La banca da orden de sacar a sus empleados de los consejos de las sicavs

Los bancos han prestado servicio, accionistas y consejeros a las sociedades de inversión de capital variable (sicavs), pero han dado orden de que deje de ser así. Según fuentes financieras, las entidades están dando orden de que sus empleados salgan de los consejos de administración para establecer un cortafuegos.

La ley de medidas antifraude, un cajón de sastre con diferentes cambios fiscales, modifica este año el régimen de las sicavs. Para seguir tributando al 1% en vez de al 25% deberán tener, al menos, 100 accionistas con 2.500 euros invertidos. Hacienda quiere acabar con la figura de los ‘mariachis’, que son los accionistas puestos por el banco para llegar al centenar y tributar igual que el resto de instituciones de inversión colectiva (IIC), como los fondos de inversión.

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Este cambio afecta a la mayoría de sicavs, que son vehículos que se han usado en banca privada para que altos patrimonios tuvieran carteras eficientes fiscalmente y autogestionadas, aunque la gestora ponía la estructura suficiente para que funcionaran como una sociedad. Aportaban accionistas, depositario, consejeros, etc. Pero ya no será así.

Las sicavs tienen una ventana de neutralidad fiscal si se disuelven este año y los accionistas reinvierten en otras IIC en el plazo de seis meses. De este modo, los accionistas no tendrán que tributar por las plusvalías acumuladas si optan por liquidar y traspasar el dinero a fondos, algo que, según los expertos, harán entre el 60% y el 80% de las sociedades, aunque los duelos de muchas sicavs fuera de Madrid se enfrentan a un hachazo en patrimonio.

La CNMV ha pedido a las sicavs que se pronuncien sobre el camino que emprenderán a futuro antes del 31 de enero. Los bancos están optando por recomendar, en su mayoría, la disolución y el traspaso. Sea como fuere, las entidades recuerdan a los accionistas que está en su mano la decisión, pero que, salvo excepciones, no seguirán apoyando a estas sociedades. Es decir, no aportarán accionistas como hasta ahora, ni tampoco consejeros. Según fuentes del mercado, los bancos han comunicado de forma generalizada a sus clientes que retirarán a sus empleados del consejo.

La banca quiere poner un dique claro para que las sicavs que decidan continuar no tengan problemas con Hacienda o con la CNMV ante el nuevo régimen. De esta manera, la administración de las sicavs correrá a cargo de accionistas designados por sus accionistas.

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BBVA, por ejemplo, mandó una presentación a sus clientes con sicavs en la que aseguró que “no va a facilitar a las sicavs el cumplimiento del requisito de inversión mínima de 2.500 euros en accionistas minoritarios”, y advierte de que si no hay una disolución en 2022, “se pierde la oportunidad de salir de la sicav sin coste fiscal al amparo del régimen transitorio”.

“Muchas de nuestras sicavs acordarán en 2022 la disolución y liquidación. Asimismo, un gran número de estos accionistas acordará la reinversión de su cuota de liquidación”, señalan fuentes de CaixaBank Banca Privada.

Al cierre de 2021, según la patronal de gestoras, Inverco, había 2.307 sicavs con 29.248 millones de euros de 362.909 accionistas, la mayoría de ellos, eso sí, ‘mariachis’. La salida de capital hacia IIC españolas como primer paso, y hacia fondos de Luxemburgo después u otros vehículos, alcanzará hasta los 20.000 millones, según los expertos.