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Los riesgos ocultos de las contundentes sanciones económicas de Occidente a Rusia
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INVASIÓN DE UCRANIA

Los riesgos ocultos de las contundentes sanciones económicas de Occidente a Rusia

Incluso ante una recesión a corto plazo y daños mayores a largo plazo, Rusia podría seguir igual, y los gobiernos occidentales se podrían enfrentar a complejas repercusiones

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Hasta la semana pasada, la sabiduría popular indicaba que las sanciones tenían una influencia limitada sobre los Estados, especialmente cuando se trata de uno tan grande como Rusia. Sin embargo, es posible que esto no sea del todo cierto.

Es probable que las sanciones impuestas a Rusia por invadir Ucrania causen estragos mucho mayores de lo que esperaba Vladímir Putin. Al afectar a los bancos comerciales, al banco central, a los líderes empresariales y políticos y a la industria de Rusia, Occidente está aplicando un castigo económico que tardó años en desarrollarse en el caso de Estados más pequeños como Irán o Corea del Norte. El sábado, un funcionario de la Administración Biden dejó claro el objetivo: convertir Rusia en "un paria global, económico y financiero".

Foto: Banco Central de Rusia. (EFE/Sergei Ilnitsky)

Sin embargo, al igual que los conflictos militares, la guerra económica total tiene repercusiones que Estados Unidos y sus aliados podrían no haber previsto. No está nada claro que las sanciones vayan a cambiar el comportamiento de Putin, y podrían tener repercusiones trascendentales para los países de Occidente.

Desde 2014, cuando Rusia fue objeto de sanciones selectivas tras haberse anexionado Crimea, Putin se ha esforzado en limitar la influencia del resto del mundo sobre Rusia. El país soviético tiene superávit por cuenta corriente y fiscal, lo que significa que no tiene necesidad neta de pedir préstamos a prestamistas extranjeros o nacionales. También tiene una deuda externa baja, reservas de divisas diversificadas de 630.000 millones de dólares, una moneda flotante y un banco central mayoritariamente autónomo que tiene como objetivo una inflación del 4%. De este modo, ha eliminado la mayoría de las vulnerabilidades que suelen provocar las crisis, incluida la de Rusia en 1998.

Pero Rusia aún comercia con el resto del mundo, para lo que debe ser capaz de pagar las facturas. Con el acceso a sus reservas fuertemente restringido y ante un frente de países occidentales unidos por las sanciones, el banco central es menos capaz de comprar rublos para mantener su valor, pagar los intereses y el principal de la deuda externa (que podría llevar al impago) o suministrar divisas a los bancos comerciales que se enfrentan a pánicos bancarios por los depósitos en moneda extranjera. Los importadores rusos no pueden estar seguros de que otros acepten su dinero. Es como si los gobiernos occidentales hubiesen inducido de un plumazo el tipo de crisis que aquejaba regularmente a los mercados emergentes en las décadas de 1980 y 1990.

Según Sergey Aleksashenko, un antiguo funcionario del banco central ruso que ahora vive en EEUU, la caída que ha visto el rublo desde que Rusia invadió Ucrania podría añadir entre cuatro y cinco puntos porcentuales a la inflación rusa, que se situaba en el 8,7% en enero. Para defender la moneda y limitar el impacto inflacionista, el banco central subió los tipos de interés del 9,5% al 20% el pasado lunes. Elina Ribakova, economista jefa adjunta del Instituto de Finanzas Internacionales, predijo que la economía rusa se contraerá al menos un 10%, más que en 1998.

Foto: Foto: Reuters.

Rusia sigue estando protegida por sus cuantiosas exportaciones de petróleo y gas, que en gran medida están exentas de sanciones. Pero ese colchón tiene sus límites: el petróleo ruso se vende ahora con un descuento considerable, y los precios mundiales, que superan los 100 dólares por barril, corren peligro si la economía mundial se hunde. "Los riesgos son enormes cuando se tiene un parón total de la financiación y se está expuesto a la volatilidad de los precios del petróleo", explica Ribakova. Rusia ya dedica al ejército un porcentaje de su producto interior bruto mayor que el que dedica Estados Unidos, y una insurgencia sostenida en Ucrania aumentaría esa carga.

