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La ironía de la COP26: trenes cortados por las inclemencias climáticas
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La ironía de la COP26: trenes cortados por las inclemencias climáticas

En el día de la inauguración del evento medioambiental más importante del planeta, muchos asistentes se quedaron a cientos de kilómetros debido al bloqueo de las vías que llevan a Glasgow

Foto: Protestas climáticas en la Estación Central de Glasgow. (Reuters)
Protestas climáticas en la Estación Central de Glasgow. (Reuters)

Una situación irónica se produjo en el día uno de la vigesimosexta cumbre del clima de Naciones Unidas, que comenzó oficialmente ayer en Glasgow: los trenes en dirección a la ciudad escocesa —a bordo de los cuales había activistas, delegados y periodistas que se habían propuesto evitar el impacto climático de sus desplazamientos hasta la COP26— sufrieron retrasos y cancelaciones precisamente a causa de las condiciones meteorológicas adversas.

La intención de estos asistentes era llegar hasta la cumbre en tren para ahorrar las emisiones de carbono que supondría ir en avión. Sin embargo, el propio clima que trataban de proteger truncó sus planes: las inundaciones y otros accidentes provocados por las lluvias en diferentes regiones del Reino Unido obligaron a compañías ferroviarias como Avanti West Coast a devolver el dinero a sus clientes afectados por las cancelaciones o paradas técnicas.

"La infraestructura del Reino Unido simplemente no es resistente al cambio climático"

“Debido al alcance de la interrupción de los servicios que se dirigen al norte de Londres, recomendamos a los clientes que no viajen”, señalaron desde Avanti West Coast en un tuit publicado a las tres de la tarde del domingo. Dos horas después, la operadora avisaba de que los servicios estarían muy ocupados y sujetos a retrasos y cancelaciones, y recomendaba retrasar los viajes hasta el lunes.

Todas las vías de la principal ruta ferroviaria entre Londres y Glasgow quedaron bloqueadas cerca de la ciudad de Milton Keynes a causa de un árbol derribado sobre el cableado eléctrico. Según Reuters, un periodista de esta agencia que viajaba en una de esas líneas aseguró que varios pasajeros habían cambiado sus planes de viaje y estaban reservando vuelos a Glasgow.

placeholder Pasajeros esperando en la estación de Euston después de la cancelación de sus trenes con dirección a Glasgow. (Reuters)
Pasajeros esperando en la estación de Euston después de la cancelación de sus trenes con dirección a Glasgow. (Reuters)

“Todos los trenes a Glasgow suspendidos debido a un evento relacionado con el clima: cientos de delegados a una conferencia climática estancados en Euston porque la infraestructura del Reino Unido simplemente no es resistente al cambio climático”, se quejaba en Twitter la periodista Cecilia Keating, que a través de la red social reclamaba a los políticos locales que “empiecen a pensar en invertir en los trenes del Reino Unido en lugar de hacer que sea más barato y más fácil ir en avión”.

El periplo en tren de Carmen Huidobro y su compañera Belén Hinojar también se tuvo que alargar por las complicaciones climáticas. Estas dos divulgadoras, que desde su canal Climabar (en Instagram, YouTube y otras plataformas) traducen la crisis climática al lenguaje 'millennial', "como si estuviéramos en un bar", forman parte del proyecto Spark, por el que la ONG Oxfam ha invitado a jóvenes activistas de 13 países a participar en actividades relacionadas con la COP26 de Glasgow (aunque, como muchos otros asistentes a la cumbre, se alojarán en Edimburgo). Huidobro, además, asistirá a la cumbre como delegada en la segunda semana del evento.

Las madrileñas salieron desde Bilbao, donde tenían un compromiso el sábado, hasta Hendaya. De ahí, cogieron el tren a París. Pasaron la noche en la capital francesa y llegaron en tren a Londres el domingo por la mañana. En Kings Cross, se subieron al tren eléctrico de las 11:30, que las dejaría en Edimburgo a las cuatro de la tarde.

Sin embargo, el clima se interpuso, y se quedaron varadas “en algún lugar de Inglaterra, entre Londres y Edimburgo”, durante más de tres horas. “Como estamos en un tren eléctrico, no puede ir por las rutas alternativas, el tren está parado y tenemos seis trenes por delante”, contaba Huidobro desde el otro lado del teléfono, a la espera todavía de que arrancara el tren.

Primer día de la cumbre

De haber asistido el domingo a la COP26, que tiene lugar hasta el 12 de noviembre en el Scottish Event Campus, los activistas y otros participantes que no pudieron llegar a tiempo a causa del parón de trenes se habrían encontrado con la inauguración de la cumbre, los discursos iniciales y un minuto de silencio por las personas afectadas por la pandemia del coronavirus. El presidente de la COP26, Alok Sharma, advirtió de que esta cumbre será en muchos aspectos “más difícil” que la de París. “Esta COP, COP26, es nuestra última mejor esperanza para poder alcanzar el reto de los 1,5 °C”, aseveró Sharma en alusión al umbral de calentamiento contemplado en el Acuerdo de París, con el que se esperan evitar las peores consecuencias de la crisis climática.

La secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Patricia Espinosa, recalcó por su parte la importancia de convocar la COP26 “a pesar de que los impactos de la pandemia aún se sienten”, sobre todo en vista de "la devastadora pérdida de vidas y medios de subsistencia este año debido a los fenómenos meteorológicos extremos".

Foto: Activistas con manifestaciones de cara a la COP26. (Reuters)

“Vamos camino de un aumento de la temperatura global de 2,7 grados, mientras que deberíamos dirigirnos al objetivo de 1,5 grados. Está claro que nos encontramos en una emergencia climática. Está claro que tenemos que hacer frente a ella. Está claro que tenemos que ayudar a los más vulnerables a hacer frente a la situación. Para hacerlo con éxito, es fundamental una mayor ambición”, sentenció Espinosa.

Este lunes, 120 líderes mundiales se reunirán para retomar las negociaciones sobre cómo cumplir con las metas del Acuerdo de París, algo que implicará detallar el modelo de financiación de la mitigación y la adaptación climática, y revisar los planes concretos con que cada país pretende descarbonizar su economía.

Una situación irónica se produjo en el día uno de la vigesimosexta cumbre del clima de Naciones Unidas, que comenzó oficialmente ayer en Glasgow: los trenes en dirección a la ciudad escocesa —a bordo de los cuales había activistas, delegados y periodistas que se habían propuesto evitar el impacto climático de sus desplazamientos hasta la COP26— sufrieron retrasos y cancelaciones precisamente a causa de las condiciones meteorológicas adversas.

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