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Las revoluciones corporativas en Vueling e Iberia
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Las revoluciones corporativas en Vueling e Iberia

Vueling ha mostrado al mercado sus habilidades de caída libre. Un desplome del 30% a principios de agosto y un 24% en dos sesiones hace apenas

Vueling ha mostrado al mercado sus habilidades de caída libre. Un desplome del 30% a principios de agosto y un 24% en dos sesiones hace apenas una semana. Detrás del batacazo, dos profit warning, cambios accionariales -el fondo de inversión Apax Partnes puso pies en polvorosa con la venta de su 21% a principios de agosto-, dimisión de varios consejeros y varapalo de Goldman Sachs –uno de los colocadores en bolsa de la compañía-, que ha reducido su valoración desde 12 a 2,5 euros por acción, frente a los 30 euros a los que colocó el valor en diciembre de 2006.

La compañía tiene que demostrar al mercado que es capaz de capear el temporal en un entorno de feroz guerra de precios. Desde mediados de año, las aerolíneas se han lanzado a una carrera desenfrenada de descuentos para llenar sus aviones. Y Vueling no ha sido menos. Sin embargo, estos esfuerzos están reduciendo peligrosamente sus ingresos medios por pasaje, que no alcanzan a cubrir sus costes y que se han traducido en las mencionadas advertencias de resultados peores de lo esperado.

Resultado: pérdidas en bolsa del 65% desde máximos anuales y del 50% desde principios de año. Pese a lo escalofriante de estos porcentajes, la low cost ha demostrado sus habilidades para resurgir de las cenizas, o al menos, eso es lo que parece. En menos de dos semanas ha remontado el vuelo y ha duplicado el precio de sus acciones. Ahora cotizan en 16,38 euros, cuando el pasado 3 de octubre cerraban en 8.

Detrás de la subida, el movimiento, esperado por parte del mercado, de la familia Lara (Inversiones Hemisferio), descontenta desde hace meses con la gestión de la compañía. Compra de un 10% adicional en Vueling hasta el 27% y requerimiento notarial ante la CNMV para censurar la gestión de la compañía –especialmente del consejero delegado de Vueling, Carlos Muñoz, y el director general, Lázaro Ros-, revisar su situación económica y "si procede" nombrar nuevos consejeros.

José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta –cuyo brazo inversor es Inversiones Hemisferio-, quiere coger ahora el toro por los cuernos y el mercado no descarta incluso una fusión con Clickair, participada al 20% por Iberia.

En este apartado, expertos del sector recuerdan la participación de Lara junto a Juan Abelló (Grupo Torreal) y la aerolínea francesa Air France-KLM, en una posible oferta sobre Iberia. Si el presidente de Planeta se convierte en accionista de la antigua aerolínea de bandera, el resultado de la ecuación es sencilla: también lo sería de Clickair.

De ahí que Iberia también esté en el punto de mira de un mercado, atento a cualquier movimiento. El último, una posible oferta liderada por los empresarios Javier de Salas -ex presidente de Iberia y del INI-, José María Castellano -ex consejero delegado de Inditex- y Miguel Zorita -ex vicepresidente de Deloitte-.

Vueling ha mostrado al mercado sus habilidades de caída libre. Un desplome del 30% a principios de agosto y un 24% en dos sesiones hace apenas una semana. Detrás del batacazo, dos profit warning, cambios accionariales -el fondo de inversión Apax Partnes puso pies en polvorosa con la venta de su 21% a principios de agosto-, dimisión de varios consejeros y varapalo de Goldman Sachs –uno de los colocadores en bolsa de la compañía-, que ha reducido su valoración desde 12 a 2,5 euros por acción, frente a los 30 euros a los que colocó el valor en diciembre de 2006.

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