El gráfico de la desconfianza: los inversores no se creen la tregua comercial EEUU-UE

Cuando se ha cumplido algo más de mes y medio desde la cumbre histórica entre Donald Trump y el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, en la que acordaron no aplicar nuevas tarifas mientras siguen negociando, lo cierto es que los inversores no las tienen todas consigo sobre que finalmente haya un final feliz para todas las partes.

Prueba de ello es el comportamiento que desde finales de julio ha tenido en bolsa uno de los sectores más calientes en la guerra comercial. Las acciones de los principales fabricantes de automóviles, que han sido las grandes damnificadas de la amenaza de imponer aranceles del 25% a las importaciones de coches europeos y componentes a EEUU, han vuelto a las andadas tras el respiro que se tomaron después del acuerdo el pasado mes de julio.

Hace un mes retomaron los descensos, lo que demuestra que los inversores desconfían de la capacidad de ambas partes de llegar un acuerdo y que las nuevas tarifas son cuestión de tiempo, algo muy perjudicial para un sector que es uno de los principales motores de Europa. No en vano, según las estimaciones de la Comisión Europea, ese porcentaje supondría un aumento medio de 10.000 euros (11.700 dólares) sobre el precio de venta de los vehículos, con lo que las ventas se reducirían a la mitad.

Además, según los cálculos de UBS, estas tarifas, tanto a los coches como a las importaciones de piezas, podrían suponer un incremento del 18% de los costes de los fabricantes de automóviles, siendo los más afectados Jaguar Land Rover, Volkswagen y BMW.

Por ello, desde que Trump anunció el pasado mes de mayo su intención de elevar los impuestos a las importaciones de vehículos, las acciones de los principales fabricantes europeos se han desplomado más de un 16%, como muestra el índice Stoxx Europe 600 Auto Index.