Lefebvre estudia impugnar la autorización de la compra de Wolters y Thomson

Lefebvre estudia llevar a los tribunales la decisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de dar luz verde a la compra de Wolters Kluwer y Thomson Reuters por parte del grupo Karnov. En un comunicado difundido esta mañana, la editorial jurídica ha anunciado que está analizando la posibilidad de presentar, junto con otros competidores del mercado, un recurso en contra de la autorización que dictó el organismo el pasado 3 de noviembre, "con la esperanza de que la jurisdicción sea más respetuosa con los intereses socioeconómicos en juego, que han sido arruinados con la decisión administrativa", critican.

En la nota, Lefebvre "lamenta profundamente" el pronunciamiento de la CNMC, que permitió la operación bajo ciertas condiciones. En su opinión, la fusión de los dos grupos por parte de la compañía escandinava supone una "contradicción con la letra y el espíritu de la legislación en materia de libre competencia", ya que provoca una concentración de mercado, según la información enviada por parte de la misma Karnov a los accionistas en el documento bautizado como 'Informe Isabella'.

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En esta línea, hace una crítica al proceso seguido por el organismo regulador, que califica de "errático y confuso", y lamenta que todavía no haya hecho público el texto de su decisión una semana después de haberla adoptado. Asimismo, afea a la CNMC que no haya hecho partícipes del proceso previo de investigación a ninguna de las empresas de la competencia, a pesar de haberse puesto en contacto con ellos en varias ocasiones para solicitarles información (un detalle que la editorial tilda de "llamativa desconsideración"). "El organismo regulador no ha permitido la participación en el proceso ni a Lefebvre ni al resto de competidores que manifestaron su interés en intervenir como partes interesadas en el expediente", asevera.

Por otro lado, la entidad relata que, diez días antes de la resolución, la CNMC se puso en contacto con ellos y con otros actores para solicitar su opinión acerca de los tres compromisos que finalmente impuso a Karnov para ejecutar la compra. Las compañías, según asegura la nota, dieron argumentos detallados sobre por qué creían que esas condiciones eran simples "medidas de carácter cosmético", además de ineficaces. Sin embargo, nunca recibieron una respuesta por parte del organismo, según reprochan en el comunicado.

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"Las consecuencias de esta situación afectarán directamente a los clientes-usuarios finales y a la estructura actual del sector. Ocasionará desorientación y desconexión de alguna de sus soluciones actuales para una gran masa de usuarios. Esta operación de fusión impactará directamente en las personas de ambas organizaciones debido a que el Grupo Karnov ya había anunciado en la documentación preliminar optimizaciones de costes y reestructuración de personal por importe de más de 20 millones de euros", indican.