Lucha contra el cáncer: fondos para invertir en las empresas más avanzadas

Este lunes se ha celebrado el día contra el cáncer infantil, una enfermedad que cada año se diagnostica a 300.000 niños en todo el mundo, 1.100 aproximadamente en España. La noticia esperanzadora es que gracias a los avances científicos y al empeño de investigadores y personal sanitario, el 80% logra vencer la enfermedad, pero el otro 20% necesita todavía más ayuda, más investigación y más medios.

Aquí es clave la labor de las empresas biotecnológicas y farmacéuticas, que están trabajando en proyectos más o menos avanzados, también contra el cáncer en adultos. En muchas se puede invertir directamente comprando las acciones, pero también indirectamente, a través de fondos de inversión especializados en el sector salud. Una opción interesante, gracias a la diversificación que supone contratar a la vez un número amplio de compañías y no quedar expuesto a que un sólo fármaco prometedor.

Lo bueno de estos fondos es que los inversores, además de convertirse en protagonistas indirectos de los avances en la cura contra el cáncer y otras enfermedades, pueden verse recompensados con unas rentabilidades interesantes. La categoría de fondos de biotecnología logra un avance del 17% en el último año y de casi el 50% a tres años, según los datos de Morningstar.

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Aunque los fondos de estas categorías suelen tener empresas de lucha contra el cáncer en cartera, también se pueden encontrar algunos más directamente enfocados a esta enfermedad. Uno de ellos es el Candriam Equities L Oncology Impact., que invierte en empresas centradas en el estudio, diagnóstico y tratamiento del cáncer.

El proceso de selección se realiza a partir de empresas que están suficientemente relacionadas con el sector oncológico y donde el análisis clínico de sus avances es adecuado. Las empresas con más peso en la cartera del fondo son Roche, Merck, Thermo Fisher Scientific, Genmab y Daiichi Sankyo. La rentabilidad anualizada que ha alcanzado el fondo de inversión en lo que va de 2021 es del 4,18% y a un año, del 18,76%.

Entre los motivos que han impulsado estos productos, está el efecto secundario beneficioso de las vacunas contra el coronavirus. Lo explica Andy Acker, gestor del fondo Janus Global Life Sciences: “Los esfuerzos del sector por combatir la crisis de la covid-19 ―con miles de millones de dólares invertidos en investigación y producción― han contribuido a acelerar y/o validar nuevas tecnologías”.

Entre ellas, la terapia ARNm (en la que están basados los viales de Pfizer-Biontech y Moderna contra el Covid. “Había sido estudiada para indicaciones como cánceres y enfermedades contagiosas, pero, hasta ahora, no ha obtenido la autorización regulatoria. Las lecciones aprendidas ahora podrían aplicarse a programas de ARNm para otras vacunas, así como para diversos cánceres y otras aplicaciones”, explica Acker.

Desde BNY Mellon IM también creen que hay un enorme potencial por desarrollar en estas soluciones, lo que les ha llevado a lanzar el fondo BNY Mellon Smart Cures Innovation Fund. “El uso de terapias y de herramientas génicas para el tratamiento y la posible cura de enfermedades se ha desarrollado muchísimo en los últimos diez años y la actual crisis sanitaria ha puesto aún más de relieve la importancia de esta área de la biotecnología”, explica Sasha Evers, director general de la firma en España.

Este desarrollo hace que cada vez haya más fondos de salud y biotecnología entre los que elegir. Entre los más rentables de biotecnología podemos encontrar el Polar Capital Biotechnology, el BlackRock World Healthscience y el mencionado fondo de Candriam. Los tres, con rentabilidades superiores al 50% a tres años. Entre las gestoras españolas, también hay uno especializado en biotecnología, el Abante Biotech.

Además, hay otros fondos que, aunque no invierten directamente en compañías implicadas en la lucha de la enfermedad, colaboran con iniciativas y proyectos solidarios para apoyar a los niños y a sus familias. Por ejemplo, el Ibercaja Sostenible Y Solidario, que dona parte de su comisión a asociaciones como El Sueño de Vicky o el Mutuafondo Compromiso Social, a través del que se puede colaborar con la Fundación Aladina, nacida en 2005 de la mano de Paco Arango y que se esfuerza cada día “para que los niños con cáncer nunca pierdan la sonrisa”.

Probablemente, el sector salud continuará acaparando todas las miradas durante los próximos años, pues, ahora más que nunca, somos conscientes de que sólo la investigación y su fiel compañera, la inversión, pueden salvarnos.

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