Koplowitz lima asperezas con Portillo: le invita a cenar en su casa y le ofrece dos sillones en el consejo de FCC

Esther Koplowitz y Luis Portillo acercaron posturas el viernes pasado en una cena en casa de la dueña de FCC, en el Paseo de la Habana de Madrid. Acompañados por el marido de la mayor de las hermanas Koplowitz, Fernando Falcó, Marqués de Cubas, una y otro pactaron entre plato y plato las líneas maestras de lo que será la relación entre ambos después de que en diciembre Portillo comprara a Acciona el 15% de FCC.

Según ha podido saber este periódico, durante esa cena Koplowitz y Portillo pactaron que Inmocaral tendrá dos consejeros en FCC. Uno de ellos será el propio Portillo mientras que el otro será Mariano Miguel, consejero delegado de Colonial. Los dos representantes de Inmocaral tomarán asiento en la próxima Junta de Accionistas de la constructora, que se celebrará en junio. La máxima accionista de la empresa ha anunciado hoy los términos de este acuerdo al consejo de FCC.

Para que Inmocaral pueda ocupar dos sillones, FCC ampliará de 19 a 21 el número de consejeros. Así, Koplowitz allana el camino de entrada de Portillo en la empresa, puesto que los estatutos de FCC no permiten destituir a ninguno de los 19 consejeros actuales hasta dentro de varios años. “Por el derecho de proporción de su número de acciones no habría entrado en el consejo hasta dentro de unos años. Koplowitz, sin embargo, se lo va a permitir llevando a la Junta la propuesta de ampliación del número de consejeros”, aseguran fuentes bien informadas.

Fin de las hostilidades

De esta forma se dan por cerradas las heridas abiertas entre ambos en diciembre. El pasado día uno de ese mes, Portillo adquirió el 15% de FCC a Acciona y sólo avisó a Koplowitz cuando la operación ya estaba hecha. El sevillano se justificó diciendo que Acciona no quería esperar y que tuvo que cerrar la operación muy deprisa, en apenas horas.

Según publicó este periódico, Portillo le había propuesto un mes antes a Koplowitz la fusión entre Inmocaral y Realia, la división inmobiliaria de FCC y Caja Madrid, a lo que se negó. En la cena del viernes no se habló de este asunto y Portillo no ha vuelto a insistir en esa operación, según las fuentes consultadas. Tampoco dijo nada el sevillano sobre la posibilidad de aumentar su actual participación hasta el 20%.

Esta operación es más importante de lo que parece para Portillo. Desconocido en el mundo empresarial hasta hace muy poco tiempo, la cena del pasado viernes en casa de Esther Koplowitz simboliza para el sevillano su definitiva aceptación en el exclusivo y reducido mundo de los millonarios españoles. Además, cierra heridas también con la hermana de Esther, Alicia, accionista de Inmocaral, a quien tampoco gustó que Portillo entrara en FCC sin avisar.