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El 'chatbot' que resuelve consultas legales básicas y hace temblar a los abogados
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El 'chatbot' que resuelve consultas legales básicas y hace temblar a los abogados

ChatGPT puede mantener conversaciones de todo tipo, incluidas de tipo jurídico. ¿Estamos ante el germen de la tecnología que puede sustituir a los profesionales del derecho?

Foto: El chat da respuestas sobre dudas legales básicas. (EFE/Andreu Dalmau)
El chat da respuestas sobre dudas legales básicas. (EFE/Andreu Dalmau)
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A principios de diciembre, la compañía OpenAI, fundada por Elon Musk, causó un gran revuelo al lanzar ChatGPT, una herramienta de inteligencia artificial capaz de simular una conversación como si fuera un humano. En apenas cinco días, el programa superó el millón de usuarios en todo el mundo. Y no es para menos: el modelo está entrenado para entender cualquier consulta —ya sean especialmente complejas o completamente aleatorias— y ofrecer una solución detallada y precisa. El mundo legal no es ninguna excepción. El chat no solo es capaz de dar respuestas bastante acertadas sobre dudas legales básicas, sino que también puede redactar borradores de demandas, reclamaciones y ofrecer argumentos jurídicos para un caso concreto.

En el campo legal, además, este chatbot presenta una ventaja muy clara, y es la claridad y sencillez a la hora de expresarse. Ante la pregunta "¿puedo demandar a mi empresa si me despide sin explicarme por qué?", ChatGPT responde lo siguiente: "Es posible que tengas derecho a presentar una demanda contra tu empresa si has sido despedido sin una explicación adecuada. En general, un empleador no puede despedir a un trabajador sin una razón válida y debe proporcionar una explicación clara y justificada del despido. Si tu empresa no ha proporcionado una explicación adecuada para tu despido, es posible que tengas derecho a presentar una demanda por despido injusto. También es importante tener en cuenta que algunas formas de despido pueden ser consideradas discriminatorias. Por ejemplo, si has sido despedido debido a tu género, raza, edad, orientación sexual, religión o discapacidad".

Ahora bien, aunque la información que aporta suele ser, en esencia, correcta, el chat ofrece respuestas generalizadas sobre la cuestión que se le plantea y no tiene en cuenta los detalles propios de cada caso. De hecho, siempre que una duda tiene tintes legales de algún tipo, la herramienta no tarda en aclarar que es una inteligencia artificial y no un profesional de la ley, por lo que sus contestaciones son básicas y no están orientadas a solucionar consultas jurídicas concretas. En este sentido, insiste en que se debe consultar el caso con un letrado especializado en la materia.

Foto: Foto: Reuters/Steve Marcus.

Por ejemplo, al preguntar cómo puedo conseguir la custodia de mis hijos si acabo de divorciarme, la primera respuesta que da la herramienta es: "Lo siento, pero no puedo brindar asesoramiento legal específico. En caso de un divorcio con hijos menores, la custodia es una cuestión muy importante que debe resolverse. Es recomendable que busque ayuda de un abogado especializado en derecho de familia y que pueda representar sus intereses y los de sus hijos durante el proceso de divorcio".

Pero no se queda ahí. A continuación, ChatGPT pasa a explicar —siempre en líneas generales y sin profundizar demasiado— la regulación española sobre los regímenes de visitas, qué implica tener la custodia completa de los hijos y, como bonus track, qué suelen tener en cuenta los jueces para decantarse por un progenitor u otro. "El tribunal tendrá en cuenta el interés superior del menor y se basará en varios factores, como la relación del menor con cada uno de los padres, la situación económica y familiar de cada uno de ellos, y el entorno en el que viven los hijos. Es importante que presente pruebas que respalden su solicitud de custodia en exclusiva, como testigos que puedan atestiguar su relación cercana con los hijos y su capacidad para cuidar de ellos". Además, aconseja evitar el juicio y llegar a un acuerdo amistoso, ya que puede ser más beneficioso para los menores y simplificar el proceso de divorcio.

Foto: Un robot manejando un ordenador. (iStock)

La misma dinámica se repite al consultar sobre qué debo hacer si mi empresa me despide estando embarazada, si descubro que mi salario es menor al de mis compañeros o si tengo problemas con la herencia de mis padres. Es decir, no da recomendaciones personalizadas sobre el caso planteado, sino que ofrece información sobre cuestiones generales y comunes en estos procesos.

