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'Another brick in the wall': La CAM vende sus oficinas al fondo de pensiones de sus trabajadores
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'Another brick in the wall': La CAM vende sus oficinas al fondo de pensiones de sus trabajadores

Another brick in the wall. La enladrillada banca española ha encontrado entre sus clientes y trabajadores el blanco perfecto para vender sus oficinas y obtener liquidez,

Foto: 'Another brick in the wall': La CAM vende sus oficinas al fondo de pensiones de sus trabajadores
'Another brick in the wall': La CAM vende sus oficinas al fondo de pensiones de sus trabajadores

Another brick in the wall. La enladrillada banca española ha encontrado entre sus clientes y trabajadores el blanco perfecto para vender sus oficinas y obtener liquidez, en medio de una crisis inmobiliaria sin precedentes. Es el caso de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), quien anunció ayer que ha acordado vender sus sedes centrales -tres edificios singulares-, al fondo de pensiones de sus empleados por el módico precio de 62,8 millones de euros.

La operación ha sido aprobada por la Comisión de Control del Fondo de Pensiones de los empleados, tras contar con el informe favorable de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. Según fuentes sindicales de la propia CAM, el Banco de España debía autorizar la venta.

El valor de los inmuebles, que en estos momentos de parón inmobiliario se antoja quimérico por parte de expertos del sector, se ha realizado, según la entidad, “en base al informe de tasación realizado por una sociedad independiente, habido sido contrastada por peritos expertos”. En total, el fondo de pensiones de sus trabajadores abonará 62,8 millones de euros en un momento en el que el sector se queja de que “no hay cruce de operaciones inmobiliarias”.

La operación se instrumentará a través de la compra de los inmuebles por el mismo valor de tasación por parte del Fondo, con arrendamiento por la Caja por un periodo de 20 años y posible prórroga de 10 años más, a cambio de un interés anual mínimo del 5,5%, y con una opción de compra por parte de la CAM a partir del décimo año.

Espeluznante oscurantismo de la operación

La caja añade, en su nota a los medios, que este acuerdo “permite cumplir mejor su compromiso con el plan de pensiones de los empleados CAM, especialmente en momentos de importante volatilidad en los mercados, como los actuales. El acuerdo, finalmente, incorpora una salvaguarda normativa para el caso de que la legislación, en el futuro, no permitiera la inversión del fondo en inmuebles, en cuyo caso, la Caja se compromete a su posterior adquisición.

Las fuentes sindicales consultadas, contrarias a la operación, tildan de “espeluznante el oscurantismo” que la rodea y critican que la entidad “juegue con el salario de nuestra jubilación”.

Fue el Grupo Santander el primero en plantear una operación de venta de todo su patrimonio inmobiliario en un proyecto que dio en llamar Brick (ladrillo). Se trató de una operación de sale & lease back que le permitió soltar lastre inmobiliario a cambio de tesorería en un momento en el que el estallido de la burbuja inmobiliaria era más que evidente. A Botín le siguieron BBVA y, más recientemente, el Sabadell.

En los últimos días, Caixa Catalunya ha puesto a la venta 824 de los más de 1.200 inmuebles de oficinas que posee. La novedad en el caso de la entidad catalana es que pretende paquetizar este patrimonio en varios lotes y colocarlo a inversores particulares, en su mayor parte, a los últimamente sufridos clientes de banca privada. Caixa Catalunya aspira a conseguir 500 millones de euros.

Another brick in the wall. La enladrillada banca española ha encontrado entre sus clientes y trabajadores el blanco perfecto para vender sus oficinas y obtener liquidez, en medio de una crisis inmobiliaria sin precedentes. Es el caso de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), quien anunció ayer que ha acordado vender sus sedes centrales -tres edificios singulares-, al fondo de pensiones de sus empleados por el módico precio de 62,8 millones de euros.

Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM)