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Caínzos justifica su portazo al CIAM en la falta de autonomía, equipo y presupuesto
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Su sustituto provisional es Juan Serrada

Caínzos justifica su portazo al CIAM en la falta de autonomía, equipo y presupuesto

El letrado dimite como presidente del Centro Internacional de Arbitraje de Madrid alegando que no comparte "el nuevo modelo" que quieren las cortes fundadoras. Estas cuestionan sus argumentos

Foto: José Antonio Caínzos, expresidente del CIAM.
José Antonio Caínzos, expresidente del CIAM.
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La noticia sorprendió a muchos abogados apurando sus vacaciones. A media mañana del día de ayer, José Antonio Caínzos anunciaba su renuncia como presidente del Centro Internacional de Arbitraje de Madrid (CIAM) a través de una misiva remitida a sus integrantes. Horas después, los socios fundadores de la institución —la Corte de Arbitraje de Madrid, la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje, la Corte Española de Arbitraje y el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, como socio estratégico— daban a conocer que su sustituto provisional será su vicepresidente, Juan Serrada. "Las cortes fundadoras lamentan su decisión [en referencia a la dimisión de Caínzos]", señalaba el comunicado oficial de las mismas.

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Sin embargo, la renuncia de Caínzos no ha pillado por sorpresa a las altas instancias del CIAM y sus fundadores, según las distintas versiones recabadas por El Confidencial. El desencuentro se venía labrando desde hace tiempo, fruto del proceso de reorganización que discutían la dirección del centro y la de las cortes. Unas tensiones que señalaba Caínzos en su escrito, que atribuía su marcha a "diferencias de criterio irresolubles con las cortes fundadoras sobre lo que debe ser este centro".

En concreto, el letrado destacaba tres grandes puntos de fricción: la autonomía del CIAM, el "equipo mínimo imprescindible" que debía componerlo y las "razones de financiación" esgrimidas por sus fundadores. Además, esbozaba una explícita protesta sobre la falta de recursos con que, en su opinión, ha tenido que lidiar al referirse a los "medios económicos muy limitados" con los que ha tenido que trabajar su actual equipo, "a pesar de ser muy reducido". Según el exsocio de Clifford Chance, las cortes fundadoras quieren "un nuevo modelo que no comparto en absoluto y que es muy distinto al centro por el que he luchado durante casi tres años".

Una renuncia prevista

El CIAM fue puesto en marcha a finales de 2019. El objetivo de la Corte de Arbitraje de Madrid, la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje y la Corte Española de Arbitraje, trío fundador al que después se unió el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid como socio estratégico, era contar con una corte de referencia para que asumiera los arbitrajes internacionales y que acabara con la dispersión existente en este tipo de litigios.

Entre los fundadores, la decisión de Caínzos no ha causado extrañeza; de hecho, hay quien señala que se preveía "desde hace tiempo". Sí los argumentos empleados, especialmente la referencia a las cuestiones financieras, puesto que defienden que el (generoso) presupuesto de la institución se ha mantenido durante los tres ejercicios que lleva funcionando e iba a ser similar para el cuarto.

Foto: Vista de las Cuatro Torres de Madrid. (iStock/Marta Fernández) Opinión

El gran foco del conflicto parece estar en el margen de decisión y el equipo exclusivo que iba a tener Caínzos al frente del CIAM. El desencuentro tiene su origen en la intención de los fundadores de reducir los colaboradores propios de Caínzos y el centro, repartiendo su trabajo entre los recursos y empleados que las cortes fundadoras ya dedican al trabajo del CIAM. Unos equipos (los de las cortes fundadoras) que, según señalan, ya asumen la gran mayoría del trabajo que hace el centro internacional. Sin embargo, aún no había nada decidido al respecto y las conversaciones seguían abiertas.

El exsocio de Clifford, sin embargo, ha visto oportuno romper la baraja en este momento, a la vista de que el movimiento de los fundadores conllevaba que estos se repartieran el presupuesto destinado al equipo propio del CIAM. "Soy incapaz de participar en un proyecto en el que no creo y, menos aún, al precio de fallar a los que habéis prestado vuestro apoyo al proyecto que hemos desarrollado", indica en su texto.

Caínzos: "Soy incapaz de participar en un proyecto en el que no creo y, menos aún, al precio de fallar a quienes lo habéis apoyado"

En todo caso, desde las cortes fundadoras se minimiza el impacto de la salida de Caínzos de cara al futuro de la institución. "Reiteramos nuestro total compromiso con el centro y nuestra satisfacción con el trabajo realizado en sus tres primeros años de existencia, así como su apoyo al pleno de la organización", señala el comunicado remitido ayer a media tarde. En este sentido, el nuevo presidente provisional, Juan Serrada, aseguró que el centro “seguirá con su plena actividad y trabajo, soportado como ha sucedido hasta ahora por los equipos de las cortes fundadoras, que continuarán brindando todo el apoyo financiero, técnico y humano para que CIAM continúe desarrollando su actividad con el máximo nivel de excelencia”.

La noticia sorprendió a muchos abogados apurando sus vacaciones. A media mañana del día de ayer, José Antonio Caínzos anunciaba su renuncia como presidente del Centro Internacional de Arbitraje de Madrid (CIAM) a través de una misiva remitida a sus integrantes. Horas después, los socios fundadores de la institución —la Corte de Arbitraje de Madrid, la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje, la Corte Española de Arbitraje y el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, como socio estratégico— daban a conocer que su sustituto provisional será su vicepresidente, Juan Serrada. "Las cortes fundadoras lamentan su decisión [en referencia a la dimisión de Caínzos]", señalaba el comunicado oficial de las mismas.

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