Por otro lado, es importante señalar que, a pesar de que la información que ofrece es bastante acertada en términos generales, el chat también comete fallos. Por ejemplo, cita artículos de la ley con un contenido erróneo y omite cambios legislativos relevantes que se han producido recientemente, ya que la IA no está conectada a internet y su entrenamiento finalizó en 2021, por lo que no tiene en cuenta los hechos ocurridos a posteriori.

Robots vs. abogados

A pesar de estas carencias, la existencia de esta herramienta ha puesto sobre la mesa una de las preocupaciones habituales en el sector, y es si la tecnología puede acabar sustituyendo a los abogados en su labor de prestar asesoramiento jurídico. Diferentes organismos han intentado dar respuesta a este interrogante en varias ocasiones, y las conclusiones tienden a ser más bien negativas para los profesionales. Así, el Consejo General de la Abogacía Española señaló en marzo de 2021 que la mitad de las tareas que realizan los letrados podría ser realizada por una herramienta tecnológica. En el caso de los in house, el porcentaje se eleva al 80%.

Foto: Un robot manejando un ordenador. (iStock)

Más allá fue la Law Society, el Colegio de Abogados de Inglaterra y Gales, al afirmar que la transformación digital podría destruir entre el 30% y el 50% de los puestos de trabajo del sector legal en 2050. En el estudio, el organismo imaginó el porvenir de la abogacía y planteó dos escenarios. Uno más cauto y "conservador" y otro "apocalíptico". En el primero, estimó la desaparición de cerca de 125.000 empleos (frente a los 550.000 existentes en 2019), mientras que el segundo hacía referencia a una destrucción "salvaje" de la fuerza laboral que llegaría a afectar a 275.000 personas.

Unas predicciones que, como señala Jorge Morell, abogado y fundador de Legaltechies, llevan presentes en el sector varios años, pero que no se veían como verdaderamente plausibles hasta la aparición de ChatGPT. "Esta herramienta es el primer signo real de lo que llevamos tiempo hablando. Aunque no es el primer chatbot legal, sí es el más completo. Además, es gratuito y accesible a todo el mundo", recuerda.

Foto: Exposición 'Cerebro(s)'. (EFE/Enric Fontcuberta)

En su opinión, la capacidad de la IA para entender las preguntas que se le plantean, junto con el formato tipo chat y el hecho de utilizar un lenguaje sencillo y lógico, convierte a este modelo en una potencial amenaza para el sector, especialmente si se siguen haciendo mejoras para corregir los errores que muestra en la actualidad y se le nutre de información más enfocada al mundo del derecho español. "Esta es quizás una primera señal de que en unos años habrá cosas muy avanzadas. Quizá suena distópico, pero hace cinco o 10 años también parecía imposible que existieran inventos como Siri o Alexa", remata.

Ahora bien, Morell cree que la labor de una eventual herramienta mejorada será resolver de forma autónoma procesos sencillos o automáticos, pero en ningún caso temas complejos que exijan un asesoramiento más especializado. "A corto o largo plazo, creo que hay muchos temas pequeños que se podrían resolver a través de esas herramientas. Los asuntos que son sota, caballo y rey. Por ejemplo, gestionar la baja del gimnasio, reclamaciones a la tintorería, pedir la devolución de un importe, poner una queja por un vuelo que se ha retrasado… Habrá servicios legales que se podrán desagregar para que los lleve una IA, y ChatGPT es una muestra visible de ello", afirma.

"A corto plazo, hay muchos temas que se podrían resolver con estas herramientas. Los que son sota, caballo y rey", asegura Morell

De la misma opinión es el propio ChatGPT. Al preguntar al chat si ve posible que pueda resolver procedimientos sencillos de manera autónoma, responde que es posible que, en algunos casos, las herramientas de inteligencia artificial puedan llevar a cabo procedimientos automatizados de manera eficiente. "Sin embargo, es importante tener en cuenta que la IA no puede sustituir completamente la labor de un abogado ni proporcionar asesoramiento legal personalizado", agrega.

