Parque Nacional Illas Atlánticas, el paraíso azul y blanco

Disfruto de un punto de vista privilegiado, en lo alto de un acantilado de una de las islas Cíes. Observo el vuelo incesante de las gaviotas. Son gaviotas patiamarillas. Su color blanco contrasta con el azul intenso del océano. Las gaviotas sobrevuelan mi cabeza yendo y viniendo en dirección al mar, emitiendo sus característicos graznidos tan agudos. Algunas se posan en las rocas y parecen admirar el paisaje. Veo una laguna con aguas todavía más cristalinas que las del mar. He venido de visita al Parque Nacional das Illas Atlánticas. Frente a la costa de Vigo y de Pontevedra, cerca de la frontera con Portugal, se encuentra este parque nacional que incluye a las islas Cíes, las Ons, la isla de Sálvora y la de Cortegada. Durante años estas islas fueron la mayor colonia de gaviotas patiamarillas de Europa. Desde hace unos años el descenso ha sido muy grande, como en otras zonas de Galicia, pero sigue siendo un paraíso para estas aves y otra fauna.

El paisaje de las islas

La belleza de estas islas parece mezclar ingredientes del norte cantábrico con otros de lejanos rincones tropicales. Arena blanca y aguas transparentes, que, a veces, parecen azules y, otras, verdosas. Uno pudiera pensar que está en el mar Caribe con esas vistas. Pinares, frutos de la repoblación, se encuentran en varias zonas y por todos los sitios de las zonas altas de las islas me encuentro peñascos rocosos y acantilados.

Aquí también hay mucha vida marina y submarina. Miro hacia el Oeste, al océano Atlántico, abierto, alargado hasta el continente americano. En la distancia puedo ver algún delfín dando saltos. Estos cetáceos, también por aquí hay orcas y ballenas, nos hablan de la abundante vida submarina que albergan estas aguas.

Lagarto ocelado

En las dunas cerca de la playa, caminando sobre la arena blanca, me encuentro un lagarto de gran tamaño. Es un reptil mucho más grande y compacto que las comunes lagartijas y con un aspecto más llamativo. Se trata de un lagarto ocelado. Su coloración con escamas negras, amarillas y verdes contrasta con unas manchas azuladas en los laterales. Contemplo su lento movimiento y cómo sube y baja despacio su cabeza. Está atento a sus presas, como insectos, arañas e incluso huevos de aves. Los lagartos ocelados son propios de estas islas y de la costa gallega, mientras en otros lugares de España habitan dehesas, montañas y bosques de ribera.