Andbank designa nuevo consejero delegado de su paraíso fiscal en Luxemburgo

Andbank, el segundo mayor banco de Andorra, está de cambios. La entidad controlada por los hermanos Cerqueda y la familia Ribas ha decidido cambiar al máximo responsable de su filial en Luxemburgo, un plaza esencial para los servicios de banca privada a sus clientes de rentas altas. Uri Levcovich, un ejecutivo israelí con más de 20 años de experiencia, sustituye a Manuel San Salvador, ex consejero delegado de Lazard Wealth Management y de Banco Urquijo.

San Salvador, uno de los veteranos de la gestión de patrimonios en España —anteriormente fue responsable de banca privada para Europa de Barclays y jefe del mismo área de Merrill Lynch para la península Ibérica—, pasará a ser consejero de Andbank Luxembourg y director de negocios globales del grupo andorrano. Llevaba dos años y nueve meses como consejero delegado en el pequeño país del centro de Europa conocido por su laxa fiscalidad y donde Andbank gestiona cerca de 6.000 millones de euros.

Su puesto lo va a ocupar Uri Levcovich, un banquero de origen israelí que se incorporó a Andbank en 2014 proveniente de Banque Hapoalim. Dentro de la entidad andorrana, ayudó a la adquisición de Sigma Investment House, una gestora de grandes patrimonios especializada en fondos de inversión, asesoramiento en fondos de pensiones y gestión de fortunas. Uno de sus objetivos al frente del banco en Luxemburgo es llevar el negocio de banca privada internacional a Israel.

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Andbank administra actualmente 22.000 millones de euros, cerca de la mitad de ellos de clientes españoles. Está presente en 11 países y cuenta con una plantilla de 1.100 empleados. En los últimos meses ha reforzado su equipo directivo con fichajes como el de Jorge Maortua, ex responsable de mercados y banca mayorista en el Santander, como consejero del grupo. En marzo designó a Antonio Castro, ex consejero delegado de Barclays, como director general de servicios corporativos.

El gran salto de Andbank en España se produjo entre finales de 2014 y principios de 2015, cuando consiguió cerrar la adquisición del negocio minorista de Inversis, la entidad de gestión de patrimonios controlada por Banca March. El banco se impuso en la subasta a su rival Banco Privado de Andorra (BPA), posteriormente intervenido por las autoridades locales, en una operación rocambolesca por la que pagó 215 millones de euros.