Luz verde de los socios de Allen y Shearman para crear el tercer mayor bufete del mundo

Luz verde para crear el tercer mayor bufete del mundo por ingresos. Tras estudiar las condiciones de la operación, los socios del despacho británico Allen & Overy y el norteamericano Shearman & Sterling han votado a favor de la fusión de ambas firmas, un proceso de consulta que ha concluido este viernes con el sí del 99% de los integrantes del partnership ambas organizaciones, según han informado las mismas en un comunicado. La unión alumbrará un bufete con una facturación combinada de cerca de 3.500 millones de dólares —algo más de 3.300 millones de euros al cambio actual—, una plantilla de casi 4.000 abogados y un partnership de 800 socios.

La nueva estructura, que operará bajo la denominación A&O Shearman, contará con 48 oficinas en todo el mundo. Según sus promotores, se tratará de "una firma única", fruto de la combinación de fortalezas y culturas complementarias, que configurará el "primer despacho mundial completamente integrado de élite", en referencia a que es el que cuenta con una presencia equilibrada entre EEUU y el Reino Unido. El objetivo de esta fusión, explican, es adelantarse así a los cambios y desafíos que presenta el sector legal, mientras ofrecen a sus clientes su excelencia en el asesoramiento en los asuntos más sofisticados y complejos.

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Las negociaciones fueron hechas públicas el pasado 25 de mayo a través de un comunicado conjunto de Wim Dejonghe y Adam Hakki, líderes, respectivamente, del bufete inglés y el estadounidense. Con esta unión, Allen logra culminar su largamente perseguida entrada en el mercado norteamericano —ya lo intentó, sin éxito, con O'Melveny & Myers—, la última gran frontera de los despachos británicos, en donde ninguno ha logrado ser relevante y competir de tú a tú con las poderosas firmas locales. A cambio, Shearman encuentra un aliado fuerte que le ayuda a solventar su delicada situación financiera. De hecho, la organización llevaba tiempo buscando una fusión. Meses atrás se supo que mantenía conversaciones con Hogan Lovells, un acercamiento que finalmente no cristalizó. No ha sido el único gran despacho —ni siquiera dentro del Magic Circle— que, con anterioridad, ha mantenido Shearman.

Wim Dejonghe, senior partner global de Allen & Overy a nivel global, señala que ambas firmas están ante "un momento histórico". "Estamos encantados de que nuestros socios hayan votado a favor de esta fusión, que supone un paso transformador para el sector legal", asevera; "siempre hemos admirado a Shearman & Sterling por su excelente reputación y talento, y confiamos en que juntos crearemos una firma global verdaderamente excepcional que atenderá las necesidades de nuestros clientes en un mundo cada vez más complejo y dinámico".

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Por su parte, el senior partner de Shearman, Adam Hakki, afirma que "nuestros socios están muy ilusionados con esta oportunidad sin precedentes de combinar el liderazgo de ambas firmas en sus correspondientes mercados para servir a los clientes como un despacho global integrado, preeminente en todas las jurisdicciones en las que operamos. A&O Shearman será un despacho diferente a cualquier otro en el mundo, construido para lograr resultados excepcionales para nuestros clientes, enfocándonos en ofrecer la máxima calidad, excelencia y ambiente colaborativo. Estamos creando un nuevo líder en la industria, con capacidades verdaderamente globales".

Fundado en 1930, Allen & Overy es uno de los cinco bufetes que integran el Magic Circle inglés. Shearman & Sterling, por su parte, fue fundado en 1873 en Nueva York. Tras la votación de hoy, se iniciará un complejo proceso de fusión de dos estructuras con modelos y tradiciones diferentes, como son las firmas británicas y norteamericanas. Fuentes del sector apuntan, no obstante, a que el lado fuerte de la unión es Allen, organización que, más allá de la denominación de la operación, integra a Shearman.