La banca de inversión ya pesa un tercio del beneficio del Santander y va a más

Santander quiere ser, cada vez más, un banco de inversión. La división de asesoramiento y financiación en operaciones corporativas ya pesa un tercio del beneficio del grupo, y el objetivo es que siga aumentando. De hecho, la entidad presidida por Ana Botín tiene planes de fichajes y crecimiento, como siempre señala la ejecutiva.

El grupo cántabro generó un beneficio de 5.241 millones entre enero y septiembre, un 7,1% más que en el mismo periodo del año anterior. El negocio de banca de inversión, que Santander denomina Corporate & Investment Banking, generó un beneficio atribuido de 1.876 millones, más que ningún país.

El área más que duplica la cifra de ganancias de la división de fondos, banca privada y seguros (Wealth Management & Insurance), y ya supone más de la mitad del conjunto de la banca comercial a escala global (3.269 millones). De hecho, el peso en el beneficio total fue del 36%. Si se descuenta del resultado la cifra negativa asociada al centro corporativo, que da servicio a todo el grupo, entonces el peso es del 32%.

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Es decir, el beneficio de la banca de inversión del Santander ya supone casi un tercio del grupo. Santander sigue siendo un banco principalmente comercial, pero cada vez le come más terreno la banca de inversión, que incrementa su importancia incluso en un año de aumento de márgenes de intereses para la banca comercial. Según el informe financiero del grupo, el beneficio atribuido de la banca de inversión y corporativa se elevó un 28% en términos interanuales, con una rentabilidad sobre el patrimonio tangible (RoTE) del 28%, más del doble que en el conjunto del banco. Mientras que la ratio de eficiencia fue del 34,7%, mejor también que en el resto de negocios.

Desde junio de 2017, el responsable de la división es José María Linares, vicepresidente ejecutivo sénior del grupo, además de ser el jefe de Santander CIB, como conocen en el grupo al área. Depende directamente del consejero delegado, ahora Héctor Grisi, y se enroló en el grupo cántabro tras trabajar 17 años en JPMorgan en Nueva York, Hong Kong y Londres.

Servicio global, productos propios

Linares ha enfocado el servicio en un servicio global, que cada país aterriza con productos propios en función de las necesidades, explican en el banco. El objetivo es dar asesoramiento, principalmente, y también financiación, pero minimizando el uso del balance para evitar el consumo de capital. Así, el área, señalan en la entidad, origina crédito y distribuye cuando es una operación grande, evitando retener en balance y sin estructuración, con un modelo de consumo de capital light.

Durante los últimos años, Santander ha buscado especializarse en dar capacidades de asesoramiento y financiación a grandes empresas en Europa y Latinoamérica, así como en mercado de capitales. Asimismo, ha realizado operaciones corporativas para impulsar el crecimiento, con la compra del bróker estadounidense de renta fija Amherst Pierpont en 2021, por 500 millones, y la compra, el año pasado, de WayCarbon, consultora brasileña especializada en el comercio de emisiones.

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Ahora, Santander busca crecer en Estados Unidos. De hecho, aspira a duplicar su tamaño actual con fichajes y captación de negocio. Ya ha tanteado a banqueros importantes de Credit Suisse. "Nuestros objetivos son duplicar el tamaño de la franquicia en EEUU centrándonos en reforzar nuestras capacidades de asesoramiento principalmente en aquellos sectores con mayor potencial de crecimiento, como transición energética, tecnología o sanidad; continuar la globalización del negocio de Mercados con foco en los inversores institucionales y en EEUU, mejorando nuestra plataforma global de FX y derivados over-the-counter (OTC) en los principales mercados de materias primas, y acelerar la rotación de los activos para optimizar la rentabilidad", señala el grupo.

En abril, Santander nombró responsable regional de Norteamérica a Christiana Riley, fichada desde Deutsche Bank, donde estaba en el consejo directivo y había ocupado varios puestos de relevancia en Europa y América. Su perfil es de banca de inversión, ya que aunque su última posición era la de responsable regional de América, antes había sido directora financiera y corresponsable de banca corporativa y de inversión. El nombramiento pone el foco en el crecimiento de la banca de inversión en Estados Unidos, nuevo objetivo del Santander. La intención del grupo no es competir con los gigantes de Wall Street, sino ofrecer capacidades para conectar empresas con Europa y Latinoamérica.