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Otro lío en Mutualidad de la Abogacía: "Tuve cáncer y conseguir la baja fue una odisea"
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Lagunas del sistema

Otro lío en Mutualidad de la Abogacía: "Tuve cáncer y conseguir la baja fue una odisea"

Varios abogados denuncian problemas y trabas a la hora de solicitar la baja por enfermedad grave, ya sea temporal o permanente. El organismo defiende su modelo y subraya que es similar al de la Seguridad Social

Foto: Asamblea general de Mutualidad de la Abogacía el pasado 17 de junio.
Asamblea general de Mutualidad de la Abogacía el pasado 17 de junio.
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Daniel Gonzálvez es abogado en Madrid y tiene 36 años. Desde hace un par de años, empezó a experimentar ciertos problemas de salud, como cansancio y vista doble, que le impedían seguir ejerciendo con normalidad. En mayo de 2022, un médico le diagnosticó trastorno del sueño. "Mutualidad de la Abogacía me concedió una baja temporal de 60 días, que es el máximo permitido por temas psicológicos", relata. Los síntomas, sin embargo, no cesaron, y en otra exploración sanitaria descubrieron que padecía linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático. "Me puse en contacto con ellos para comentarles la novedad y pedir una ampliación de la cobertura, pero me contestaron que la baja que tenía no podría cubrir las patologías derivadas del cáncer porque se había concedido por contingencia psiquiátrica. Para rematar, escribieron mal el nombre de la enfermedad. Fue surrealista", evoca el letrado.

Tras varios mensajes sin respuesta —y después de dar a conocer su experiencia en redes sociales—, la Mutualidad revisó su caso y le reconoció la baja por incapacidad temporal. Eso sí, de 365 días. "El proceso fue una odisea burocrática para que me cubran solamente un año, aunque mi médico ya me ha avisado de que va para cinco. Mientras tanto, tengo que seguir pagando las cuotas religiosamente, pero mis ingresos han bajado muchísimo porque no puedo trabajar con normalidad y tampoco me dejan retirar el capital que tengo acumulado. Es muy difícil aguantar esta estructura", lamenta.

Gonzálvez no es el único letrado en una situación problemática con la Mutualidad de la Abogacía tras ser diagnosticado de una enfermedad grave. "Está a la orden del día. Nos llegan quejas constantes de mutualistas por las dificultades que afrontan para que se les conceda la baja por incapacidad. Especialmente, en casos de enfermos de cáncer", asegura Ángel López, abogado y uno de los impulsores del movimiento J2, un grupo formado por letrados que a principios de mayo alzaron la voz para protestar por las pensiones que ofrece la Mutualidad. El propio Gonzálvez asegura que, desde que comenzó a narrar públicamente su situación en sus perfiles públicos, varios compañeros le han contactado para compartir con él su particular periplo. "Vas rascando y te das cuenta de que no eres el único", detalla.

Una experiencia similar relata Carlos Fernández Mármol. Su mujer, la abogada María del Carmen Sánchez, falleció en marzo de 2022 tras sufrir un cáncer. Durante la enfermedad, la Mutualidad le denegó la invalidez permanente porque, de niña, había padecido otra enfermedad oncológica, lo que llevaba a su exclusión de la póliza. "Estuvimos más de seis años en juicios y tanto el juzgado como la Audiencia Provincial de Jaén nos dieron la razón", recuerda. De nuevo, tras hacer pública su situación, cuenta que letrados de diferentes partes de España les contactaron con historias similares en las que la Mutualidad denegaba la prestación bajo el argumento de que no era una enfermedad inhabilitante o que tenía posibilidad de recuperarse. "Recuerdo sobre todo el caso de un abogado de Galicia al que le denegaron la incapacidad tras sufrir tres infartos porque decían que podía seguir ejerciendo. En general, muestran bastante resistencia", sentencia Fernández.

Por su parte, desde Mutualidad de la Abogacía, su director general, Rafael Navas, detalla a El Confidencial que el reconocimiento de las incapacidades, tanto temporales como permanentes, es un procedimiento que no depende de la entidad. "Se trata de una cuestión puramente médica. Nosotros contamos con una comisión formada por médicos y juristas que decide si se otorgan o no estas prestaciones. Ellos hacen una evaluación pericial con base en los informes que aportan los propios mutualistas y toman una decisión que se basa única y exclusivamente en criterios médicos", reitera.