El coste a largo plazo para Rusia será aún mayor. La prohibición de venta de tecnología establecida por Occidente "socavará las capacidades de la industria militar y civil rusa, restringirá el potencial de crecimiento de la economía y aumentará el retraso tecnológico de Rusia", advirtió Aleksashenko en un boletín. "Invadir Ucrania es poner una (...) bomba nuclear bajo el futuro de Rusia", añadió en una entrevista. Mientras tanto, a medida que Europa diversifica su suministro energético, Rusia dependerá cada vez más de la venta de gas natural a China, que probablemente pagará menos que los numerosos compradores europeos que compiten entre sí.

Aunque las sanciones están resultando más devastadoras de lo que se preveía antes de esta semana, es posible que sus consecuencias no sean completamente evidentes. Expulsar a una economía de tal tamaño del sistema financiero de forma tan brusca podría desencadenar una dinámica imprevista. Según Ribakova, puede haber "vínculos financieros de los que sepamos muy poco". El banco central de Rusia es "un actor importante en los mercados mundiales. No sabemos cómo se desenvolverán las posiciones". El efecto dominó del impago de Rusia en 1998 estuvo a punto de provocar la quiebra de Long-Term Capital Management, un gigantesco fondo de cobertura estadounidense, así como una intensa tensión en los mercados. El martes, en medio de una fuerte caída de los mercados, las acciones de los bancos estadounidenses y europeos cayeron aún más, una posible señal de contagio del sistema financiero.

La guerra y las sanciones que la acompañan ya amenazan con causar otro 'shock' de la oferta que frene el crecimiento y aumente la inflación en Europa y Estados Unidos, y eso sin un embargo del petróleo y el gas natural rusos. No obstante, los refinadores y los bancos están evitando el crudo ruso, lo que ha hecho que los precios suban considerablemente el martes. A medida que los efectos se filtren al público, se pondrá a prueba la notable unidad de los gobiernos occidentales contra Rusia.

"Está dispuesto a sacrificar la economía y los ingresos de los hogares por querer ser grande"

Los países objeto de sanciones rara vez se han visto obligados a alterar su comportamiento. Los autócratas como Putin simplemente no están muy expuestos a la miseria de su propio pueblo. "Está dispuesto a sacrificar la economía y los ingresos de los hogares porque quiere ser grande", afirmó Aleksashenko. Julia Friedlander, experta en sanciones del Atlantic Council, replica que, si el comportamiento de Putin no cambia y "tenemos una economía rusa empobrecida y destruida y una Ucrania destruida, ¿qué ganamos con todo esto?".

Si bien las sanciones persuadieron inicialmente a Irán de que negociara sobre su programa nuclear, han tenido poco efecto en Venezuela o Corea del Norte, y de hecho ambas se han vuelto más beligerantes y represivas, estrategia que también podría seguir Putin. Cuando la guerra económica se vuelve lo suficientemente agresiva, puede considerarse equivalente a una guerra real. Algunos académicos sostienen que el ataque de Japón a Pearl Harbor en 1941 se produjo en respuesta a un embargo petrolero de Estados Unidos.

Foto: El logo de Apple sobre la bandera rusa (Dado Ruvic/Reuters)

Al fin y al cabo, una Rusia expulsada de la economía mundial es también una Rusia fuera del alcance de la influencia económica. Es probable que China responda intensificando sus propios esfuerzos para desvincularse de Occidente; ya está desarrollando alternativas a los sistemas de pago basados en el dólar, fuentes nacionales de tecnología clave a través de la política de 'doble circulación' del presidente Xi Jinping, así como su propia esfera de influencia económica a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

No obstante, los argumentos a favor de las sanciones podrían finalmente no verse debilitados a pesar de todo. La economía mundial se estaba subdividiendo en bloques competidores antes de que Rusia invadiera Ucrania. Las sanciones simplemente están acelerando el proceso.

*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'.

Hasta la semana pasada, la sabiduría popular indicaba que las sanciones tenían una influencia limitada sobre los Estados, especialmente cuando se trata de uno tan grande como Rusia. Sin embargo, es posible que esto no sea del todo cierto.

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