¿Clientes rusos sí o no? Esta es la posición de los cinco grandes bufetes nacionales

Los despachos de abogados siguen tomando medidas y decisiones ante la invasión rusa de Ucrania. En el ámbito internacional, los últimos movimientos provienen del bufete internacional Norton Rose Fulbright, uno de los más grandes del mundo, que ha anunciado el cierre "tan pronto como podamos" de su oficina en Moscú. En la sede operaban 50 abogados. La clausura se suma a la de Linklaters, que el pasado viernes también comunicó que abandonaba la capital rusa, y de Kennedys, que lo había hecho días atrás.

En España, después de que el jueves pasado Pérez-Llorca anunciara que dejaría de aceptar mandatos de clientes de Rusia, El Confidencial informó el domingo de las posiciones de tres de los otros cuatro grandes bufetes nacionales: Cuatrecasas, Uría Menéndez y Gómez-Acebo & Pombo. Una lista a la que esta semana se ha sumado Garrigues, último despacho nacional en comunicar su postura ante la guerra iniciada por Vladímir Putin.

En su declaración, la firma que preside Fernando Vives afirma que "tras comprobar que no prestamos servicios a los Estados ruso y bielorruso, ni a nadie que esté en la lista de sanciones de la UE o de otros Estados, analizaremos la prestación de servicios a cualquier ciudadano ruso y bielorruso, de conformidad con las normas deontológicas de nuestra profesión".

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Por su parte, Cuatrecasas informó que desde el inicio de la guerra había implantado "controles específicos para evitar que se acepte cualquier asunto que, directa o indirectamente, implique el asesoramiento a los Estados de Rusia o Bielorrusia, incluyendo a entidades públicas y personas relacionadas o incluidas en los listados de sospechosos". Y Uría Menéndez relató que "aunque la clientela rusa siempre ha tenido muy escasa relevancia en la firma, a las 24 horas de la invasión, el despacho tomó la decisión de dejar de trabajar con clientes rusos".

En el caso de Gómez-Acebo & Pombo, tras subrayar la "máxima solidaridad" de la organización con el pueblo de Ucrania y el "rechazo a la invasión llevada a cabo por la Federación Rusa", el despacho indicó que se encontraba "examinando" su trabajo con "los clientes o posibles clientes de origen ruso y bielorruso y en particular los que puedan estar afectados por las sanciones para valorar, en su caso, posibles medidas a adoptar, todo ello siempre desde el máximo respeto al Estado de derecho, a la función y principios de nuestra condición de abogados y a los valores que siempre ha mantenido nuestra firma".

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Todas estas posturas se suman al comunicado que Pérez-Llorca difundió el jueves pasado, firma que más se ha significado en relación con el conflicto de Ucrania. El bufete informó de que estaba "revisando" su trabajo con clientes o compañías rusas y bielorrusas para "facilitar el rechazo de nuevos mandatos y la interrupción de los existentes". Una medida que se adoptaba porque "la situación nos exige dar pasos que van más allá del cumplimiento de las sanciones". Junto al examen de sus encargos, el bufete avanzó un desembolso de 100.000 euros para ayudas económicas directas a Ucrania y sus nacionales.