Pérez-Llorca se decide a hacer las Américas y prepara su aterrizaje en México

Pérez-Llorca tiene decidido emprender la aventura americana. Según confirman a El Confidencial fuentes conocedoras de los planes de la organización, el despacho ha fijado en México el objetivo de su primer destino al otro lado del Atlántico. De este modo, el país azteca se convertiría en la segunda jurisdicción al margen de España en la que el bufete ofrecerá sus servicios; la primera en el continente americano. México es uno de los cuatro países que conforman la Alianza del Pacífico —los otros tres son Chile, Colombia y Perú—; Estados que, por sus condiciones económicas y regulatorias, son considerados como los más propicios para los negocios y la inversión en la región. Tras la consulta de este diario, desde Pérez-Llorca han declinado hacer ningún comentario al respecto.

El primer gran paso en la internacionalización de Pérez-Llorca, como avanzó El Confidencial el pasado mes de septiembre, fue Portugal. Con anterioridad, la firma solo contaba con oficinas de representación —en Londres, Nueva York, Bruselas y Singapur— destinadas a la generación de negocio, pero sin ejercer el derecho local. Con su sede en Lisboa, el bufete modificaba su hoja de ruta, que, hasta entonces, había señalado que limitarían su actividad al asesoramiento en derecho español. En el Legal Management Forum, evento celebrado en Madrid el pasado mes de noviembre, su socio director, Pedro Pérez-Llorca, explicó que su decisión de abrir en el exterior se debía a la necesidad de crecimiento. "Hay tres formas de crecer: ofrecer servicios más allá de la abogacía, coger asuntos del mid market o entrar en otros mercados", señaló, precisando que descartaban las dos primeras.

Las mismas fuentes precisan que, aunque el objetivo está definido, aún no está cerrada la fórmula de entrada en el mercado mexicano. Las vías preferidas por los bufetes para desembarcar en un nuevo país es la integración de un despacho local, el fichaje de uno o varios equipos a partir de los cuales crecer, o, finalmente, la incorporación de un socio local que, desde su conocimiento de la jurisdicción, dé forma al proyecto. En Portugal, el camino elegido por Pérez-Llorca fue este último. En junio de 2023, la firma anunció la contratación del abogado luso Gonçalo Capela Godinho, procedente de Lefosse Advogados, y en diciembre empezaba a operar en el país con un grupo de seis socios procedentes de RRP Advogados —la marca de EY en Portugal—, Sérvulo & Associados, Vasconcelos Arruda & Associados y Cruz Vilaça. Sus últimos cuatro fichajes proceden de Cuatrecasas, Linklaters y Gama Glória.

La estrategia fuera de nuestras fronteras de Pérez-Llorca está liderada, desde hace unas semanas, por Iván Delgado, designado por el consejo de administración de la firma socio ejecutivo internacional, cargo de nueva creación desde el que reportará directamente a Pedro Pérez-Llorca —en paralelo, Julio Lujambio fue nombrado socio ejecutivo para España—. Delgado, quien oficiosamente ya se ocupaba de estas tareas, se encargará, según señaló el despacho en su comunicado, "de la construcción y dirección de la estrategia y operaciones internacionales de la organización".

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De cristalizar alguna de las vías en las que trabaja Pérez-Llorca, el despacho se adentraría en un mercado que, por su tamaño, nivel de actividad y situación geográfica, presenta un sinfín de oportunidades. Ahora bien, también se trata de una jurisdicción enormemente compleja, con unas particularidades que han dificultado la entrada y crecimiento de las firmas nacionales. Solo Garrigues y Cuatrecasas cuentan con oficinas en México, mientras que las negociaciones con Sánchez Devanny, de PPU, la marca latinoamericana en la que participa Uría Menéndez, no han terminado de llegar a buen puerto.

La apuesta de Cuatrecasas en el país dio un salto cualitativo en enero del año pasado, con la integración de Rico, Robles y Libenson, movimiento que se complementó con el refuerzo de su oficina en Nueva York, desde la que la firma quiere coordinar la actividad en la región. Otros bufetes, como Ontier, Ecija, Auren o Maio Legal también cuentan con oficinas en el país azteca. A otra escala, pero también es reseñable que, en 2021, Linklaters creó un grupo especializado en México, liderado por un abogado español, Alberto García Linera, que se desplazó al país para trabajar sobre el terreno.

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Pedro del Rosal Fotografía: Jon Imanol Reino

En sentido inverso, también son reseñables las entradas de bufetes mexicanos en España. El movimiento más relevante, en este sentido, es el de Chevez Ruiz Zamarripa, que este ejercicio cumple su sexto aniversario en España. La firma liderada por Pere Pons apostó en 2018 por entrar en el mercado nacional, pero no por medio de una oficina de representación, sino ejerciendo el derecho local y, por tanto, compitiendo con los despachos nacionales. Actualmente, la firma cuenta con cuatro socios —además del propio Pons, la ex-PwC Paula Hernández, Guillermo Bueno y Miguel Bastida— y trabaja con el objetivo de alcanzar los 15 millones de euros de facturación y 50 profesionales.

Tras Chevez, en 2022, abrió sus puertas en Madrid otro gigante de la abogacía mexicana como Creel, García-Cuellar, Aiza y Enríquez, pero solo con el objetivo de generar negocio, bajo el liderazgo de Íker Arriola. Misma estrategia de Ríos Ferrer que, como avanzó El Confidencial, ha desplazado a Madrid a su socia Fernanda Palacios. Los crecientes intercambios económicos, de inversión y de personas entre el país azteca y España permiten anticipar que movimientos como los descritos no serán los últimos.