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Semanas de 60 horas en Uber y Cabify: "Si libras dos días, vamos a tener problemas"
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Tienen base legal

Semanas de 60 horas en Uber y Cabify: "Si libras dos días, vamos a tener problemas"

Las empresas del sector VTC se apoyan en el nuevo convenio colectivo, firmado en enero de este año con varios sindicatos, para exigir trabajar hasta 60 horas semanales

Foto: Un conductor tapa el logo de Cabify en la mampara interior del vehículo para recoger también clientes de Uber. (EC)
Un conductor tapa el logo de Cabify en la mampara interior del vehículo para recoger también clientes de Uber. (EC)
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Oferta: conductor/a para Uber en Madrid. Requisitos: sin estudios, sin experiencia requerida y mínimo un año de carné de conducir. Condiciones: contrato indefinido, jornadas de 40 horas, dos días de descanso semanal, un sueldo fijo e incentivos que pueden traducirse en un salario total de más de 1.800 euros al mes. Esta es una de las últimas ofertas publicada en InfoJobs por la empresa Moove Cars, el gigante de las VTC español. Como esta, decenas de propuestas se acumulan en las diferentes webs de búsqueda de empleo. Y no solo de Moove. El resto de empresas que operan con Uber y Cabify, como Auro, Gescab o Vecttor, ofrecen condiciones muy similares. La realidad, sin embargo, dista mucho de ser así. Los trabajadores de estas compañías suelen hacer entre 10 y 12 horas diarias durante seis días a la semana, con sueldos que apenas superan los 1.100 euros al mes en la mayoría de las ocasiones.

"Es la tónica general en todas estas organizaciones", describe Antonio Alcalá, abogado especializado en el sector VTC. La mayoría, explica, obliga a los conductores a realizar horarios de hasta 60 horas semanales y los sancionan si no los cumplen. Una exigencia que, desde hace unos meses, podría tener respaldo legal. Al menos, en la Comunidad de Madrid.

El motivo es el nuevo convenio colectivo del sector, firmado en noviembre de 2021 y publicado en el BOCM en febrero de este año. El texto diferencia entre tres tipos de tiempo: el de trabajo efectivo, los descansos y lo que denominan tiempo de presencia. Este último lo definen como el tiempo "en el que el conductor/a se encuentre en el vehículo parado, conectado a la plataforma, y dentro del área y el marco temporal indicados por la empresa".

A raíz del nuevo convenio madrileño, Alcalá cuenta que las compañías radicadas en la capital exigen a los conductores que efectúen horarios de 50 o 60 horas, aunque lo maquillan utilizando la fórmula de 40 horas más 20 de presencia. "No incluyen la exigencia de 60 horas en el contrato porque en España no es legal, pero en las reuniones con Recursos Humanos lo explican", detalla el letrado. Es el caso del conductor Leonardo Nicusor, de Auro (compañía que opera con Uber y Cabify). En una reunión con el Departamento de RRHH, le informaron de que tenía que hacer un horario de "40 horas más 20" a la semana. A la pregunta del chófer de si podría librar dos días por estar afiliado al sindicato SLT, el responsable le responde que sí, siempre y cuando cumpla con su jornada. Poco después, sin embargo, le advierte de que si libra dos días "vamos a tener problemas".

A una situación parecida se enfrentó su compañero Miguel (nombre ficticio), de Gescab —que también opera con Uber y Cabify—, cuando fue a consultar con Recursos Humanos el porqué de un descuento que le habían hecho en la nómina. Alegaban absentismo, y él explicó que cumplía con su contrato, de 40 horas. Pero el encargado le responde que, al firmar el convenio, su horario pasa a ser de 50 (fruto de esas 20 presenciales extra). "En un contrato de España nunca te pueden poner más de 40 horas porque está prohibido, pero tú tienes 40 más 20 de presencia. Si quieres, te haces las 40, pero si luego te descuentan absentismos...", agrega.

El tiempo de presencia no es un concepto que hayan inventado las VTC. La ley ya lo recoge en el real decreto sobre actividades especiales, que se aplica en profesiones muy tasadas. Por ejemplo, transportistas de mercancías. "En este caso, les computa como presencia cuando les descargan el camión o mientras duermen en un hotel de carretera. Ahí tiene sentido porque, aunque no estén realizando su actividad principal que es conducir, están trabajando", aclara Alcalá.

Desde la aprobación del convenio, que fue firmado por los sindicatos CCOO, UGT y SLT, este real decreto también se aplica sobre las compañías que gestionan licencias VTC. En la práctica, el letrado cuenta que se cuenta como tiempo de presencia siempre que el chófer no esté con un pasajero dentro del coche o de camino a buscarlo. Un escenario que, en su opinión, no encaja con el real decreto, ya que en todo momento el empleado está dentro del vehículo esperando a que le salte un viaje. "Es como si a un camarero solo se le contara como tiempo de trabajo efectivo cuando está cogiendo la nota a clientes o llevando pedidos", resume.

