Cuatrecasas vuelve a las oficinas con un sistema de turnos obligatorios

Con un año de diferencia respecto a la mayoría de los grandes despachos, Cuatrecasas inicia su particular desescalada a nivel organizativo interno. A partir del próximo lunes 7 de junio, la asistencia a las oficinas en España dejará de ser voluntaria en el bufete, pasando a un sistema de turnos obligatorios. Así lo ha comunicado a toda la plantilla el consejero delegado de la firma, Jorge Badía, en un correo electrónico al que ha tenido acceso este diario. Badía razona la decisión en que la situación sanitaria ha experimentado una profunda mejoría y, según señala, aunque la organización ha funcionado de forma eficiente desde que la pandemia obligó a implantar el trabajo en remoto, la presencia de los profesionales en las sedes "moldea nuestra cultura como organización", fomenta las relaciones personales y "nos permite crear, colaborar y aprender juntos de manera más eficaz".

Con esta decisión, Cuatrecasas avanza al sistema de turnos obligatorio que, en la actualidad, tiene implantado la mayoría de grandes firmas en nuestro país. Eso sí, lo hace un año más tarde que las demás. Entre junio y septiembre de 2020, los principales bufetes fueron abandonando el teletrabajo, ya fuera obligatorio o voluntario, para implantar un sistema en el que la presencia en la oficina se organizaba de forma rotatoria en dos o tres grupos, según lo que permitiera el tamaño y la distribución de las oficinas —no era lo mismo contar con espacios abiertos que con despachos cerrados—.

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Hasta la fecha, Cuatrecasas funcionaba con un sistema de turnos, organizado en dos equipos alternos, pero en el que la asistencia a las sedes era voluntaria. Según detalla Badía en su 'e-mail', enviado el pasado 27 de mayo, la proporción de profesionales que estaban acudiendo de forma regular a las oficinas era del 67%. "Es hora de volver", proclama el consejero delegado en su misiva, en la que explica que si algún profesional tiene problemas específicos para retomar el sistema de turnos o quiere acceder a la oficina en jornadas alternativas a las que tiene prefijadas, podrá comunicarlo a RRHH. Asimismo, quien cuente con despacho individual, podrá acudir a diario a la sede.

En todo caso, la organización revisará periódicamente la composición de los equipos para que cada miembro de la plantilla pueda coincidir con el máximo número de compañeros posible. El sistema será de aplicación en España a partir del lunes que viene, y en Portugal se adoptará en cuanto la normativa contra la pandemia lo permita. En el resto de oficinas, el modelo se adaptará a las circunstancias concretas de cada país.

El modelo poscovid, en estudio

El anuncio de Cuatrecasas se produce en pleno proceso de reflexión y debate en el seno de los bufetes de qué modelo de trabajo adoptar cuando la pandemia esté superada. Como informó El Confidencial, no está siendo sencillo para los despachos dar la fórmula adecuada y la mayoría aún no ha determinado qué proporción de teletrabajo permitirán a partir de septiembre. Dentro de cada organización conviven un sinfín de intereses y visiones contrapuestas sobre cómo deben organizarse los equipos, y, aunque las cúpulas de las firmas prefieren la presencialidad, lo cierto es que la pandemia ha empoderado a las plantillas en sus demandas de flexibilidad.

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A este respecto, Cuatrecasas inició en abril un programa participativo para desarrollar una política de trabajo flexible en la que intervienen todos los colectivos del despacho —tanto abogados como profesionales de soporte—, con el objetivo de determinar qué actividades deben llevarse a cabo necesariamente en la oficina. Hasta el próximo agosto, la firma elaborará un diagnóstico de la situación precovid y realizará un estudio comparativo con la experiencia de otras compañías y bufetes, así como una encuesta interna entre asociados, profesionales y 'assistants'. A partir de septiembre, el sondeo se extenderá a los socios. Asimismo, se analizarán el marco legal y los medios tecnológicos, para elevar una propuesta de plan y guía de buenas prácticas que debería entrar en vigor, si el contexto lo permite, en enero de 2022.