El mercado ignora la tormenta política y el Tesoro coloca sin problemas 4.515 millones

El debate político va por un lado y el mercado de deuda va por otro. A pesar de la incertidumbre política que hay en el país y que justo ayer el Congreso de los Diputados rechazara la investidura como presidente del candidato del PSOE, Pedro Sánchez, el Tesoro Público español hacolocado sin problemas 4.515 millones de euros en deuda a medio y largo plazo en el mercado. Y no sólo eso, sino que en el caso de las obligaciones con vencimiento en 15 años además ha reducido el interés ofrecido a los inversores.

Concretamente, del papel con vencimiento en 2030 la secretaría dependiente del Ministerio de Economía ha vendido 946,69 millones de euros, que han salido a un interés marginal del 2,107% frente al 2,330% previo.

No obstante, en las obligaciones a diez años indexadas a la inflación, de las que se han colocado 475,08 millones, el interés marginal aplicado ha sido del 0,851%, superior al 0,331% anterior, al igual que en los bonos a cinco años, que han salido con una rentabilidad del 0,702%, frente al 0,613% de la subasta previa. En esta denominación el Tesoro ha colocado 3.093,29 millones.

En total, el Tesoro ha adjudicado hoy 4.515 millones de euros, frente al objetivo máximo previsto de la subasta que era de 5.250 millones de euros.

Inmediatamente después de la subasta, el interés del bono español a diez años bajaba con fuerza en el secundariomás de un 1,7% hasta situarse en el 1,56%, lo que dejaba la prima de riesgo en los 136 puntos básicos.

Y es que los inversores preferían seguir sin gobierno a que la investidura de Sánchez hubiera salido adelante con la abstención de Podemos, al menos así lo explicaban desde una gestora de fondos a este periódico. Tal es así que la prima de riesgo, que se disparó hasta los 160 puntos básicos a principios de febrero por el temor a un pacto de Gobierno de izquierdas, ha caído con fuerza hasta situarse en el entorno de los 130 puntos básicos.

La próxima cita del Tesoro con el mercado será el próximo 8 de marzo, con una emisión de letras a 6 y 12 meses. Y aunque al tratarse de papel a corto plazo su importancia es menor, en esta ocasión tendrá el morbo añadido de queya se habrá celebrado la segunda vuelta de votaciones para la investidura y se podrá tomar el pulso de los inversores de cara asi habráo no unas nuevas elecciones el próximo mes de junio.