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"Rusia lleva años tomando medidas para desactivar el efecto de las sanciones previstas"
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El Kremlin responderá con contrasanciones

"Rusia lleva años tomando medidas para desactivar el efecto de las sanciones previstas"

José María Viñals, socio de Squire Patton y uno de los mayores expertos en sanciones internacionales, pide que la UE sea "quirúrgica" en sus actos para evitar un "efecto boomerang"

Foto: José María Viñals, socio de Squire Patton Boggs.
José María Viñals, socio de Squire Patton Boggs.
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José María Viñals, socio de Comercio Internacional del bufete Squire Patton Boggs y director de Relaciones Internacionales del IEB, es uno de los mayores expertos en España en materia de sanciones internacionales. En su haber, más de 15 años de experiencia en un ámbito en el que se entrecruzan complejos entramados normativos, intereses empresariales y económicos, y cuestiones geoestratégicas. En las últimas horas, su teléfono no ha dejado de sonar. Son muchos los que tienen dudas y preguntas sobre cómo deben actuar ante las anunciadas sanciones de la Unión Europea, Estados Unidos y el Reino Unido contra Rusia por su invasión de Ucrania.

De momento, explica en una entrevista con El Confidencial, hasta que no pueda leerse la "letra pequeña" de las sanciones lo único que cabe hacer es analizar la exposición que cada compañía tiene respecto del gigante euroasiático para actuar una vez se publiquen las medidas. Respecto del endiablado escenario actual, lanza dos advertencias. La primera: Rusia sabía cuándo y dónde atacar, y lleva años tomando medidas para desactivar el efecto de las sanciones que sabría que llegarían. La segunda: hay que redactar las mismas con una "precisión quirúrgica" para evitar que les hagan más daño a los países occidentales que a los intereses de Vladimir Putin.

PREGUNTA. Por su experiencia, ¿en qué medida resultan efectivas las sanciones internacionales en un contexto bélico como el actual?

RESPUESTA. La diplomacia y las sanciones tienen su efectividad disuasoria cuando se llevan a cabo antes de cualquier ofensiva. Es verdad que se aprobaron sanciones como medida punitiva por el reconocimiento de Rusia de la independencia de las regiones autónomas de Donetsk y Lugansk, y que ahora la comunidad internacional está preparando medidas sancionadoras punitivas como castigo a la ofensiva militar rusa en el resto de Ucrania. Que estas sanciones tengan carácter punitivo se debe a que están siendo preparadas después de la invasión, por lo que dejan a un lado el carácter disuasorio y no entran ya en el juego de la diplomacia constructiva.

P. ¿Tienen 'letra pequeña' las sanciones que se están proyectando? Es decir, ¿tendrán excepciones para no dañar tampoco a los Estados que las imponen?

R. Creo y quiero creer, por el bien de todos, que las sanciones europeas, al igual que las británicas, van a ser quirúrgicas y tendrán la precisión de un bisturí. Porque sanciones mal puestas, sanciones con un objeto superfluo o general pueden tener un 'efecto boomerang' sobre la economía europea. Si tenemos en cuenta que Rusia es nuestro tercer socio comercial solo después de China y EEUU, y es nuestro gran suministrador de materias primas, como el gas y otros elementos, no nos interesa imponerle sanciones que no estén muy medidas, muy identificadas y sabiendo muy bien cuál es su alcance. Esto es algo de lo que el Kremlin es consciente. Rusia ha elegido cuándo y dónde atacar, y la UE, el Reino Unido y EEUU hemos actuado en función de los actos de Moscú.

Foto: La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, junto al alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell. (EFE/Kenzo Tribouillard)

Desde 2014, cuando se le impusieron sanciones como consecuencia de la anexión de Crimea y cuando empezaron los conflictos en Donetsk y Lugansk, los rusos llevan midiendo muy bien el impacto de las mismas. En ese año, el rublo se depreció, la inflación subió en el país y las clases medias, las instituciones financieras y las grandes empresas nacionales ya sufrieron sus perjuicios. Sin embargo, ocho años después, Rusia, junto con otros aliados como China, ha desarrollado contramedidas operativas para contrarrestar el impacto de las sanciones que previsiblemente se le fueran a venir encima. Se especula con que tienen muy desarrollado un sistema de mensajería bancaria alternativo al SWIFT y son conocidas las negociaciones para crear un sucedáneo del FMI para evitar el control y la monitorización de EEUU y sus aliados. Estas acciones llevan a pensar que Moscú se ha ido preparando para este escenario, y que China se postula como su gran aliado para mitigar y desactivar los efectos perniciosos de las sanciones.

