del número de trabajadores despedidos o afectados por un expediente de regulación de empleo en cualquiera de sus modalidades. Según los últimos datos de Trabajo, en los tres primeros trimestres del año la cifra de despedidos ha ascendido a 190.386, lo que significa un crecimiento del 25% respecto del mismo periodo de tiempo del año anterior. Igualmente, el número de afectados por suspensión de empleo se ha incrementado en un 37% (hasta 36.995), lo da ida del deterior del mercado de trabajo. Prácticamente la tercera parte de los despidos acaban en los juzgados de lo social, es decir, sin acuerdo con la empresa a través de los servicios de mediación, arbitraje y conciliación.

Es paradójico, en este sentido, el hecho de que entre enero y agosto únicamente 2.000 trabajadores del sector de la construcción -el más afectado por la crisis- se hayan puesto en huelga, cuando un año antes, en el mismo periodo, la cifra se elevó a 45.300. En la industria, igualmente, se ha producido un descenso de 80.600 a 35.400 obreros en huelga.

La información que suministra el Gobierno sobre conflictividad laboral  se refiere a todas las huelgas y cierres patronales de los que ha tenido conocimiento la autoridad laboral, exista o no constancia administrativa previa de su convocatoria. Se exceptúan los siguientes tipos de paros: Las llamadas huelgas de celo, las de duración inferior a una hora, las que se refieren a actividades convencionalmente no productivas (huelgas de estudiantes o de consumidores), y, por último, a las que afectan a colectivos sin derecho de huelga: personal militar y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

En lo que va de año, los meses de mayor conflictividad laboral fueron mayo y junio, con más de cien huelgas registradas.

A más crisis, menor conflictividad laboral. Al menos en este periodo histórico. Los últimos datos del Ministerio de Trabajo ponen de relieve que el número de huelgas entre enero y agosto (últimos datos publicados de forma oficial) cayó un 18% respecto del mismo periodo de tiempo del año anterior.