Apadrina un olivo y, de paso, ayuda a crear empleo en el campo

El proyecto de emprendimiento rural 'Apadrina un olivo' viene trabajando desde hace más de 7 años en la recuperación de 100.000 olivos centenarios abandonados en la localidad turolense de Oliete. Una labor que favorece la conservación de la biodiversidad y contribuye al reto demográfico mediante el impulso a la economía sostenible y la oferta laboral en el campo.

Se trata de un proyecto de recuperación ecológica y demográfica para una comarca azotada por el abandono rural

El centro del proyecto ha estado siempre en la simbiosis entre las personas y la naturaleza. "Si queremos salvar la vida de los pueblos es por las personas que los habitan y su patrimonio natural. Nosotros lo hacemos generando empleo y atrayendo a familias que vengan para quedarse, los llenen de vida y cuiden de esos recursos naturales", explica Alberto Alfonso, fundador de esta empresa para la recuperación del campo y la conservación de la naturaleza.

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Cada pueblo de esta comarca aragonesa está formado por historias con nombre y apellido: personas que decidieron mantenerse arraigados a estas tierras para que no cayeran en el olvido. En el caso de Oliete se trata de personas como Carolina, Jaime, José, Carlos, Raúl, Guillermo, Andrés… Y ahora, a través de una nueva iniciativa de este proyecto, quieren sumar a una familia más al pueblo, ayudarla a instalarse y conseguirles una opción de desarrollo personal vinculada al campo mediante un empleo estable y con unas condiciones dignas.

Para ello se han planteado un nuevo reto: conseguir la colaboración ciudadana necesaria para dotar a la comarca de nuevas posibilidades de desarrollo mediante el apadrinamiento de los olivos centenarios abandonados. Así, por cada 600 olivos apadrinados, lanzarán una oferta de trabajo inmediata para contratar a un agricultor o agricultora y facilitar que se instalen en el pueblo con su familia.

Además de contribuir a luchar contra el abandono del campo y favorecer la recuperación del cultivo tradicional de la aceituna, el proyecto se desarrolla en colaboración con la Agrupación Turolense de Asociaciones de personas con Discapacidad Intelectual (ATADI): una entidad de inserción sociolaboral que participa en las labores de recuperación del olivar, lo que fomenta la conexión de las personas necesitadas de ayuda con el mundo rural y la vida al aire libre.

Desde 'Apadrina un olivo' quieren contactar con nuevos colaboradores, madrinas y padrinos que quieran formar parte de una historia de valores unida al campo y la naturaleza. Personas que estén pensando en regalar algo especial esta Navidad, algo que vaya más allá de un obsequio, que dure para siempre: un olivo centenario, un proyecto compartido, el sentimiento de pertenecer a un equipo de voluntarios que está devolviendo la esperanza al campo.

El apadrinamiento se propone como un regalo original y solidario para estas fiestas que va más allá del obsequio en sí. Consiste en una donación de 50 euros que se renueva anualmente. Una vez elegido el olivo, su padrino deberá bautizarlo con el nombre elegido, podrá visitarlo y recibirá dos litros del aceite de oliva virgen extra obtenido de estos viejos olivos que, gracias a la colaboración de todos, ya se están recuperando.

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Se trata de un proyecto de recuperación ecológica y demográfica para esta comarca azotada por el abandono rural. Un proyecto con una doble misión: que los olivos abandonados gocen de una segunda vida productiva, y que estos pueblos en riesgo de abandono vuelvan a ser habitados por personas que buscan en el campo una oportunidad para empezar una nueva vida.