Foto: Imagen: EFE/Christian Monterrosa.

Beneficios a costa de los trabajadores

Ahora bien, el mismo convenio fija que el tiempo de presencia está retribuido. El importe, de hecho, es el mismo que se prevé para las horas extraordinarias. ¿Por qué hace esa distinción entonces? Para Víctor Riesgo, profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), la razón es clara: alargar la jornada de forma legal. "El objetivo es poder exigir jornadas de 60 horas. Es lo que necesitan para que el modelo sea rentable. Uber, por ejemplo, lo hace en todos los países donde está presente, no solamente en España. En Estados Unidos, los que están a tiempo completo trabajan 60 o 70 horas semanales", explica el investigador, que actualmente prepara una tesis doctoral sobre las plataformas de economía colaborativa.

Es por ello, cuenta Riesgo, que intentan extender los horarios de dos maneras. Por un lado, con el caramelo de la facturación. "El sueldo base es muy bajo, se queda en menos de 1.000 euros. Por eso ofrecen incentivos a quienes llegan a ciertas cuotas. Pero para llegar a esos números deben hacer muchas horas", explica el investigador. En algunas compañías, incluso, limitan el derecho a los dos días de descanso semanales al alcance de una facturación.

Foto: Conductor de VTC. (EFE)

Es el caso de J.J.R., exconductor de Auro. Después del confinamiento, la compañía movió a muchos de los chóferes a otras empresas del mismo grupo. En su nuevo destino, sin embargo, se encontró con un cambio en sus condiciones laborales. Hasta entonces, podía librar los domingos, pero en la nueva organización no era posible, a pesar de que fue un extremo que pactaron con la representación legal de la plantilla. Al pedir explicaciones en RRHH, le dijeron que, tras la vuelta de los ERTE por la crisis sanitaria, las directrices cambiaron y ya no se permitía librar en fines de semana a menos que el conductor llegara a una cifra de facturación. "Que no se hace a menos que hagas muchas horas", replicó J.J.R. "Se hace, se hace. ¿Que trabajas más horas de lo normal? Sí", contestaron del departamento.

Para Alcalá, esta mayor presión sobre la plantilla fue una realidad generalizada en el sector durante la pandemia. "En general, todas obligan actualmente a trabajar seis días a la semana y librar uno. Pero con el covid, algunas empresas más pequeñas abusaron todavía más", recuerda. De hecho, J.J.R cuenta que en su empresa, al terminar el ERTE en junio de 2020, los empleados que se reincorporaron hacían un horario de 12 horas diarias siete días a la semana. "¿El horario sabes cuál era? De lunes a jueves de 12:00 a 00:00. Viernes, sábado y domingo, de 17:00 a 5:00. Todo el mundo", recalca.

Tiempo de trabajo

La otra vía es redefinir el concepto de tiempo efectivo de trabajo. Al contrario que en el caso de los 'riders' de Glovo o Deliveroo, donde los empleados lucharon para que se les reconociera el vínculo laboral, la batalla de estos trabajadores está en que la empresa cuente como tiempo de trabajo siempre que estén en el coche. Hasta ahora, las compañías VTC no contabilizaban en el horario el tiempo entre viaje y viaje, a pesar de que la ley no lo amparaba. De hecho, muchas fueron condenadas por los tribunales por imponer sanciones injustificadas por absentismo y les obligaron a abonar las horas extra a los conductores que se excedían en el horario. Pero con el nuevo convenio, las organizaciones han creado una base legal para justificar las jornadas de hasta 60 horas.

El modelo, agrega Riesgo, funciona en su mayoría porque una gran parte de los trabajadores asume los cambios de condiciones o las sanciones constantes. "El tipo de conductor es un perfil vulnerable: gente mayor en paro que tiene problemas para volver al mercado de trabajo, migrantes recién llegados… El poder de negociación que tienen con la compañía es pequeño. Les ofrecen un clavo ardiendo y se agarran, aunque queme", lamenta.

Oferta: conductor/a para Uber en Madrid. Requisitos: sin estudios, sin experiencia requerida y mínimo un año de carné de conducir. Condiciones: contrato indefinido, jornadas de 40 horas, dos días de descanso semanal, un sueldo fijo e incentivos que pueden traducirse en un salario total de más de 1.800 euros al mes. Esta es una de las últimas ofertas publicada en InfoJobs por la empresa Moove Cars, el gigante de las VTC español. Como esta, decenas de propuestas se acumulan en las diferentes webs de búsqueda de empleo. Y no solo de Moove. El resto de empresas que operan con Uber y Cabify, como Auro, Gescab o Vecttor, ofrecen condiciones muy similares. La realidad, sin embargo, dista mucho de ser así. Los trabajadores de estas compañías suelen hacer entre 10 y 12 horas diarias durante seis días a la semana, con sueldos que apenas superan los 1.100 euros al mes en la mayoría de las ocasiones.

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