P. ¿Pueden ser, por tanto, menos efectivas las sanciones que hace una década?

R. Han tenido ocho años para medir su impacto y tomar medidas alternativas que lo mitiguen, tanto desde el punto de vista regulatorio, como del operativo e, incluso, macroeconómico. Rusia ha sido capaz de reducir considerablemente su deuda, con lo que su dependencia de terceros se ha reducido. Por otro lado, desde una perspectiva contractual, desde 2014, las grandes empresas gasistas ya prevén supuestos sancionadores, cambios inmediatos de moneda a la hora de llevar a cabo el suministro y alternativas que busquen soluciones para que puedan ser ejecutados y llevados a cabo.

"Desde 2014, las gasistas rusas prevén en sus contratos supuestos sancionadores e incluyen cláusulas para garantizar su ejecución"

P. ¿Qué impacto tendría para Rusia ser excluida del sistema SWIFT?

R. Desconectaría a Rusia del sistema bancario internacional. Hoy en día se calcula que hay 45 millones de mensajes SWIFT interbancarios. Pasaría entonces como en el sector bancario iraní, cuando se le retiró de este sistema, que era prácticamente imposible poder realizar una transferencia desde Irán hacia el exterior. Esto no solo afectará al Gobierno y las instituciones rusas, que ya no podrán beneficiarse del sistema financiero y bancario global, sino también a los ciudadanos rusos, que tendrán muchos problemas para sacar sus ahorros o hacer transferencias a otros países. En todo caso, en Europa tendremos que hacernos la siguiente pregunta: ¿cómo compaginaremos la exclusión del sistema SWIFT con el hecho de que en el Viejo Continente tengamos que seguir comprando e importando gas ruso? Porque de un día para otro no vamos a poder cambiar las fuentes de suministros de gas. Por eso espero que en la redacción de las sanciones haya mucha letra pequeña.

P. Cada país europeo, no obstante, tiene un grado de exposición distinto a las materias que provienen de Rusia.

R. Por ello entiendo que debe estarse negociando de forma muy constructiva entre los Veintisiete, teniendo en cuenta cómo pueden afectar a cada Estado las sanciones. Porque en una economía global e interconectada, tenemos a grandes empresas e inversores rusos que son propietarios y titulares reales de compañías muy importantes en Europa. Asimismo, algunos bancos rusos que han sido sancionados por el Reino Unido o van a sufrir sanciones por parte de la UE y EEUU, tienen fichas bancarias en países del Viejo Continente. ¿Qué va a pasar con esas instituciones? Debe haber un manual de excepciones que les permita seguir operando sin beneficiar a sus matrices. Por otro lado, los Gobiernos tendrán que decidir cómo implementar mecanismos para evitar el control de las matrices rusas y, al mismo tiempo, permitir que estas compañías puedan operar y seguir pagando sus nóminas a los trabajadores en suelo europeo y seguir siendo agentes de la economía real.

Foto: EC.

Como Rusia y China forman parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, cualquier condena desde dicho órgano será muy difícil porque tienen derecho de veto. Eso conlleva que las sanciones europeas tengan que ser tomadas por unanimidad de los 27 Estados miembros de la UE. Eso obliga a negociar, porque las condiciones, los beneficios y la exposición de cada uno son distintos a los del socio que se sienta a su lado.