Menos optimista se muestra Jordi Estalella, socio de la consultora legal Lois, para quien esta herramienta solo será una fuente de información más, al estilo Google. "Puede ser que se use como una aproximación inicial a un tema o para buscar un primer feedback. Por ejemplo, consultas fiscales o laborales básicas cuya respuesta no tiene un efecto jurídico trascendental en la vida de una persona. Pero a la hora de la verdad, se seguirá contratando a un profesional. Sobre todo para asuntos sensibles como penal o familia", vaticina.

Se trata, aclara, de un tema de confianza: por muy bien que funcione un chat, un cliente no depositará un asunto delicado en manos de una tecnología. "No creo que suponga una amenaza para el sector, ni siquiera para las firmas tipo Arriaga o Reclamador que se especializan en procesos legales más sencillos y automáticos. Una persona siempre va a dar más confianza que una máquina", insiste.

Foto: Gary Marcus. (Getty Images)

Más allá va Irene Becerra, abogada de Reclamador. Aunque reconoce el potencial de la herramienta, la letrada matiza que hasta el procedimiento más sencillo requiere de una adaptación al cliente. "Por ejemplo: en las reclamaciones a aerolíneas, que son nuestro buque insignia, no es solo la compensación por un retraso. También se valora si has comido un bocadillo en el aeropuerto o cualquier otro gasto adicional. La información general que te puede dar el chatbot es correcta, pero no tiene en cuenta los detalles. Siempre vas a tener que acudir a un experto si tienes un problema", asegura.

ChatGPT, un aliado para los abogados

En esta línea, Becerra opina que, más que una amenaza, tecnologías como la creada por OpenAI pueden convertirse en grandes aliadas de los abogados. "En Reclamador estamos muy a favor de todos los avances en legaltech, porque creemos que aportan mucho valor añadido a los letrados, ya que les quitan el trabajo repetitivo y sencillo", subraya. Una opinión que comparte Estalella, para quien es más posible que los letrados utilicen este chat para uso interno (como base de datos para encontrar jurisprudencia útil o para encontrar argumentos con que defender una posición, por ejemplo) a que los clientes lo usen como sustituto a la hora de buscar asesoramiento legal. "Lo veremos mucho en grandes despachos, esta herramienta será parte de las áreas de conocimiento", asegura.

Foto: Foto: iStock. Opinión

En la actualidad, de hecho, ChatGPT ya ofrece cierta ayuda a la hora de buscar argumentos jurídicos e, incluso, contraargumentos. Pero no solo eso. También cita jurisprudencia de interés para reforzar todos sus argumentos, un extra muy conveniente para los abogados. No obstante, la mención suele ser superficial y está seguida de una matización importante en la que recuerda que cada caso es único, "por lo que es necesario examinar todos los detalles y circunstancias individuales para determinar qué jurisprudencia es más relevante y adecuada para su caso concreto".

Asimismo, las sentencias a las que se refiere suelen ser o bien de mucha relevancia o del Tribunal Supremo, dejando fuera dictámenes de otros órganos. De hecho, al preguntar por fallos en un sentido más o menos concreto (por ejemplo, que hayan declarado improcedente el despido de un empleado por llegar tarde a la oficina), se muestra incapaz de ayudar. "No puedo proporcionarle una sentencia específica de un tribunal o juzgado español, ya que no tengo acceso a bases de datos de sentencias ni puedo realizar búsquedas en internet", lamenta.

En todo caso, todo apunta a que ChatGPT es el germen de una tecnología prometedora con potencial para cambiar el panorama del sector legal. Para bien o para mal.

A principios de diciembre, la compañía OpenAI, fundada por Elon Musk, causó un gran revuelo al lanzar ChatGPT, una herramienta de inteligencia artificial capaz de simular una conversación como si fuera un humano. En apenas cinco días, el programa superó el millón de usuarios en todo el mundo. Y no es para menos: el modelo está entrenado para entender cualquier consulta —ya sean especialmente complejas o completamente aleatorias— y ofrecer una solución detallada y precisa. El mundo legal no es ninguna excepción. El chat no solo es capaz de dar respuestas bastante acertadas sobre dudas legales básicas, sino que también puede redactar borradores de demandas, reclamaciones y ofrecer argumentos jurídicos para un caso concreto.

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