La prima por jubilarte más tarde: rentable para ti… ¿Pero también para el sistema?
De momento, la mayoría de países están optando precisamente por retrasar la edad de jubilación como fórmula para equilibrar el sistema de pensiones
La operación matemática ‘38.000 – 12.000’ da un resultado mayor que 0. ¿Correcto? Si usted tuviera que elegir entre pagarle el año que viene a una persona un cheque único de 12.000 euros, a cambio de evitar pagarle todos los meses 2.800 euros… No parecería una mala operación, ¿cierto?
Pues sobre esto se debate estos días a raíz de una de las propuestas de José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, para la reforma de la jubilación. En su encargo de remendar el sistema de pensiones, considera muy conveniente extender la edad de jubilación más allá de los 67 años entre aquellos que quieran seguir en activo.
El incentivo máximo ascendería a 12.000 euros por cada año que retrasen la edad de jubilación los trabajadores con pensión más alta y que hayan estado trabajando casi sin interrupción desde los 22 años. Uno tiende a pensar que no habrá muchos, pero haberlo haylos, por lo visto. Para los que han cotizado menos años y tienen salarios más bajos, el incentivo también sería más reducido.
El beneficio para la estabilidad del sistema resulta evidente en apariencia: por cada persona que decide retrasar un año su jubilación a la que correspondería pensión máxima, el Estado se ahorra un buen dinero. En concreto, en 2021, se ahorraría 14 pagas de 2.707 euros. Es decir, casi 38.000 euros en el año. A cambio, le pagaría ese incentivo de 12.000 euros. 26.000 euros de diferencia sólo por este concepto.
Ahora bien, si este incentivo se combina con la revalorización del 4% en la pensión que se ofrece en la actualidad al retrasar la jubilación, el coste podría ser mayor que el beneficio para el sistema. “Se podría estar haciendo un pan con unas tortas”, explica José Antonio Herce, socio fundador de la consultora de soluciones para la jubilación LoRIS.
En la actualidad, ese 4% extra no convence a los trabajadores para retrasar un año su jubilación. Pero si a eso se le suma el incentivo de los 12.000 euros, puede que muchos más empleados sí lo acepten. Y entonces, “descontando el valor de los flujos en el tiempo, podría darse la situación de que a la Seguridad Social le saliera más rentable que se jubilase cuando le toca”, añade Herce.
¿Sabes cuánto tendrás de pensión cuando te jubiles?
De momento, la mayoría de países están optando precisamente por retrasar la edad de jubilación como fórmula para equilibrar el sistema de pensiones. Y los planes futuros también van en esa dirección, como se planteó abiertamente desde la Comisión Europea en el Libro Verde sobre el Envejecimiento, que abogaba por “establecer de forma general el derecho a trabajar más allá de la edad de jubilación”, entre otras medidas.
Los motivos de los críticos
Más allá del posible coste para el sistema, en función de cómo quede el cálculo, los detractores de incentivar el retraso en la jubilación señalan varias razones. Por un lado, se critica que se prime con un cheque a personas que quizá han tenido trabajos físicos menos exigentes y pueden seguir trabajando, dándoles una ventaja frente a aquellas otras profesiones de esfuerzo físico mayor, que tendrían muy complicado seguir en activo cerca de los 70 o más allá.
Pero aquí hay que considerar que esas personas que reciben el incentivo están ahorrando, como decíamos, un buen dinero cada año al estado. Y que parte de ese ahorro podría permitir, por ejemplo, que esas profesiones más exigidas pudieran tener una jubilación anticipada en mejores condiciones, siempre que estuviera justificado.
Muchos países están optando por retrasar la jubilación para equilibrar las pensiones
Por otro, apuntan a un posible efecto tapón que los más veteranos realizarían sobre el empleo juvenil. Al no liberar sus puestos de trabajo, hay menos oportunidades para los recién llegados al mundo laboral, dice esa teoría, y esto suena inconcebible en un mercado laboral como el español, con más de un 40% de paro juvenil.
Entre quienes sostienen esta desventaja figura la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que en su momento dejó clara su visión en una entrevista en TVE: “Propiciar que alarguemos e incentivemos la edad de jubilación más allá de la edad legal entorpece la posibilidad de incorporar jóvenes”, afirmó.
¿Taponan los veteranos a los jóvenes en el mercado laboral?
La evidencia, sin embargo, no sostiene este argumento. Como se explicaba en este análisis en El Confidencial, no sólo no existe una correlación negativa entre la variación de la tasa de empleo de los mayores y la de los jóvenes, sino que los análisis realizados encuentran una leve correlación positiva entre los dos indicadores: cuando aumenta la tasa de empleo de los trabajadores de más edad, también lo hace la de los jóvenes.
La última crítica es que el incentivo sólo beneficiaría a los trabajadores más insustituibles, a aquellos que precisamente se han mantenido trabajando hasta los 67 años, mientras cada vez hay más paro entre los empleados veteranos a los que las empresas despiden por su mayor coste.
Sin duda, esto es cierto, pero es que el premio a estas personas no se les da por sus méritos, sino por el ahorro que supone para el Estado que decidan seguir trabajando, en vez de dejarlo y empezar a cobrar la jubilación.
Desde luego, el esfuerzo beneficia también a esos trabajadores que deciden seguir en activo al llegar a la edad de jubilación. Y más según pasen los años, ya que progresivamente se irá ampliando la diferencia entre su último salario percibido como trabajadores y el primero que recibirán como pensionistas.
Al final, irónicamente, su mejor plan de jubilación consistirá en trabajar más años.
La operación matemática ‘38.000 – 12.000’ da un resultado mayor que 0. ¿Correcto? Si usted tuviera que elegir entre pagarle el año que viene a una persona un cheque único de 12.000 euros, a cambio de evitar pagarle todos los meses 2.800 euros… No parecería una mala operación, ¿cierto?