Garrigues alcanza los 414,2 millones (+7,1%) y reelige a Fernando Vives como presidente

Resultados de récord para Garrigues, que cerró 2021 rompiendo la barrera de los 400 millones de euros (es el primer despacho español en hacerlo) gracias a un incremento de su facturación del 7,1%. La firma, de acuerdo con las cifras presentadas ayer, alcanzó unos ingresos de 414,2 millones, lo que supone 27,3 millones más que en el ejercicio anterior, cuando se situó en los 386,9 millones. Un "buen resultado", describen desde el bufete, fruto de un crecimiento fundamentalmente orgánico e impulsado por la intensa actividad en operaciones, en particular del M&A.

Junto con el balance del pasado ejercicio, Garrigues comunicó ayer también la renovación de Fernando Vives como presidente ejecutivo de la firma. El nuevo mandato, que se inició el pasado 1 de febrero tras la votación en la junta de socios, se prolongará por otros cuatro años. Vives lleva 12 años al frente de Garrigues. En 2009 fue nombrado socio director y, en 2014, presidente ejecutivo, cargo que renovó por primera vez en 2018. Desde la organización, subrayan que bajo su liderazgo —en el que la firma ha transitado dos importantes crisis, la financiera de 2008 y la del covid-19— "el despacho ha acometido el grueso de su expansión internacional, ha afrontado su transformación digital y se ha situado a la vanguardia de sostenibilidad y ESG".

En España, la facturación de Garrigues se situó en 361,4 millones, lo que supone un crecimiento del 7,4%. En el resto del mundo, el aumento fue del 5%, impulsado por las oficinas de Latinoamérica y Portugal, indican desde el bufete. De este modo, el negocio internacional del despacho representa un 13% del total de la organización. Por áreas de práctica, Mercantil aportó un 32,5% al resultado final, seguida por Tributario (30%), Laboral (11,3%) y Litigación y Arbitraje (11,1%).

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En relación con los planes a corto y medio plazo de la firma, desde Garrigues apuntan que en los cuatro próximos años la internacionalización, la digitalización y la sostenibilidad seguirán "en el centro" de su estrategia. En este sentido, tras haber invertido 55,9 millones de euros en innovación en los últimos cinco años (un 2,9% de los ingresos de 2021), la organización ha aprobado un nuevo plan de sistema que supondrá la inversión de 45 millones en los próximos tres ejercicios.

Asimismo, en el plano internacional, Garrigues estudia una serie de movimientos sobre los que aún no hay una decisión definitiva, pero que están sobre la mesa. Según explicó Vives, se encuentran analizando, en primer lugar, si mantienen dos oficinas en China (en ningún caso dejar el país); actualmente, tienen sede en Shanghái y en Beijing. En segundo término, la firma estudia la opción de llevar a cabo nuevas aperturas en Latinoamérica (descartando, eso sí, que el destino sea Argentina, que no ofrece la suficiente seguridad jurídica, explican) o en algún país europeo. La situación, según detalló el presidente ejecutivo de Garrigues, es la siguiente: "Hay más de un 50% de posibilidades de que se confirme alguna apertura en Latinoamérica y menos de un 50% de expandirnos en otro Estado de Europa".

Fernando Vives también avanzó la decisión de cerrar la oficina de Brasil por las barreras normativas y la presión del regulador

Vives también avanzó la decisión de Garrigues de cerrar su oficina en Brasil, movimiento que se produce, relató, por las restricciones normativas al ejercicio de la abogacía en el país y por las "presiones" que aseguró estaban sufriendo algunos de sus letrados por parte de los organismos reguladores (que cuestionaban que solo estuvieran realizando trabajo de tipo fiscal, adentrándose en materia mercantil). "No queríamos poner en riesgo a nuestros profesionales, ni tampoco limitar el desarrollo de su carrera", reflexionó.

"¿Vamos a demonizar a todos los rusos?"

Fernando Vives también expresó su "sorpresa" por la presión que se está depositando sobre los despachos de abogados y los mandatos que estos reciben de clientes rusos y bielorrusos por la invasión de Ucrania, y mostró su escepticismo sobre declaraciones de renuncia a trabajar con ellos en una jurisdicción como España. "En Estados Unidos o Londres, es cierto que los despachos han facturado cientos de millones de dólares o libras a empresas y personalidades rusas, pero, por suerte o por desgracia, esa no es la situación de nuestro país ni de ninguna firma española", expuso; "yo puedo decir que desisto de trabajar con clientes rusos, pero la realidad es que no tengo ninguno o son muy pocos".

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En este sentido, cuestionó si un despacho debe extender sobre cualquier ciudadano o empresa del país una suerte de sospecha por la actuación de su Gobierno. "¿Vamos a demonizar a todos los rusos?", se preguntó, aunque avanzó que Garrigues sí lleva a cabo una labor de "monitorización" de sus clientes para comprobar que no tengan vínculos con el Estado ruso o con alguno de los ciudadanos y entidades objeto de las sanciones.