Foto: Enrique Sanz Fernández-Lomana, presidente de la Mutualidad de la Abogacía, durante la asamblea general de 2018.
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En el caso de la invalidez permanente, la cuantía que recibe el mutualista de forma vitalicia varía dependiendo del plan que se haya contratado, aunque Navas matiza que suele estar en torno a los 1.200 euros mensuales. "Y en la Mutualidad no pierdes el capital ahorrado, puedes estar cobrando la invalidez y, una vez llegue la edad de jubilación, hacer uso de lo acumulado, mientras que en la Seguridad Social ambas prestaciones son incompatibles", asegura. Ahora bien, no es sencillo optar a esta prestación. El director general de la entidad concreta que los dos motivos principales por los que suele denegarse este reconocimiento son, o bien porque el comité considera que el abogado puede recuperarse de la enfermedad, o bien porque existe un tratamiento que posibilita la recuperación del profesional.

"En enfermedades largas, muchos solicitan la incapacidad permanente, pero hay riesgo de que se deniegue", detalla Navas

La baja temporal, por otro lado, no suele presentar tantos obstáculos para ser otorgada, pero la cobertura que se prevé en este caso es de 365 días para una misma patología. "Una vez pasado ese tiempo, el abogado tiene que darse de alta otros seis meses. Si vuelve a recaer, y pasado ese tiempo, puede optar a la misma prestación por un año más", puntualiza.

Foto: Fachada del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM).

La laguna de este sistema, por tanto, radica en los supuestos de enfermedades de larga duración, como el cáncer. Al tener tratamiento y posibilidad de recuperación, la incapacidad permanente queda muchas veces descartada, mientras que la baja temporal no cubre las necesidades de los letrados cuyas dolencias suelen alargarse más allá del límite fijado por la Mutualidad. "Lo que solemos ver en enfermedades largas es que se solicita la incapacidad permanente, pero hay riesgo de que se deniegue", confirma Navas. Una problemática que, sin embargo, y como puntualiza el director general, también existe en el régimen de la Seguridad Social, que también fija un tope de 365 días, prorrogables por otros 180 (en total, un año y medio) si así lo autoriza un tribunal médico.

Sin orfandad: "Me han dado 9.000 € con tres hijas"

Más allá de los inconvenientes relacionados con las enfermedades de larga duración, Carlos Fernández señala otro frente abierto con la Mutualidad, y es el reconocimiento de la pensión por orfandad y viudedad de los familiares de los mutualistas. Tras fallecer su esposa Mayka, la entidad les denegó estas prestaciones, "a pesar de que, desde 2013, está obligada por ley a cubrir las contingencias de defunción, viudedad, jubilación y orfandad". En su lugar, se limitó a hacerles entrega del capital que había acumulado en los años que la abogada pudo ejercer, que ascendía a algo más de 9.300 euros. Una cantidad que Fernández califica de irrisoria e insuficiente para cubrir las necesidades de sus tres hijas, que actualmente cuentan con 19, 16 y seis años de edad.

El argumento que esgrimió la entidad fue que Mayka se había dado de alta en la Mutualidad en 2004, por lo que la cobertura a este tipo de cuestiones todavía no era obligatoria. En su lugar, dependía del plan que contratara cada profesional, "y Mayka no lo contrató. Ni en el momento en el que se suscribió ni más tarde", indica a El Confidencial Rafael Navas.

Tanto Mayka como sus familiares (en especial, su marido y la mayor de sus hijas, Carmen, de 19 años) llevan denunciando esta situación durante años. La primera vez fue en 2021, cuando la letrada remitió cartas a todos los colegios de abogados de España, además del Consejo General de la Abogacía Española, para solicitar un cambio legislativo que amparase casos como el suyo. "Antes de morir, mi madre fue consciente de que no íbamos a tener esa pensión. Vino todo de golpe, se dio cuenta de que en un par de meses no iba a estar, así que empezó a luchar. Pero nunca hubo contestación", recuerda Carmen. A mediados de 2022, y tras su fallecimiento, su marido Carlos difundió otra misiva similar. "No obtuvimos respuesta hasta la semana pasada, después de que canalizáramos nuestra queja a través del Defensor del Mutualista. Fue entonces cuando la Mutualidad nos mandó una carta en la que justificaban de nuevo su negativa, aunque dicen que revisarán nuestro expediente", agrega Fernández, si bien matiza que no espera ningún cambio de criterio.

Daniel Gonzálvez es abogado en Madrid y tiene 36 años. Desde hace un par de años, empezó a experimentar ciertos problemas de salud, como cansancio y vista doble, que le impedían seguir ejerciendo con normalidad. En mayo de 2022, un médico le diagnosticó trastorno del sueño. "Mutualidad de la Abogacía me concedió una baja temporal de 60 días, que es el máximo permitido por temas psicológicos", relata. Los síntomas, sin embargo, no cesaron, y en otra exploración sanitaria descubrieron que padecía linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático. "Me puse en contacto con ellos para comentarles la novedad y pedir una ampliación de la cobertura, pero me contestaron que la baja que tenía no podría cubrir las patologías derivadas del cáncer porque se había concedido por contingencia psiquiátrica. Para rematar, escribieron mal el nombre de la enfermedad. Fue surrealista", evoca el letrado.

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