P. ¿Es previsible que Rusia responda con contrasanciones?, ¿cuánto puede sufrir España si eso sucede?

R. Ya lo hizo en 2014, cuando respondió a las sanciones limitando las importaciones europeas. En España, aquello afectó especialmente al sector hortofrutícola; a los cítricos, por ejemplo. El Estado ruso aplicará la reciprocidad, por lo que las contramedidas o las contrasaciones de la Duma son más que previsibles. En ellas, se prohibirá el efecto extraterritorial de las sanciones de terceros países en territorio ruso; es decir, se impedirá a sus ciudadanos y empresas cumplir con este tipo de normas extranjeras. Aparte de ello, se impondrán restricciones e, incluso, sanciones a ciudadanos, empresas o sectores europeos en relación a la exportación a Rusia de sus productos.

La UE sancionó a 321 miembros de la Duma por votar a favor del reconocimiento de la independencia de Donetsk y Lugansk, y es posible que la asamblea legislativa rusa replique sancionando a los parlamentarios europeos que voten a favor de las sanciones contra su país. Responder de forma similar a cómo han sido agraviados es una práctica muy habitual en el Derecho y las relaciones internacionales.

"Rusia aprobará contrasaciones; responder de forma similar a cómo ha sido uno agraviado es una práctica internacional habitual"

P. ¿Cómo afectarán las sanciones a una empresa española que exporte productos o materias a Rusia o los importe desde allí?, ¿qué deben tener en cuenta estas compañías en el escenario actual?

R. Deben estar muy atentas a las nuevas normas que dicte la UE, porque estas van a impedir y prohibir la exportación de determinados productos o la realización de determinadas inversiones. También determinarán que no se puedan hacer negocios con algunas personas o empresas. Las compañías españolas tienen que estar alerta para no infringir dichas normas, lo que tendría como consecuencia multas o, en los casos más graves, penas de prisión. Eso sería lo primero. En segundo lugar, tendrán que atender a la normativa que apruebe el Gobierno ruso en respuesta, prohibiendo la importación de determinados productos, o imponiendo aranceles y trabas a los mismos. En todo caso, ahora mismo, estamos en esa tensa espera de ver cuál será la redacción final de los textos europeos.

En resumen: paciencia, esperar a ver la letra pequeña y, entonces, hacer un mapa de riesgos. Lo que esté incluido, estará limitado y, lo que no, podrá seguir operando con normalidad. De momento, lo único que se puede hacer es analizar la propia exposición respecto de Rusia para evaluar posibles daños.

P. ¿Qué sucede con las compañías que tengan un porcentaje de su capital en manos rusas?, ¿y si un español participa en el capital de una empresa rusa?

R. Dependerá de cómo se configuren las excepciones y cuál sea la redacción final de las sanciones. Podría darse el caso de que compañías europeas relevantes que estén controladas o sean propiedad directa o indirecta de entidades o personas sancionadas se vean afectadas por las sanciones europeas. Porque las sanciones no solo afectan al sancionado, sino también a las compañías que están bajo su control o su propiedad, y a sus activos.

Una compañía nacional que sea propiedad de una empresa sancionada tendrá que acudir al Gobierno español para solicitar una licencia y que así se establezca una excepción y pueda seguir operando. En este sentido, las excepciones pueden establecerse en el propio texto sancionador o pueden realizarlas cada Gobierno, porque la implementación de las sanciones es una competencia de cada Ejecutivo. La Administración tendrá que hacer un estudio minucioso para ver qué licencias otorga a las compañías nacionales en manos rusas de forma que los intereses de nuestra economía estén protegidos, bien por cuestión de seguridad nacional, de orden público o de abastecimiento de productos necesarios y fundamentales. En estos casos, habría que permitirles seguir transando y haciendo operaciones.

José María Viñals, socio de Comercio Internacional del bufete Squire Patton Boggs y director de Relaciones Internacionales del IEB, es uno de los mayores expertos en España en materia de sanciones internacionales. En su haber, más de 15 años de experiencia en un ámbito en el que se entrecruzan complejos entramados normativos, intereses empresariales y económicos, y cuestiones geoestratégicas. En las últimas horas, su teléfono no ha dejado de sonar. Son muchos los que tienen dudas y preguntas sobre cómo deben actuar ante las anunciadas sanciones de la Unión Europea, Estados Unidos y el Reino Unido contra Rusia por su invasión de Ucrania.

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