Mañana de histeria en las gestoras y bancos privados por el temor de los clientes

Llevamos una mañana de locura, la gente no deja de llamar, algunos clientes se han presentado en la oficina e incluso hay gente que se ha llevado el dinero por si acaso, afirman en una gestora de fondos que niega tener cualquier exposición a productos gestionados por Madoff. Da lo mismo que les expliques que tus fondos los gestionas tú mismo, es tal la desconfianza que muchos inversores no se creen nada de lo que les cuentes, añade.

La histeria ha vuelto a los inversores como en los momentos más duros del pánico de octubre. La macroestafa de Bernard Madoff ha provocado una nueva oleada de desconfianza en el sector financiero, aunque en este caso centrada en la gestión de activos y en la banca privada, mientras que en octubre afectaba hasta a las cuentas corrientes y los depósitos.

El problema es que llueve sobre mojado: después de las quiebras y las nacionalizaciones masivas de bancos, después de las fuertes pérdidas que acumulan casi todos los inversores en el año y después del escándalo de los estructurados de Lehman, ahora llega esta estafa. Es la puntilla para el negocio, explican en una entidad de banca privada.

Las preguntas de los clientes no se limitan a los fondos de fondos hedge que tenían en su cartera productos gestionados por Madoff, ni a los estructurados sobre los mismos (los productos realmente afectados), sino que se extienden a todo tipo de productos de inversión. Por ejemplo, los hedge funds puros españoles están siendo objeto de escrutinio, pese a que son productos gestionados aquí, que no tienen participaciones en otros fondos -por eso mismo tampoco tenían ninguna exposición a estructurados de Lehman- y que, salvo excepciones, llevan un año muy bueno frente al desastre de la bolsa.

 Nos están preguntando si tienen algo fondos de bolsa normales e incluso monetarios, es una auténtica locura, se quejan en otra entidad. Incluso hay ahorradores que quieres sacar el dinero de depósitos estructurados sobre índices sde bolsa, pese a que tampoco tienen nada que ver con esta estafa. Y es que, cuando cunde el miedo, éste no conoce barreras. Además, suelen ser los clientes con menor patrimonio los más asustados, según las entidades consultadas. El goteo de grandes entidades reconociendo durante la mañana algún tipo de exposición a Madoff no contribuye precisamente a tranquilizar los ánimos, sino que ha extendido la sospecha sobre el conjunto del sistema financiero.

Por otro lado, algo de fundamento tienen estos temores. La legislación española permite que fondos de inversión y sicavs destinen un 10% de su patrimonio a productos que se salen de su política de inversión lo que se conoce como 10% de libre disposición. Es en ese porcentaje donde pueden aparecer fondos con exposición directa o indirecta a Madoff. Aunque la inmensa mayoría de los fondos que se comercializan en España no tienen un producto tan elitista, el sector no descarta que haya sorpresas. Por cierto, lo que hoy sorprende a todo el mundo es la fortaleza de la bolsa en este entorno de histeria y desconfianza.

La desconfianza va a permanecer mucho tiempo

En el sector se espera que la histeria de esta mañana sea puntual y remita en los próximos días. Lo que preocupa de verdad es la desconfianza que va a quedar instalada en los inversores y va a tardar mucho en desaparecer. Una víctima clara para todo el mundo son los fondos de fondos hedge, la gran promesa para acercar la gestión alternativa al público masivo y que ya estaban de capa caída en nuestro país por la falta de apoyo de los grandes bancos y la dura competencia de los depósitos. Pero ahora, además, se espera que el escándalo afecte a los fondos de fondos domiciliados fuera de España y que se comercializan entre los clientes de banca privada en nuestro país.

Más allá de este producto, el daño a la banca privada puede ser irreversible. Como es sabido, el tamaño del escándalo seguramente será superior al de los estructurados de Lehman Brothers, con el agravante de que era muy difícil prever que un banco tan sólido como Lehman iba a quebrar, mientras que sobre Madoff siempre ha existido la sospecha de irregularidades por esa capacidad sobrehumana de lograr ganancias apreciables año tras año.

El viernes fue un día negro para la banca privada española. Después de perder cerca del 30% del patrimonio (y de las comisiones) por la caída del mercado, y después de los estructurados de Lehman, ahora lo único que faltaba era esto, se lamentaba ayer el responsable de un banco privado de tamaño medio. La oleada de despidos que ya había comenzado en el sector en los últimos meses puede acelerarse notablemente como consecuencia de este escándalo.