Es noticia
Alemania se abre a un fondo conjunto con deuda europea para hacer frente a la crisis energética
  1. Mercados
Nuevo cambio de rumbo alemán

Alemania se abre a un fondo conjunto con deuda europea para hacer frente a la crisis energética

Scholz se muestra dispuesto a discutir un fondo financiado con deuda conjunta para ayudar con créditos baratos a los Estados miembros, según la agencia Bloomberg

Foto: El canciller alemán Olaf Scholz. (Reuters/Lisi Niesner)
El canciller alemán Olaf Scholz. (Reuters/Lisi Niesner)

Es el siguiente gran debate. La Unión Europea trata estos días de acordar un paquete de medidas para hacer frente a la escalada de los precios de la energía que incluya, por primera vez, medidas para intervenir el mercado del gas. Será uno de los principales asuntos que tratarán los jefes de Estado y de Gobierno cuando se reúnan el próximo 20 y 21 de octubre en Bruselas. Pero el otro debate de fondo es la idea de crear un mecanismo financiado con deuda conjunta que sirva para ayudar a los Estados miembros a capear la crisis energética.

Ahora, y según informa la agencia ‘Bloomberg’, el Gobierno alemán estaría dispuesto a retirar su oposición a dicho plan, siempre y cuando las ayudas que se destinen a los Estados miembros lleguen en forma de créditos y no en forma de transferencias. Según el citado medio, Olaf Scholz, canciller alemán, habría mostrado un cambio de postura durante la reunión que los líderes europeos celebraron el pasado viernes en Praga (Chequia). Hasta ahora Alemania se encontraba alineada con otros socios de los llamados “frugales”, como Países Bajos, que se oponen a esta idea.

* Si no ves correctamente este formulario, haz click aquí

Precisamente a ese encuentro en la capital checa se llegaba en un momento de bastante tensión entre Berlín y otras capitales europeas después de que el Ejecutivo alemán hubiera aprobado un plan de 200.000 millones de euros que ha hecho saltar las alarmas por el riesgo de fragmentación dentro del mercado interior: no todos los Estados miembros cuentan con el espacio fiscal como para permitirse poner en marcha ese tipo de planes y, por lo tanto, no todos los Gobiernos tienen la posibilidad de apoyar igual a sus ciudadanos y, sobre todo, a sus industrias, lo que generaría todavía más divergencias dentro de la Unión. Es un debate muy parecido al que se abrió tras el shock del coronavirus en la economía europea.

Dentro de la Comisión Europea varias voces fueron muy claras a la hora de plantear sus dudas sobre el plan alemán. Dos de ellas fueron las de Paolo Gentiloni, comisario de Economía, y la de Thierry Breton, titular de Industria y Mercado Interior. En un artículo publicado en varios medios europeos, ambos comisarios propusieron que se pusiera en marcha un plan similar al SURE, un mecanismo financiado con deuda conjunta europea que, a través de créditos ventajosos, ayudó a los Estados miembros a poner en marcha esquemas de regulación temporal de empleo como los ERTE españoles, que fueron claves durante la crisis provocada por el coronavirus.

Foto: Olaf Scholz, canciller alemán, en Berlín. (EFE/EPA/Filip Singer)

El Gobierno español mantiene su tradicional postura a favor de mecanismos que favorezcan una mayor integración en la Unión, pero en este caso está apostando por un perfil bajo. Pedro Sánchez, tras la reunión del pasado viernes, señaló que todavía era temprano para hablar sobre un fondo financiado con deuda europea como proponían Gentiloni y Breton, aunque subrayó la predisposición del Ejecutivo español a apoyar una medida así. Madrid quiere, por ahora, centrar sus esfuerzos políticos en el paquete de medidas energéticas que tienen que debatirse en el próximo Consejo Europeo.

La idea de un fondo de este estilo es también muy delicada para el propio Scholz y su Gobierno. Uno de los socios de su coalición son los liberales del FDP, una formación muy poco favorable a apoyar medidas de este estilo. Además, el líder del partido, Christian Lindner ocupa el ministerio de Finanzas. Alemania siempre se ha opuesto a la idea de grandes emisiones de deuda conjuntas, y el Gobierno de Angela Merkel cruzó muchas líneas rojas cuando aceptó el citado programa SURE y, sobre todo, cuando impulsó el Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros, la mitad de ellos en forma de transferencias a fondo perdido.

Un hombre clave en el diseño de ese Fondo, una auténtica revolución en la arquitectura económica de la Unión Europea, fue precisamente Scholz, que en ese momento era ministro de Finanzas, y que trabajó mano a mano con su homólogo francés, Bruno Le Maire, y también con la Comisión Europea. Ahora, ya convertido en canciller, Scholz tiene que lidiar con una coalición difícil de gobernar en la que depende en gran medida del visto bueno de un Lindner que convirtió el mensaje de la mano dura alemana en materia económica dentro de la Unión en uno de sus principales reclamos electorales.

Es el siguiente gran debate. La Unión Europea trata estos días de acordar un paquete de medidas para hacer frente a la escalada de los precios de la energía que incluya, por primera vez, medidas para intervenir el mercado del gas. Será uno de los principales asuntos que tratarán los jefes de Estado y de Gobierno cuando se reúnan el próximo 20 y 21 de octubre en Bruselas. Pero el otro debate de fondo es la idea de crear un mecanismo financiado con deuda conjunta que sirva para ayudar a los Estados miembros a capear la crisis energética.

Eurozona Unión Europea
El redactor recomienda