Crédit Mutuel relanza Targobank y crea un equipo para vender fondos de inversión

Targobank está cobrando una nueva vida en 2021. El banco español del grupo francés Crédit Mutuel ha puesto el foco en crecer en recursos de clientes fuera de balance para ser rentables. Es decir, en vender fondos de inversión y elevar los ingresos por comisiones para volver a beneficios y dejar atrás la herencia de Banco Popular.

La entidad, según fuentes conocedoras, ha fichado a dos ejecutivos con el objetivo de lanzar una estrategia de ventas de fondos en la red de 100 sucursales del banco y 450 empleados, que además está cambiando con el cierre de algunas oficinas, la reforma de otras hacia espacios más grandes y también nuevas aperturas, como en el número 5 de la Gran Vía de Madrid con 700 metros cuadrados, donde tendrá su nueva sede.

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En concreto, Targobank ha fichado a Valentín Ibáñez Gil y a Lucas Fernández Kelly con este objetivo, el primero como director del área patrimonial y el segundo como director de red de banca privada. Ambos provienen de Banco Caminos - Bancofar, donde también se incorporaron para lanzar proyectos de venta de fondos y de banca privada. Ibáñez trabajó en Banif, la antigua banca privada del Santander, entre 1999 y 2005. Después fue dos años banquero de la CAM, y de ahí pasó a Arquia, donde estuvo 10 años. En su etapa final, se enfocó en dinamizar la banca privada, antes de pasar en 2017 a Bancofar, donde ha estado cuatro años.

Por su parte, Lucas Fernández estuvo 12 años en Bankinter, hasta que en 2019 fichó por Bancofar para ser director del departamento de banca privada. Crédit Mutuel ha incorporado a los dos ejecutivos para formar a la red de comerciales en la venta de fondos de inversión, ya que hasta ahora sólo trabajaban con seguros de vida como productos fuera de balance.

Ahora, la entidad presidida en España por Joseph Arenas, se ha focalizado en distribuir fondos de las gestoras participadas de Crédit Mutuel, con inversiones mínimas de 100 euros. Así, han comenzado con fondos domiciliados en Francia de Crédit Mutuel Asset Management, que tiene 75.000 millones bajo gestión, la quinta por tamaño del país galo. El grupo también cuenta con Banque de Luxembourg Investments (BLI), CIC y Dubly Transatlantique Gestion.

De esta forma, Crédit Mutuel busca que Targobank deje atrás las pérdidas heredadas del proyecto que compartió con Banco Popular, entidad con la que pactó su lanzamiento en 2010 a partir de antiguas oficinas de la entidad y con la licencia bancaria de Pastor a cambio de una participación significativa en el banco. Semanas antes de su resolución, Crédit Mutuel compró el 49,98% que no tenía por 65 millones. En los últimos años, ha realizado dos ampliaciones de capital, de 150 millones en 2017 y de 40 millones en 2020.

El grupo francés ha racionalizado la capacidad del banco, con un expediente de regulación de empleo (ERE) meses antes de la pandemia del coronavirus que supuso la salida de 147 trabajadores, el 20% del personal, con el cierre del 30% de las sucursales, lo que supuso reducir el número en 36. Actualmente cuenta con un centenar de sucursales, de las que tres cuartas partes son universales y el resto especializadas en empresas.

Asimismo, tiene 450 empleados comerciales, todos ellos con acreditaciones. Según fuentes conocedoras, una cifra en torno a 350 trabajadores ampliará sus competencias a la comercialización de fondos de Crédit Mutuel en España. Así, la entidad está ya ofreciendo fondos y cestas de vehículos de la gestora según los perfiles de riesgo de los clientes. En enero captaron 15 millones netos, cifra que situaría a la gestora entre las 20 primeras por ventas del panorama nacional si fueran fondos españoles, al compararse con los datos de la patronal Inverco.

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Targobank registró pérdidas por valor de 18,974 millones entre enero y septiembre, según las cuentas de resultados publicadas en la patronal de banca AEB. El margen de intereses se situó en 35,1 millones, mientras que los ingresos por comisiones fueron de 9,4 millones, partida que la entidad quiere incrementar. Los gastos de administración alcanzaron los 42,7 millones, dentro de los que hay 23,3 millones por personal. Sin embargo, el banco incluye en sus cuentas un deterioro del valor de los activos de 17 millones que eleva los números rojos.

El volumen de crédito asciende a 2.335 millones, además de contar con 91 millones en renta fija. El activo total es de 2.854 millones. En el pasivo, los depósitos de la clientela ascienden a 1.868 millones. Por su parte, los fondos propios del banco alcanzan los 186 millones, con un capital de 326 millones.

El nuevo proyecto de Targobank supone volver a ofrecer fondos a la clientela, algo que no había pasado desde que rompió con el Popular. Antes de ello, tenía un acuerdo de distribución con la gestora Allianz Popular, la ‘joint venture’ de la aseguradora alemana y del banco español que se quedó el Santander por un euro en 2017.