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Resolvemos la eterna duda: invertir a largo o a corto plazo
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Resolvemos la eterna duda: invertir a largo o a corto plazo

Los variados movimientos de los mercados implican inseguridades y dificultades de inversión a corto plazo, mientras que la espera paciente en la inversión tiene recompensa

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Decía el padre del 'value investing' o inversión en valor, Benjamin Graham, que el mercado de valores es unesquizofrénico en el corto plazo, pero recupera su cordura en el largo plazo”. Su discípulo, el gurú de las inversiones Warren Buffett, lo califica de “maníaco depresivo”; “mientras más absurdo sea su comportamiento, mejor será la oportunidad para el inversor metódico”. O lo que es lo mismo: “Las correcciones del corto plazo son el precio a pagar por la rentabilidad que ofrece el largo plazo”, aclara Gustavo Trillo, director comercial de la gestora value Bestinver.

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Y es que, en materia de inversión, llegar y besar el santo dando 'pelotazos' con entradas y salidas rápidas aprovechando la volatilidad solo es cosa de los avezados 'traders' profesionales o de los sagaces protagonistas de películas de Wall Street. Puede que también la suerte le haya acompañado a tu cuñado, pero solo es eso, una posibilidad fruto del azar.

“Cuando un inversor se centra en el corto plazo, está observando la variabilidad de la cartera, no las rentabilidades; en definitiva, se está dejando llevar por lo aleatorio”, dice el investigador y financiero Nassim Nicholas Taleb, autor de ensayos donde profundiza sobre los problemas de la suerte, la incertidumbre, la probabilidad y el conocimiento. "Se puede perder dinero a corto plazo, pero necesitas del largo plazo para ganar dinero", asevera otro reconocido inversor, el gestor Peter Lynch.

"Cuando un inversor se centra en el corto plazo observa la variabilidad de la cartera, no las rentabilidades; se deja llevar por lo aleatorio"

Como vemos, hay mucho inversor de reconocida trayectoria que hace lo contrario que los tiburones de bolsa cortoplacistas; espera pacientemente analizando y observando el mercado hasta que una compañía se pone a tiro, cual cocodrilo. Entonces compra sus acciones y deja que el tiempo haga su trabajo.

De este modo, para el común de los mortales las probabilidades de obtener cuantiosas ganancias aumentan cuando ponemos el tiempo a nuestro favor, porque cuanto mayor sea el horizonte temporal para alcanzar nuestros objetivos de inversión más nos beneficiaremos de las ventajas del interés compuesto, cuyo impacto sobre el capital inicial es multiplicador al ir acumulando año tras año los intereses generados.

Por otra parte, el tiempo es el que permite suavizar los habituales vaivenes de los mercados, no solo por la citada acumulación de intereses, sino porque se tiene margen para recuperarse de las eventuales pérdidas que produce el corto plazo, vendiendo acciones caras para comprar otras de compañías buenas y baratas. Será el largo plazo el que haga converger el precio de cotización con su valor intrínseco.

La rentabilidad, ¿una cuestión de azar?

La conclusión es que a corto se deja en manos del azar la rentabilidad, mientras que a largo, en manos del mercado, que poco a poco va reconociendo el verdadero valor de una acción castigada en bolsa. A nivel de bolsillo, si necesitas el dinero en menos de tres años te conviene invertir con una estrategia cortoplacista basada no en acciones, sino en productos conservadores como la renta fija (bonos, obligaciones, letras del Tesoro...) donde hay más seguridad de mantener el capital invertido en detrimento de la rentabilidad. Por el contrario, si no necesitas el dinero en un lustro, apuesta por la renta variable que a largo plazo siempre es ganadora y deja que el efecto bola de nieve del interés compuesto haga crecer tu dinero.

Esto nos demuestra que hay que invertir en función del horizonte temporal de tus objetivos, no en función ni de tu perfil de riesgo ni de modas pasajeras, analizando siempre rentabilidades históricas, no las del último año. De tal manera que “a cada plazo su activo y a cada activo su plazo”, dicen en Bestinver. Además, hay que hacerlo de forma periódica, siendo constantes, por lo que con cantidades inferiores a 100 euros uno puede ir haciendo pequeñas aportaciones que a largo plazo se convertirán en grandes retornos. Esta estrategia inversora permite diversificar las entradas en el mercado, pudiéndose aprovechar de momentos bajistas con los que obtener mayores rendimientos con el paso del tiempo.

El Confidencial en colaboración con Bestinver, gestora independiente especializada en fondos de inversión y planes de pensiones, pone a disposición de sus lectores el espacio Ahorro e Inversión. Con 30 años de experiencia y 6.200 millones de euros de patrimonio bajo gestión, Bestinver trabaja con el objetivo de generar las mejores rentabilidades a largo plazo para sus inversores.

Decía el padre del 'value investing' o inversión en valor, Benjamin Graham, que el mercado de valores es unesquizofrénico en el corto plazo, pero recupera su cordura en el largo plazo”. Su discípulo, el gurú de las inversiones Warren Buffett, lo califica de “maníaco depresivo”; “mientras más absurdo sea su comportamiento, mejor será la oportunidad para el inversor metódico”. O lo que es lo mismo: “Las correcciones del corto plazo son el precio a pagar por la rentabilidad que ofrece el largo plazo”, aclara Gustavo Trillo, director comercial de la gestora value Bestinver.

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